El sol de QishanWen☀️

Capítulo 11: Una jarra de vinagre ¿O dos?

—Líder Wen— dijo la misteriosa persona detrás de ellos.

Wen Ruohan junto con Wen Chao y Wen Zhuliu voltearon a ver dónde provenía esa voz.
Al reconocerlo rápidamente Wen Zhuliu se puso frente a su Líder, cubriendo al pequeño que se encontraba dormido.

Wen Ruohan solo le observo con su habitual rostro frio sin emociones. Esto hizo tragar en seco A Jiang Wanyin.

—Jiang Wanyin, pensé que se había ido a su secta— sonrió Wen Ruohan.

—¡Tú no puedes negarme a ver a mi hermano! ¡Y si está bajo tu cuidado te demostraré que soy digno de él! Solo deseó ver que se encuentre bien— dijo esto último en tono de súplica.

El Líder Wen solo se quedó un momento en silencio.

—Ven con nosotros— dijo finalmente el Líder mientras se daba la vuelta para comenzar a caminar hacía su secta.

Jiang Cheng le miro confundido —¿Qué?

—No hagas ruido y vamos, es hora de cenar— Dijo casualmente el Líder Wen

—¡Padre pero que dices!— Wen Chao lo miró como si se había vuelto loco.

—A-Chao no grites, lo despertarás— dijo el líder haciendo referencia al pequeño en sus brazos.

Jiang Cheng los seguía lentamente, temiendo que le atacarán ya que iba el solo. Un paso en falso y Yunmeng Jiang se quedaba sin Líder. Jiang Cheng tenía cuidado, pero por más miedo que tuviera, él tenía que ver a Wei Wuxian y corroborar todo lo que tenía en su mente.
De tantos nervios y temor que sentía, ni siquiera había visto el pequeño en los brazos del Líder.

El segundo hijo del Líder Wen lo miraba con desconfianza, Wen Zhuliu solo se mantenía sin ninguna expresión.

Al llegar a la secta y caminar por algunos pasillos, Jiang Cheng no le quedo otra que ignorar las miradas que les daba los discípulos Wen's.
Estaba tenso, sabía que había muchas miradas observando nada paso que daba él.
Habían llegado a un gran salón, hermoso solo en sí, tenía decoraciones muy bonitas sin propasar a la exageración, había muchos detalles rojos.

Vaya... el líder Wen ama el color rojo— pensaba Jiang Cheng

—¿Dónde está mi hermano? Quiero verlo— dijo con insistencia Jiang Cheng.
Wen Chao y Wen Zhuliu solo se quedaron viéndole, negándose a responderle.

Cuando menos lo pensaron Wen Xu entro al salón del comedor y observo la escena y a ese invitado —¿Qué está sucediendo?

—El Líder Jiang vino a visitar a Wei Wuxian— Dijo simplemente el Líder.

Wen Xu solo quedo viéndole, sin creer lo que estaba pasando. Pensó que su padre lo había echado de la secta...
¿Entonces por qué no se fue?
Wen Xu volteó a ver al pequeño dormido en los brazos de su padre, con su miedo saliendo a la luz... que su A-Niang se fuera.

El líder Wen miró directamente a los ojos de Jiang Wanyin y dijo —Aquí, en mis brazos.

Jiang Wanyin lo miro confundido, alternando su vista entre el pequeño y en el Líder Wen.

—¿Qué? ¡Déjate de bromas, quiero ver a mi hermano!— Gritó muy exaltado Jiang Cheng.

Wen Ruohan se acercó a él a paso lento, cuando estuvo lo suficientemente cerca con la voz más siniestra que pudo habló —Sí vuelves a gritar y lo haces llorar por despertarlo, te mataré.

Oh no, Wen Ruohan ya no estaba dispuesto en permitir que lo hagan llorar nuevamente por algún gritón ¡Claro que no!

Verlo llorar desconsoladamente le partía el alma y no quería volver a presenciar que su pequeña esposa llore. Solo hay una forma en que no le molestaba que llorará y era cuando su bella esposa estaba en el éxtasis, mientras que él le embestía profundamente su interior.