Capítulo 8: Con dos a la vez Pt.2

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—Entra tu también, los quiero a los dos— soltó Wei Ying 

Así el Wen que estaba a las espaldas de Wei Ying obedeció a las ordenes de su querida esposa, como no obedecerle si le miraba con esa cara de placer, con sus ojos llorosos que estaban nublados por la lujuria, como negarle algo al amor de su vida, así que posicionó su miembro en su entrada. 

—A-Ying entraré en ti— advirtió. 

Para luego preparar su pene para entrar en esa estrecha cavidad que se encontraba ya siendo invadido por el otro. 

Joder...

—A-Ying.

Gemían ambos líderes, ante la presión de ese duro miembro haciendo espacio para entrar, les hizo soltar gruñidos y maldiciones, era jodidamente apretado, pero era como tocar el cielo, se sentía malditamente bien para los tres. 

—¡Lento! aahhh si si despacio así, aahh— gemia incontrolablemente el menor, al sentir esos dos grandes monstruosidades entrar en su interior.

No fue muy difícil, debido a la preparación previa y su abundante humedad se les hizo fácil entrar ambos en el. 

—¿Cariño estás bien?— preguntó el Wen  

A lo que Wei Ying solo pudo asentir, ya que no encontraba ninguna palabra para poder pronunciarla, debido a las fuertes sensaciones que se sentía en su cuerpo. Sentía que se venía tan pronto como Ruohan entró en él también, ambos pilares tocaban todo dentro de él, su vientre se miraba ligeramente abultado.

Era increíble solo tener su duro pilar dentro de el, pero tener a dos de ellos era jodidamente increíble, tanto que le hacia perder por completo la capacidad del habla. Pensaba que con solo eso era suficiente, pero no imaginaba que se podría sentir mejor... pero que equivocado estaba.

Ambos Wen manteniendo sujetado a su esposa, se movieron al mismo tiempo.

Ahhh

Dentro de ese cálido lugar, tras el pequeño movimiento de penetracion, Wei Ying los apretó ambos, estremeciéndose ante tal gloriosa sensación carnal... sus pieles quemaban... los tres jadeaban por las diferentes sensaciones que tenían.

Ambos Wen quedaron atrapados en el interior con un poderoso apretón de su señora, pero era demasiado control que necesitaban para no moverse, control... que ambos no tenían. Comenzaron a moverse lentamente, dando cortas estocadas. 

Siii así, A-Rou.

Soltaba en repetidas ocasiones, en dulces y apenas audibles gemidos de la boca de Wei Ying

Las embestidas aumentaban, ambos se estaban moviendo con la misma fuerza y tiempo. A medida que aumentaban las embestidas Wei Ying habia enroscado con sus largas y hermosas piernas la cintura del  Ruohan que tenía frente a él para no caerse, arqueo su cuerpo hacia atrás logrando recargarse en el pecho de el otro que le envestía desde atrás.

—¡Me vengó!— Grito Wei Ying cuándo sentía su cuerpo quemar, ante el orgasmo que iba a tener, apretó fuertemente las piernas que tenía al rededor del Wen, y se corrió con fuerza, manchando su pecho, se desplomó dejando su cuerpo con pequeñas convulsiones debido a su climax.
Pero los Wen no se detuvieron ahí, continuaron sus bestiales penetraciones a su esposa, uno llenaba de besos todo su cuello y jugaba con sus pechos que ahora estaban rosados y más que sensibles. El otro apretaba esos jugosos glúteos, dando de vez en cuando unas nalgadas, para luego proceder a apretar esos dos montículos de carne de el redondo y perfecto trasero de su señora, separando sus nalgas y apretando fuertemente algunas veces.
Ese precioso trasero que rebotaba con cada estocada ejercida por esas dos bestias que estaban enterrándose cada vez más rápido en su interior.

El sol de QishanWen☀️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora