QUINCE - ayúdame señor Jesus.

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El camino a casa transcurrió con un poco de incomodidad. Seokjin manejaba su auto junto con Taehyung de copiloto que iba cambiando las estaciones de radio sin lograr dar con una con la que se sintiera a gusto, alguna canción que fuera lo suficientemente buena para romper ese aire incómodo que rodeaba la cabina.

En el asiento trasero, sentados bastante alejados el uno de otro iban Jimin y Jungkook. Jungkook sin poder entender porqué Jimin parecía estar evitándolo. ¿Es que había hecho algo para que el mayor se molestará? Ya se lo había preguntado al rubio cuando lo bajó cargado en su espalda, pero el parecía consumido en la tristeza y no había querido responderle. Decidió que en ese estado no podía ostigarlo más, así que prefirió esperar a la mañana, pero definitivamente iba averiguar que ocurría con su tierno hyung, no toleraba verlo tan decaído.

Por el contrario, Jimin se encontraba haciendo dibujitos en la ventana. Una vez más tratando de controlar las lágrimas después de aquel dolor que sintió su corazón ante lo que sus ojos tuvieron que presenciar. Resultaba difícil de digerir que el amor de tú vida estuviera con alguien más, aunque no sabía si Jungkook era el amor de su vida y si estaba con Taehyung. Se sentía triste y un poco celoso de que su nuevo amigo logrará atraer la atención de su roommate tan fácilmente.

Todo parte de un malentendido muy grande y estúpido del que ninguno se enteraba, pero todos sufrían las consecuencias de igual manera.

Seokjin se estacionó en el edificio y subieron todos juntos en el ascensor. Sólo Jungkook y Taehyung tenían una charla casual sobre videojuegos tratando de romper esa tensión desconocida sin saber que está acción solo empeoraba las cosas.

Llegaron hasta su piso y los cuatros chicos se miraron para despedirse brevemente y dirigirse a sus espacios cabizbajos.

Entonces entraron a sus respectivos apartamentos. Seokjin dejo las llaves sobre la mesa y observó a Taehyung preguntándose si realmente necesitaba ayuda por su condición de ebriedad.

Taehyung sintió aquellos ojos cafés escaneadolo y sintió que sus mejillas se encendían aún más de lo que ya estaban por el alcohol ingerido.

“¿Por que me mira, hyung?” preguntó nervioso, jugando un poco con sus dedos. Jin pensó que el menor era de verdad adorable, pero luego negó un poco con la cabeza meditando de verdad  todos los sucesos de aquella noche.

“No te estaba mirando, sólo estaba analizando... ”. Su mirada escaneó la habitación para encontrar el perchero detrás de Taehyung “¡El perchero! Estaba mirando el perchero porque creo que deberíamos hacer algo interesante con él, tal vez comprar uno nuevo o pintar este”.

Seokjin dió un suspiro sintiéndose salvado de un momento incómodo y Taehyung solo lo observó confundido. ¿Por qué su hyung se hallaba meditando sobre percheros a las dos de la mañana?

“Jin-hyung. ¿Podría ayudarme? Me siento un poco mareado”. Se aventuró a pedir mordiendo un poco su labio con nerviosismo. Le parecía una excusa perfectamente razonable en su actual condición. Si se sentia un poco mareado pero sabía que perfectamente podría llegar sin problemas hasta su cuarto, pero no iba a desperdiciar semejante oportunidad.

Seokjin lo miró antes de asentir y dar varios pasos para poder llegar hasta él. Lo observó profundamente antes de tomarlo y cargarlo como si fueran recién casados. De nuevo sintieron ese corrientazo que experimentaban cada vez que sus cuerpos entraban en contacto, curioso y extraño, poco a poco empezaron a acostumbrarse a eso.

Taehyung sintió su rostro quemar pero aún así se maravillo con observar aquellas facciones hermosamente esculpidas desde ese ángulo, se veía tan etéreo, con las luces oscuras y sintiendo su agarre sobre su cuerpo. Quería pasar su lengua por la mandíbula y entretenerse mordiendo aquellos labios regordetes, casi podía sentido en su boca, se paso la lengua remojando sus labios.

Seokjin se quedó un poco anonadado sin poder ser ajeno a la mirada profunda que le estaba dando aquel chico y que lo estaba poniendo nervioso. Caminó con él hasta su habitación, agradeciendo los días pasados con Jungkook en el gimnasio ya que realmente no sentía demasiado esfuerzo físico. Si podía cargarlo así, entonces también podría cargarlo en otras condiciones y posiciones, su cuerpo se sentía extrañamente perfecto en sus brazos. Un momento, ¿En qué estaba pensando? Sacudió la cabeza tratando de alejar aquellos pensamientos extraños y finalmente ingresó a la recámara del menor para dejarlo con suavidad sobre la cama.

Taehyung lo miraba con sus ojitos bien abiertos, expectantes y un poco deseosos.

“Hyung, ¿Podría ayudarme a cambiarme?” pidió con una voz que pretendía ser inocente y un pequeño puchero.

Seokjin lo miró sumamente sorprendido, sintiendo su corazón encogerse por la carita adorable de perrito triste que estaba haciendo el chico y accedió a su pedido. 'Vaya que eres débil, Kim Seokjin.' se reprochó en su cabeza.

Sacó una pijama de seda de aquel personaje de corazón que le gustaba a su roomie y se dirigió hacia el para ayudarlo con la tarea.

Ambos estaban nerviosos. Seokjin se sentó sobre la cama y Taehyung alzó los brazos esperando que lo ayudará a quitarse la camiseta. Seokjin sintió sus mejillas arder un poco, ambos suspiraron cuando mientras el mayor trataba de tomar la camiseta había tocado sin querer la piel cálida del menor, enviando aquel corrientazo está vez más fuerte. Se concentró en su tarea y se deshizo de la prenda. Su respiración se entrecortó un poco al observar el adorable abdomen de Taehyung, cubierto por aquella piel morena y con un par de lunares aquí y allá, su corazón latía con fuerza y de verdad pensó que el menor era hermoso.

”Hyung...” la voz del chico que se moría de los nervios por la mirada del contrario lo sacó de sus pensamientos y con cuidado le colocó la parte superior de la pijama. Abrocho cada botón, uno por uno y lo miró complacido al ver su labor hecha. Luego su vista pasó al pantalón que aún debía ponerle y pensó que estaba perdido.

Tomó el pantalón en sus manos y suspiro para darse valor de seguir con aquella tarea. Lo dejo de lado y observó a Taehyung a los ojos antes de dirigir sus manos a la entrepierna, para poder desabrochar el pantalón.

Con sus dedos temblando por el nerviosismo de aquella escena, sus manos desabotonaron el jean del menor y luego con lentitud bajó la cremallera. El menor sólo miró aquellas manos sobre su entrepierna mientras trataba al igual que el mayor, pensar en cosas feas. Supo que no había dado resultado cuando soltó un pequeño gemido al sentir el roce de la mano de su hyung sobre sus calzoncillos. Realmente espero que el mayor no lo hubiera escuchado.

Claro que lo había escuchado, Seokjin se sintió al borde de un ataque cardíaco por el sonido que el menor había dejado salir de sus dulces labios. Se sintió totalmente ido, 'salvame señor Jesus', pidió internamente a pesar de que no siquiera era religioso.

Se deshizo del pantalón tratando de no concentrarse mucho en el hecho de que estaba desvistiendo a Taehyung, ni de pensar en sus torneadas piernas tan perfectas para agarrar y mordisquear, ni de lo lindas que se verían envueltas alrededor de su cintura. Vaya.

Logró colocarle el pantalón finalmente aunque expresión sexy de Taehyung no le daba ninguna tregua. Le deseo buenas noches deseando irse para poder tratar de tranquilizarse pero antes de poder realizar cualquier movimiento, Taehyung se había acercado hasta el y murmurando un ligero "gracias" con su voz grave, antes de dejar un beso suave sobre su mejilla y sonreírle, de nuevo provocando en ambos aquel corrientazo que está vez pareció tener un efecto directo en sus órganos vitales.

Oh Dios. De verdad estaban perdidos.

My Roommate ✘ k.th + k.sjМесто, где живут истории. Откройте их для себя