Capítulo 11: Agustín

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Después de lo que había pasado en casa, no pude ir al colegio, no tenía fuerzas de levantarme. Tenía un dolor en el pecho que no sanaría de la noche a la mañana. Comencé a fumar y a tomar para escapar de la realidad, escuchaba todo el día música, pero una en especial "Paralyzed". Una canción que me describe a la perfección en estos momentos.

Pasaron dos semanas, el director junto con dos profes fue a casa, para saber que estaba pasando, mi padre les dijo que estaba enfermo y que pronto regresaría al colegio. A la tercera semana me levanté temprano y fui directamente a comprar cigarros, me senté en una banca y saqué uno para empezar a fumar, después me arme de valor y fui al colegio.

No tenía mucho ánimo de ir, tampoco quería que la gente me hiciera preguntas de ¿Por qué faltaste tanto? ¿Estaba bien o no? ¿Por qué no avisé que iba a faltar? Y entre otras preguntas más. Eso era lo que más odiaba de las personas, el ser tan metidas en la vida del otro, así que solo me limité a escuchar a la gente.

El día fue tranquilo, sin embargo, al finalizar la jornada fui a mi casillero para sacar algunos libros, cuando estaba a punto de caminar por el pasillo del colegio, tropecé con alguien. Era ella. Era la chica de pelo azul, ya se había vuelto una costumbre tropezar con ella.

Cuando la vi mis pensamientos se nublaron, no sé porque, pero ella tenía el don de hacerme olvidar los días malos que tenía, aunque cuando me encontraba frente a ella lo único que podía hacer era tratarla mal, como lo hice desde el primer día que la conocí.

—¡Fíjate idiota!—fruncí mi ceño.

—Perdón—bajó su cabeza avergonzada.

Me impresionó lo que acababa de decir, era la primera vez que se disculpaba y eso me hizo sentir mal, pero en ese momento solo quería irme y no verla más, así que, solo la miré, giré para irme, sin embargo, ella tomo de mi muñeca y me preguntó sobre mi ausencia en el colegio. No podía decirle la verdad, no quería que nadie se enterara de mis problemas.

—Eso a ti no te importa—mi voz era firme.

Ella me miró y trato de decirme algo, pero no la deje hablar y por el bien de ella, traté de alejarla de mí, alejarla de la persona que soy, también porque no era la chica con la cual me llevaba bien, así que, mantener distancia entre nosotros para protegerla era lo mejor que podía hacer.

—Hagamos como...que nunca nos conocimos, como si no existiéramos el uno para el otro. Yo no te miro, ni te molesto y tus haces lo mismo ¿okay?—Me fui antes de que me pudiera responder.

Sentía dolor por lo queacababa de hacer, sabía que necesitaba de ella para olvidarme por un momento demis problemas, pero ya es tarde y espero que ella lo comprenda.

Te amaré más allá de las estrellasOnde histórias criam vida. Descubra agora