Capítulo 10: Pequeño gran poder

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Estrés.

Eso es lo que sentía Wen Qing, al ver a los discípulos correr con cara de miedo, rápidamente fue a preguntar que habia pasado, esa noche se habia quedado a dormir en la secta porque estaba cansada, como para partir hacia Yiling con Wen Ning. Cuando le informaron el problema, sintió un escalofrió recorrer su espalda.

¡Wei Ying habia desaparecido!

Y no solo eso ¡La furia de Wen Ruohan habia despertado! 

Habían pasado un buen tiempo sin encontrarlo, estaba estresada y muy asustada por ese loto.

—A-Ning ve a buscar a A-Ying, yo iré a tratar de calmar a Wen Ruohan— Mando Wen Qing con el corazón latiendo a mil, con el miedo fluyendo en su piel. Wei Ying se habia convertido en alguien muy querido para ella, le habia salvado la vida ¡Faltara más! aparte de haber ayudado a A-Ning con su inseguridad y su nerviosismo, se convirtió como en otro hermano menor para ella, alguien que prometió proteger de todos, y ahora estaba desaparecido...

Si no encontraban a Wei Ying, Wen Ruohan destrozaría todo. 

Wen Ning rápidamente fue en busca de A-Ying, estaba tan preocupado como su hermana Wen Qing. Wen Ning de pequeño fue un niño tímido y nervioso, por ello nunca le gusto estar entre las multitudes, eso le permitía ser un buen observador y analista. Por ello noto que muchos discípulos fueron en búsqueda al exterior de la secta, así que decidió mejor buscar en el interior de esta por si no hubieran buscado bien dentro de ella. Comenzando por todas las habitaciones,  con las que estaban cerradas con cerrojo busco las llaves y fue abriendo una por una, buscando rápidamente en cada lugar, ya estaba cerca de ser medio día y Wei Ying seria sin aparecer. Busco en la biblioteca, en el almacén donde estaba almacenado el vino de A-Ying, en el comedor y nada...

¡No estaba!

—¡A-Ying!— gritaba insistentemente en cada lugar que recorría en la secta. Se habia acercado a los aposentos del líder. Dudo mucho en entrar porque sabia que a el Líder no le gustaba que extraños entren en ese lugar. Se armo de valor, y entró... no podía permitirse dejar ningún lugar sin buscar. 

Busco en toda la habitación, no habia nada. Solo encontró un desorden de papeles, o talismanes al parecer estaban esparcidos en una pequeña mesa de madera y otros tirados en el piso. Cuando su visión estaba enfocada en los talismanes arrugados esparcidos debajo de la mesa, noto que habia un bulto ropa. 

—Es una túnica de A-Ying— dijo mientras se disponía en recogerla para dejarla doblada antes de salir de los aposentos de los lideres. Pero cuando la tomo, sintió que había un peso en la túnica que no le permitía tomarla.

Que extraño...

En otro lado Wen Qing fallaba colosalmente en calmar a su Líder, desde que llego podía ver claramente la vena en su frente a punto de estallar de la ira, cólera y preocupación que tenia su Líder. Gritaba a cualquiera que veía y parecía que su ira crecía cada que le reportaban que aun no aparecía A-Ying. 

No le habían permitido a Wen Ruohan salir de la secta, ni del salón del trono donde se encontraba, convenciéndole que podría aparecer Wei Ying y si el salía no podría verle, solo por eso se estaba aguantando el no salir. Todos trataban de retenerlo así, pero sabían que no seria por mucho, su líder era muy impaciente, peor aun si se trataba de su esposa, pero sabían que si dejaban que el salía, correría sangre. 

—¡Maldita sea! ¿Qué hago aquí? Debería de estar buscando a A-Ying— gritaba el Líder Wen mientras pasaba de un lado hacia el otro. Parecía una fiera enjaulada, a punto de atacar a quien se acercase —A-Ying no aparece ¿Dónde está? Wen Qing... ¿Y si algo le paso?

El sol de QishanWen☀️Where stories live. Discover now