VEINTIDÓS

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Taehyung se encontraba en su habitación, viendo anime distraídamente con un montón de palomitas que se había puesto en la capota del saco que tenía al revés

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Taehyung se encontraba en su habitación, viendo anime distraídamente con un montón de palomitas que se había puesto en la capota del saco que tenía al revés. Se atragantaba del maíz, mientras arrendaba las palabras japonesas que escuchaba de vez en cuando.

Un sonido de su celular le hizo fruncir el ceño al tomarlo y ver la hora en él, "2:00 am", cuando vió el destinatario de aquella llamada tuvo muchos sentimientos mezclados. Preocupación, rabia, estrés, ganas de llorar, entre otras cosas. Pensó en dejarlo pasar, pero, ¿Qué tal si era algo importante? Aunque no estuvieran en términos, definitivamente no quería que nada malo le pasara. Contestó en el último timbre.

— ¿Aló, Jin-hyung? — habló en la línea.

— Taetae, ¿Por qué eres tan lindo? — escuchó la voz al otro lado y Taehyung se extrañó, alejando un poco el teléfono para comprobar que si estaba hablando con Seokjin.

— ¿Por qué me llama a esta ahora, hyung? — Taehyung entrecerró los ojos al escuchar algo del ruido del fondo.

— ¿Por qué no llamarte a esta ahora cuando esa cara tan bonita tuya me llama todo el tiempo? — el mayor arrastró las palabras y Taehyung arrugó la nariz, odiando sentir ese cosquilleo en su estómago.

— ¿Está borracho? — Taehyung se lamió los labios, un poco estresado al ver la pantalla pausada de su serie.

— ¿Tú crees que el gran Kim Seokjin se emborracha? ¡Claro que no! Sólo estoy insobrio. — la línea se quedó callada y escuchó unos ruidos raros de movimiento en el teléfono, Taehyung frunció aún más el ceño. — Tú no me estás viendo, pero puedo hacer el cuatro con los pies — Taehyung rodó los ojos. — también puedo ponerte en cuatro, cuando quieras.

— ¡Kim Seokjin! — exclamó Taehyung escandalizado en la línea.

— Justamente eso será lo que gritarás cuando estés en mi cama. — agregó el mayor con un tono coqueto. Taehyung soltó un bufido exasperado agradeciendo que en la soledad de su cuarto nadie viera su sonrojo.

— Basta, ¿Me llamó a molestarme? — bufó el menor, bastante disgustado, pero no podía colgar y no sabía porqué.

— ¿Te molesto?... Pues... ¡Tú también me molestas! ¡No hago nada más que pensar en ti todo el día! Es tan estresante, me estresas demasiado. — soltó el mayor algo enfadado.

— Si de nuevo le tengo que repetir por donde se puede meter moralidad de quinta... — Taehyung ya no iba a aguantar más de esas acusaciones ridículas.

— ¡No! ¡Ni siquiera me has dejado hablar! No me dejas explicarte. — exclamó el mayor desesperado.

— ¿Qué me tendría que explicar? — soltó Taehyung escéptico.

— La verdadera razón por la que me enojé tanto no es realmente por Jimin, es porque yo- — el mayor se vió cortado y una nueva voz sonó por el teléfono después de varios segundos.

— Aló, ¿Eres Kim Taehyung? — preguntó un desconocido al otro lado de la línea.

— Lo soy, ¿Eres un amigo de Seokjin-hyung? — replicó el menor con algo de desconfianza.

— Si, mi nombre es Lee Jaehwan, somos amigos desde primaria. El caso es que... eres su roommate, ¿no? —

— Sí, vivo con él, ¿Pasó algo? Se escuchaba bien hace unos segundos. — Taehyung sonó algo preocupado y escuchó a Jaehwan decirle a Jin que no persiguiera a unas palomas para que no se volviera a caer.

— Lo que pasa es que salimos con amigos pero Jin esta vez tomó demasiado, así que todos estamos tomados, soy el más sobrio y no sé si podría abusar un poco de tu confianza y pedirte un favor... — Jaehwan sonó verdaderamente apenado, Taehyung, quién era normalmente un buen lector de buenas personas, había recibido buenas vibras del chico, así que no le generaba desconfianza.

— Si es algo que pueda hacer, lo haré, ¿Para qué soy bueno?— pronunció con seguridad antes de meterse una palomita a la boca.

— Pasaré en un taxi a dejar a Jin en la entrada del edificio, lo que tendrías que hacer es recogerlo abajo, normalmente lo llevaría hasta su departamento pero mañana tengo un exámen a primera hora y me temo no poder llegar.

— Yo... Está bien, creo. — respondió Taehyung algo inseguro y el mayor sonó un poco más animado.

— Okay, estaré allá abajo en veinte minutos. Muchísimas gracias, Kim Taehyung. — cortó la llamada.

Taehyung suspiró, se retiró con cuidado su saco lleno de palomitas y se puso una chaqueta, caminó perezosamente hasta la puerta del apartamento, poniéndose lentamente sus tenis. En cierto punto, pensando en lo que había escuchado, si aquel chico Jaehwan tenía un exámen el sábado a primera hora, ¿Por qué había salido a tomar el viernes entonces? ¿Era esa la vida loca de universitario de la que sus padres tanto le advirtieron?

Sacudiendo esos pensamientos porque al fin y al cabo, no era su problema, presionó el botón una vez adentro del elevador para llegar abajo y caminar afuera. Miró la hora en su celular, faltaban dos minutos para los veinte que le dijo aquel chico, cuando vió un taxi pararse enfrente. La puerta se abrió, dejando ver a un chico alto de cabellos rojizos, bajando con cuidado el susodicho, su compañero de piso.

— ¿Eres Kim Taehyung?— preguntó Jaehwan satisfecho de haber conseguido que Jin se pusiera de pie. — Si eres muy lindo, empiezo a entender muchas cosas.

— Mi Taehyungie es tan hermoso, Ken, ¿No te lo había dicho? En un niño muy muy bonito. — canturreó Jin y Jaehwan rodó los ojos.

— Tú debes Jaehwan, supongo que de aquí me hago cargo yo. — añadió el menor algo inseguro, acercándose para recibir al pelinegro en sus brazos.

— Muchas gracias, Taehyung, nos ayudas a ambos muchísimo. — el pelirrojo le dió una pequeña reverencia antes de meterse al taxi y bajó la ventana. — lo que sea que te haya dicho o hecho Jin, piensa que debe tener una razón más detrás, no lo justifico, pero creo que aunque Seokjin es muy raro, definitivamente merece el beneficio de la duda.

Taehyung sólo pudo asentir, haciendo una pequeña venia, porque tenía a su roommate en sus brazos. Vió el auto partir y suspiró.

— Seokjin-hyung, ¿Podría dejar de besar mi cuello?

— Seokjin-hyung, ¿Podría dejar de besar mi cuello?

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(maratón 4/?)

My Roommate ✘ k.th + k.sjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora