CUARENTA Y CUATRO

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Taehyung se encontraba caminando con sus amigos. Esta vez sus clases coincidían por la mañana, así que habían decidido juntarse siempre los viernes media hora antes de que empezara para desayunar los tres. Era un tiempo que habían extrañado ya que durante las vacaciones no se habían podido ver mucho. Minjae estaba trabajando a tiempo completo, Jieun se fue hacer prácticas profesionales y Taehyung estuvo pasando el tiempo con su novio y también pasó a visitar a su familia brevemente.

Seguían siendo estudiantes de primer año pero ya no se sentían tan nuevos y eso estaba bien. Era algo ingenuo pretender que ya supieran cómo era el ritmo de la universidad pero tampoco estaba tan lejos de la realidad, un poco más aterrizados que los de nuevo ingreso, pero estaba bien.

Tomaban café helado mientras discutían su horario y se ponían al día de lo que les había pasado.

— Así fue como terminé ganando una medalla al mérito, quién diría que recoger una cartera terminaría salvando la vida del alcalde. — terminaba de contar Minjae tranquilamente, mostrando una foto de la ceremonia.

— Eso es... Lo más impresionante que he escuchado en la vida, pensar que un sacacorchos servía para eso. — comentaba Taehyung maravillado.

— ¡Si! Y tú no viste cuando llegó el payaso con un machete, sentí que me iba a orinar en los pantalones. — agregó Jieun.

— Bueno, la lección más importante que aprendimos de esta historia es que...

— No hay que cantar en el ascensor del hospital a las tres de la mañana. — respondieron los tres al unisono y se echaron a reír.

— Woah, de verdad los había extrañado mucho, chicos. Que bonito volver a verlos. — abrazó Taehyung a cada uno, mientras caminaban después del desayuno hacia sus clases.

—Tu tuviste un tiempo muy productivo, cuando te dejamos estabas en un terreno extraño con Jin, y ahora duermen juntos en la misma cama. Necesito tus trucos, Taehyung. — Jieun le alzó las cejas juguetonas, haciendo que Minjae chasqueara con la boca.

—¿Para qué? ¿Vas a salir con ese tal Junmyeon? Me da mala vibra ese tipo. — agregó Minjae de mala gana.

— A lo mejor y Jieun debería, lleva mucho tiempo soltera sin razón aparente incluso si es tan linda como para recibir al menos una confesión al día. — Taehyung se miró las uñas, Jieun lo miró alarmada.

— ¿Qué? ¿Una confesión al día? Pensé que nadie se le confesaba. — Minjae lucía entre perdido, enojado y estupefacto.

— ¿Bromeas? Es el amor platónico de todo el campus, cualquier persona que guste de mujeres, tiene un crush ligero por ella. — y aunque Taehyung lo decía para causar celos en Minjae, eso no era una exageración. Bastante tuvo con toda la gente que se le acercó para conseguir el número de la chica, incluído Jungkook.

— Bueno, igual no importa, todos ellos son unos idiotas, porque ella nunca les haría caso. — se dió ánimos Minjae.

— No lo sé, ya estoy cansada de estar soltera, esperando algo que no va a pasar. A lo mejor debería darle la oportunidad a alguno. En fin, nos vemos. — se despidió rápido y entró a su salón.

Minjae se quedó estático mirándola acomodarse en su silla a la distancia y como el chico de al lado enseguida le prestaba atención y le ofrecía un chocolate. Taehyung le dió una palmada en la espalda.

— Si no actúas pronto, la perderás. Ella no te esperará por siempre. — comentaba al lado del chico, para el mismo irse.

Estaba pidiéndole al universo que Minjae recapacitara antes de que fuera demasiado tarde, pero si no lo hacía, esperaba que Jieun pudiera encontrar alguien que la tratara como merece, que no dudara de su amor y que le haga sentir seguridad. Jieun era fácilmente una de las personas más bonitas que ha conocido y dado el caso, prefería consolar el corazón roto de Minjae a que la chica siguiera en esa situación, por muy terrible que eso sonara.

Al final el día transcurrió con normalidad y como de su última clase lo dejaron salir más temprano, se despidió de sus compañeros que acababa de conocer y decidió ir hasta la universidad de Jin para recogerlo de sorpresa.

Estaba emocionado, aunque se habían visto por la mañana sabía que Jin tendría hoy un día duro y quería animarlo, así que se desvió del camino usual para comprar tteokbokki de la tienda a la que Jin lo llevó una vez y también terminó comprando un pequeño llavero de un personaje del videojuego que le gustaba al mayor. Caminaba dando casi pequeños saltitos y tarareando canciones de amor, muy distraído en ver su camino sin notar que lo estaban siguiendo.

Paró en el semáforo a punto de cruzar la calle, viendo el muñequito en rojo. De la nada sintió que lo jalaban para atrás de la capota haciendo que diera un traspié y casi cayera de la sorpresa pero se mantuvo en pie.

— Kim Taehyung, te dije que la próxima vez no saldrías bien parado. — la voz ronca hizo que el viera los rostros de los cuatro chicos que ahora lo miraban reconociendo solo dos.

— Wooshik, Sunghwan, diría que es un placer verlos, pero estaría mintiendo. Así que es un placer verlos. — comentó con una risa burlona, esperando parecer confiado a pesar de que las manos le estaban temblando. — Ahora, con su permiso, me retiro.— sin darles mucha oportunidad de pensar, soltó a correr aprovechando que el semáforo aún estaba en rojo.

Iba a toda velocidad, doblando entre calles y escuchando gritos a su espalda. Quería perderlos y por las miradas que daba sobre su hombro, parecía que había logrado perder a dos.

Dobló rápido por una esquina, pero era muy tarde cuando se dió cuenta de que era un callejón sin salida.

— Sunghwan, no tienes que hacer esto... — argumentó dando ligeros pasos hacia atrás, viéndose rodeado por uno de los que fue su amigo y otro que seguramente habían reclutado hace poco, parecía joven.

—Soy Peakboy, no tienes derecho a usar mi nombre real después de lo que hiciste, Vante. — el susodicho lo miró con odio. Taehyung apegó su espalda a la pared de atrás.

Meditó si tenía tiempo de sacar la navaja que siempre carga en su maleta, haciendo el mínimo movimiento para sacarla cuando recibió el primer golpe en su pómulo haciendo que su cabeza girara hacia el otro lado. Se tocó la mejilla, satisfecho de no sentir sangre y lo miró con altivez.

—¿Eso es todo lo que tienes? ¿Sigues siendo tan débil? Sunghwanie quiere jugar a ser un tipo malo que susto. — le retó divertido y lo siguiente que sintió fue un puño que conectó con su boca, rompiendo así su labio.

Taehyung se relamio la sangre y con una sonrisa vacía mandó un gancho izquierdo que dió en toda la nariz de Sunghwan, escuchando como esta se quebraba del golpe.

Lo que siguió fue una pelea dispareja en que Taehyung hacía lo posible para defenderse de dos pandilleros y si estaba en desventaja antes, cuando los otros dos que faltaban llegaron, fue una paliza total. Mientras recibía golpes en posición fetal, se tapaba la cara para que no le dieran allí. Siguió por algunos minutos que para Taehyung se sintieron horas. Hasta que una patrulla de policía se escuchó y los tipos terminaron huyendo antes de que los descubrieran.

Taehyung se descubrió la cara para ver cómo la bolsa de tteokbokki había sido pisoteada antes de perder la conciencia.

My Roommate ✘ k.th + k.sjWhere stories live. Discover now