Capítulo 29: Amar la casa y su cuervo

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Lo único que se le ocurría en ese momento, lo tenía al alcance de su mano.

Wei Ying sentía como su trasero dejaba escapar la esencia de su esposo.

¡Eso no podía pasar!

Rápidamente Wei Ying metió dos de sus dedos, evitando que la preciosa semilla de su esposo se derramara. En ese momento su cuerpo se estremeció al meter sus dedos en el agujero resbaladizo

Wen Ruohan lo miro encantado, desde su lugar aun dentro del agua, pudo tener un ángulo de la preciosa vista de su esposa. ¡Lo tenia frente a su rostro! ¡Vista más espectacular! Esa acción había provocado algo salvaje al líder.

Podría ver claramente como su esposa tenía un par de dedos en su interior en un tierno intento de obedecer lo que le dijo.

No espero más y salió del agua, no podría resistirse tanto tiempo estar separado de su esposa.

Con pasos pesados llego a donde su señora estaba aún jadeando con un claro rastro de vergüenza en su rostro.

—Esposo— gimió dulcemente

—Esposa— respondió, lentamente se puso de rodillas entre las piernas flexionadas de Wei Ying —Déjame ver que tan bien haz mantenido mi semilla en tú interior— sin preámbulos Wen Ruohan separó las piernas de Wei Ying, para poder ver esa entrada rosada siendo llenada con delgados dedos. Era inevitable... su semilla claramente se había filtrado, aún con el enérgico intento de su esposa, se derramó formando un pequeño charco en el suelo —Lo has derramado esposa— dijo haciendo un sonido de reprobación —No cumpliste con la orden de este esposo— hablo el Líder mirándole fijamente

Wei Ying tembló antes estas palabras

—E-esposo— suplico lastimeramente

—Serás castigado— sentenció el Wen

Wei Ying podría predecir que no podría caminar en algunos días

Esta vez no miraba ni una pizca de compasión en el rostro de su esposo.

—¡A-Ruo!

Wen Ruohan tomo su mano haciendo que sus dedos salgan de su interior. Con un obsceno sonido de húmedad

—¡A-Ruo! ¿Qué haces? ¡Se va derramar aún más!

Al momento que sacó sus dedos, la esencia comenzó a salir incontrolablemente

Wen Ruohan no podía apartar la mirada de ese lugar.

Era una escena que haría enloquecer hasta un cuerdo

—Esposa, esto no es bueno

Wei Ying le miro temerosamente al escuchar estas palabras de su esposo. Sus piernas comenzaron a temblar incontrolablemente al sentir que su esposo estaba acariciando sus piernas.

Wen Ruohan en ese momento quería hacerlo llorar, no podía negarlo ¡Quería hacerlo jadear! ¡Hacerlo gritar su nombre! ¡Llenar por completo su interior!

Wei Ying se dejó engatusar por esas lentas caricias de su esposo, relajando su cuerpo al poco tiempo, cuando menos acordó la mente de este quedo en blanco, cuando un fuerte dolor atravesó su cuerpo

—¡Wen Ruohan! ¡Me mordiste!

El Líder se hizo el de oídos sordos, y siguió besando las largas piernas de su esposa, dando fuertes mordidas donde el quería

—¡AH! ¡N-no hagas eso!— en un débil intento Wei Ying quería huir, comenzó a retorcerse

Wen Ruohan sonrío, nuevamente hundió sus dientes en la piel de jade. Se le hizo difícil seguir marcando a su esposa, ya que se estaba moviendo bastante —¡Compórtate!— rugió

El sol de QishanWen☀️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora