Capítulo 31: Una naranja

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El se arrepentía, por su puesto que lo hacia ¡Había seducido a la bestia! ¡Y la bestia lo había comido entero por horas!

Al despertar sintió como todo su cuerpo dolía. Su vientre incluso estaba un poco hinchado, podía decir que aun estaba lleno de su esposo. Llevo su mano hacia su vientre, acariciándolo sobre la fina tela que cubría su desnudez. Wei Ying reconoció ¡Esa era una túnica de su esposo! Su vestimenta de dormir...

Al intentar sentarse, un dolor le atravesó por todo el cuerpo.

¡Auch!

¡Mi cadera!

Se desplomo en la cama

¿Cama?

Wei Ying finalmente se dio cuenta que una nueva cama estaba en su dormitorio. La forma de esta y lo amplia que era, hizo sentir muy satisfecho a Wei Ying. con ojo critico escaneo la cama en la que se encontraba. Era realmente suave

Aun que amaba estar en esa comodidad y calidez. Su estomago estaba exigiendo comida

Su esposo no estaba por ningún lado.

—Tengo mucha hambre— dijo en lo bajo formando en su rostro un puchero

Con un respiro profundo, trato de levantarse, para inmediato desplomarse en su cama

¡Dioses!

¡Duele!

¡Mi espalda!

—¡Wen Ruohan! Fuiste tan fuerte. Cuando te vea te mostrare quien es tu Madame Wen— dijo con enfado sintiendo como la vena de su frente estaba por estallar

Wei Ying se prometió a si mismo no volver a seducir tanto a su esposo

¡Mi esposo es un depravado!

La línea de pensamientos de Madame Wen fue interrumpida por el sonido de la puerta abrirse. Su esposo apareció con una bandeja de cuencos lleno de comida

El olor de la comida hizo que a Wei Ying se le hiciera agua la boca

—Mi hermoso loto. Buenos días, traje tu comida. Debes tener hambre

Todo el enfado de Wei Ying fue olvidado cuando vio a su esposo traerle comida —¡Mi esposo es tan bueno!

Wen Ruohan dejo la bandeja en la mesa mas cercana, para disponerse a traer a su señora a sus brazos

—Todo para A-Ying

El rostro de este se sonrojo, sintiéndose afortunado —¡A-Ruo! Tengo mucha hambre

Wen Ruohan se rio —Lo se, supuse que estarías hambriento. Es pasada medio día, deje que durmieras todo lo que quisieras. Soy tu esposo, sabía que estarías por despertar. Es deber de este esposo alimentar a su esposa

Tal cual como dijo el Líder, teniendo a su esposa en su regazo lo alimento diligentemente. De los diversos platos que había traído, la comida fue bajando a medida que Wei Ying saciaba su hambre

—¿Deseas que pida más comida?

Wei Ying pareció pensarlo, pero termino negando con su cabeza.

Wen Ruohan pudo ver como su esposa negaba con sus mejillas llenas de arroz.

¡Es demasiado tierno!

¡Esposa no me tientes!

¡Estas usando mi ropa! ¡Y estas sobre mí!

Wen Ruohan trago audiblemente, se lanzo a los labios de su esposa, moviendo su lengua aquí y allá —Tenias un poco de arroz en tus labios esposa— dijo inocentemente —Ya lo limpie por ti

El sol de QishanWen☀️Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz