Capítulo 36: Hambriento

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Después de tantas festividades y tantas personas tomando la atención de su esposo llevándolo lejos de su lado, Madame Wen no soportaba más, había mantenido a su esposo solo para el ese día.

No tenia nada de malo secuestrar al Líder de secta por ese día.

Era un privilegio que el título de Madame Wen le podía conceder y nadie podía detenerle al respecto.

Su esposo estaba encantado por ver tal entusiasmo en su esposa por su puesto.

Mientras el Líder tenía trabajo que hacer en su oficina, Wei Ying lo acompaño encantado. Su esposo al sentarse frente a su escritorio palmeo sus piernas, ofreciéndoselas a su esposa para que se sentara.

Wei Ying había sido engatusado por la sonrisa amigable de su marido. Inocentemente había tomado lugar en las piernas de este.

Mientras el Líder tomaba las cartas que su esposa le ofrecía este leía en silencio, mientras Wei Ying refrescaba las barras de tinta para que estuviera listo cuando sea que su esposo necesitara.

Muchas cartas se habían acumulado en estos días. Con la ayuda de su amada esposa el Líder había completado la mayoría. Sin embargo, pronto el Líder se aburrió. Mientras sostenía con una mano el pedazo del papel, con su mano libre comenzó a juguetear con la túnica de su esposa. Wei Ying le dejo hacerlo

Lo que este no esperaba era que su esposo se pasara de travieso, subiendo sus túnicas para meter su mano entre ellas y tocar sus piernas sobre el pantalón.

—¿Qué estás haciendo?— sin embargo, la pregunta de Madame Wen no fue contestada

Wei Ying no supo cuando fue que su esposo le había quitado su parte inferior para manosearle su cereza. Su cuerpo era débil con su esposo. Muy pronto su cereza comenzó a lubricarse.

Habían pasado días desde la última vez que ese lugar fue tocado. Todo ese deseo que Wei Ying había reprimido ahora se estaba desbordando. Su cuerpo estaba ardiendo, ese día sentía su piel especialmente sensible. El calor de su vientre a lo largo del día solo se había incrementado.

Abrió sus piernas dejando que su esposo tocara lo que quisiera.

Sentía los dedos de su esposo tocando a tientas toda su piel hasta llegar a ese lugar...

Solo podía suspirar en silencio

—Mi señora, estas tan húmedo, todo dentro de ti está caliente y te estas estremeciendo ¿Acaso mi señora me extraño aquí?

Al no recibir respuesta ambos dedos del Líder fueron introducidos con un ritmo bastante acelerado haciendo soltar un grito a Wei Ying

Wei Ying trato de encontrar su voz nuevamente —Te extrañe— podría sentir como su cuerpo estaba derritiéndose de calor, recibiendo con amor esos espasmos en su cuerpo

—Abajo tuyo es una vista espectacular, estas tan húmedo ¿Puedes escuchar eso? Tu agujero está haciendo un sonido bastante obsceno. Mi pene se ha puesto muy duro ¿Puedes sentirlo en tu trasero?

—Estoy muy duro por ti esposa.

Wei Ying con la cara caliente, movía su cadera provocando a su esposo —Esposo, m-más rápido ¡Ahg! ¡Quiero...quiero más! ¡Mi señor!

Wen Ruohan sonrió.

Si su esposa le pedía más, el por supuesto se lo daría. Todo que le pida su esposa son órdenes para él.

Sus dedos se curvaban cada vez que entraban intentando tocar ese punto dulce, golpearlo en cada estocada que realizaba con sus dedos

Los fluidos naturales estaban humedeciendo las manos del Líder. Había tanta humedad que alcanzo a mojar las túnicas de este.

El sol de QishanWen☀️Where stories live. Discover now