El sol de QishanWen☀️

Capítulo 43: La esposa traviesa fue atrapada

Wei Ying le miro con sorpresa en su rostro.

Después de todo este tiempo aun le sorprendía con que tal facilidad su esposo decía ese tipo de cosas con una cara tan seria. En el pasado jamás se hubiera imaginado que el gran Líder con un legado de historias de terror detrás de él, fuera un hombre realmente lujurioso y desvergonzado.

Wen Ruohan actúo sin restricciones, bajando sus manos a cada montículo de carne del trasero de su esposa apretando y amasando a su antojo—No entiendo por qué te sorprende esposa— le dijo en su oído —Sabes muy bien lo que provocan esos ardientes ojos en mí.

Wei Ying actuó alarmado ante las acciones de su esposo. Y se soltó de sus brazos, alejándose a una distancia prudente evitando que las manos de Wen Ruohan continuaran escalando por su cuerpo.

—¡Wen Ruohan!— se quejó —¿Cómo puedes decir esas cosas a plena luz del día?— dijo Wei Ying con las mejillas calientes.

Wen Ruohan con una sonrisa traviesa —Mi amor, ¿Sabes que cada día que pasa, te vuelves aún más hermoso?

Wei Ying se ríe suavemente —Oh, Wen Ruohan, siempre sabes cómo halagarme. Pero, ¿Qué estás tramando esta vez? ¡No caeré tan pronto!

Wen Ruohan se le acerca mientras le mira profundamente —Nada malo, te lo prometo. Solo quiero recordarte cuánto me atraes. Tus ojos, tu sonrisa, todo en ti me hace sentir afortunado

—Bueno, no puedo evitar sentirme afortunado yo también— le responde Wei Ying con las majillas sonrojadas.

Poco a poco las barreras de Wei Ying iban cayendo una a una y Wen Ruohan lo sabia

Wen Ruohan le susurra al oído —¿Sabes qué? Cuando te veo así, tan radiante, me dan ganas de detener el tiempo y pasar cada momento a tu lado...— Wen Ruohan hace una pausa mientras rodea la fina cintura de su amado. Ya que lo tiene seguro entre sus brazos y sabe que su esposa no podrá huir esta vez le dijo con voz gruesa —Wei Ying... esposa, estoy sufriendo... duele— el Líder Wen puso su mejor cara lamentable, para lograr derretir el corazón de su esposa

—Es increíble que crean que el desvergonzado sea yo.

—Quiero estar junto a ti toda la noche. Pero lastimosamente, no podemos, tenemos que ir con nuestros pequeños, y además tenemos que tener cuidado...— Wen Ruohan coloco su mano en el vientre de Wei Ying

—A-Ruo...— el corazón de Wei Ying se calentó, al escuchar de la boca de su esposo decir "Nuestros pequeños" haciendo referencia a Wen Chao y Wen Xu

—Si no estuvieras embarazada, te tomaría para mí, día y noche... te haría verme con esos hermosos ojos mientras devoró cada parte de ti— Wen Ruohan le susurro en el oído de su esposa —Incluso ataría tus extremidades para tenerte por completo a mi merced— el Líder sonrió con suficiencia al ver el furioso sonrojo en el rostro de su esposa y escuchar ese dulce jadeo salir de esos labios.

Wei Ying se dio cuenta que no podía contra su Wen Ruohan. Sintió un escalofrió recorrer por su cuerpo, podía imaginar estar encerrado en sus aposentos con las piernas abiertas solo para recibir a su esposo, para luego ver su vientre hinchado por la semilla de su esposo. Sabía que su esposo seria tan salvaje, que no podría caminar correctamente por un buen tiempo. Aunque fuera así, sabia que no se molestaría, la simple idea de estar a merced de su esposo le hacia vibrar en su interior. Estar encerrado con su esposo, haciendo bebés... mientras este lo tenia atado, sin poder moverse...

Wei Ying se sentía codicioso, pensando en eso. Recordó que en este momento estaba embarazado. Wen Ruohan había hecho un buen trabajo.

Wei Ying pensó en el momento que estaban haciendo al pequeño brote que se formaba. Amorosamente coloco su mano sobre la de su esposo, que descansaba en su vientre. Wei Ying recordaba que el día siguiente sentía como su cadera de deshacía.