My Roommate ✘ k.th + k.sj

CUARENTA Y SEIS

A primera hora de la mañana, Jimin ayudaba a Taehyung sentado en la camilla a vestirse con cuidado de no lastimarlo más, mientras se preparaba para salir del hospital. Sus movimientos eran cuidadosos, porque había quedado muy maltrecho, con hematomas escandalosos cubriendo toda su piel, y se sentía como si lo hubieran atropellado.

— De verdad que me dan ganas de llorar, Taetae, verte así es doloroso. — comentó Jimin con un puchero apuntando los botones de su camisa.

— Te juro que me duele más a mí que a ti. — bromeó el castaño, ganándose un golpe en la frente. — ¡Auch! ¿No ves que estoy convaleciente?

— Estás idiota, te sacaron neuronas con los golpes. — pausó unos segundos. — Mentira, esas neuronas no estaban ahí en primer lugar.

— ¡Yah, Jiminah! ¿De verdad eres mi amigo? — se quejó ofendido, ganando una rodada de ojos del contrario.

— No soy tu amigo, soy tu alma gemela y eso me da privilegios. — bufó bajito y luego sacó una peinilla para peinar los cabellos de Taehyung. — Me amas, así que no puedes estar enojado conmigo.

— Pero si puedo pelear contigo. — hizó una pose de “karate”.

— ¿Si sabes que a veces Jungkook me enseña algo de taekwondo verdad? No podrías conmigo. Menos así, pareces un mapache atropellado. — se burló.

— Injusto, es casi como que le pidieras a Jungkook que me diera una paliza.

— Tal vez debería hacer justo eso, para poder entender exactamente porqué dijiste que te robaron cuando veo claramente que todas tus pertenencias están aquí. — tomó la canasta con las cosas del hospital de Taehyung.

— No me robaron, me intentaron robar, que es diferente. — volvió sus labios una línea y comenzó a jugar con sus dedos.

— Te dieron una paliza por no dejarte robar, te dejaron inconsciente en el piso.... Si ya se habían tomado esa molestia de molerte a golpes, esa era la oportunidad perfecta de llevarse las cosas. — enarcó una ceja.

— No sé, a lo mejor se arrepintieron cuando vieron que no tenía muchas cosas de valor. — se excusó.

— El vecindario por el que andabas tiene una tasa de crimen muy baja. — se cruzó de brazos terminando de peinarlo.

— Entonces no tengo muy buena suerte, ¿Verdad? — respondió con rapidez.

— Basta, Taehyung. No soy idiota y tu novio tampoco lo es. No te haces una idea del estrés que nos has hecho pasar y lo mínimo que espero en estos momentos, es que nos digas la verdad, al menos a mí... ¿Eso es mucho pedir? — le suplicó con sinceridad.

Su mirada se sintió como un puño en el estómago y vaya que Taehyung tenía experiencia con la sensación, literalmente. En ocasiones como esta era cuando la culpa lo consumía, el arrepentimiento lo acompañaba a cada paso que daba en su vida, sobretodo cuando el pasado reaparecía a joderlo todo. Intentarse desligarse era un impulso natural cuando se tiene vergüenza de lo que se fué, sin embargo, ¿Se puede huir verdaderamente del pasado?

Dejó que el tiempo pasara e incluso de mudó de ciudad, pero de alguna forma volvía a encontrarlo, manchar su presente y a la persona que era ahora. Observó a Jimin, meditando si contarle toda la verdad haría que esa mirada de preocupación y cariño que le daba fuera diferente y con toda la objetividad que podía, se inclinaba a creer que el amor de Jimin no cambiaría aunque lo supiera. ¿Pero valía la pena arreglarse?

— Jimin... Entre menos sepas lo que sucedió es mejor... Puede ser peligroso. — comentó en voz bajita, sin perder de vista cómo su amigo perdió algo de color en el rostro.