Te amaré más allá de las estrellas

Capituló 35: María

Agustín tocó la bocina y salí de casa junto a Antonio, los dos llevábamos una polera de color negro, sin embargo, la mía tenía algo escrito: "your smile is my drug". El castaño iba lo más simple posible, estaba tan hermoso, con sus ojos verdes con azul. Su cabello castaño, sus labios pequeños, pero deliciosos.

—Hola cariño-—saludé, entrando al auto.

—Hola—respondió dándome un beso.

—Por favor, no cojan frente mío—Antonio dijo riendo.

Agustín miró al chico arqueando una ceja. Puso en marcha el auto y nos dirigimos al concierto. Cuando el castaño se estacionó,  ya estaba empezando a llegar gente,  dijo hay que correr a la fila para poder alcanzar un mejor puesto.

—Mierda—se quejó Antonio—¿Que hacen ellos acá? —preguntó.

Con Agustín miramos en dirección a sus ojos y vimos de lejos como caminaban los Morrison junto a dos personas más.

—No lo sé, pero no me importa—respondí.

Pasaron al lado de nosotros y se nos quedaron viendo de mala manera, a su lado había un hombre y una mujer, eran muy guapos, sin embargo, no le presté mucha atención. La fila iba avanzando rápido. La gente se amontonaba y pude apreciar a dos personas peleando en la esquina del concierto. Me dio una mala impresión la situación, los dos chicos se gritaban entre sí. Era nuestro turno para entrar, así que mostramos nuestras entradas y pasamos.

—Debemos volver a correr, debemos agarrar el mejor lugar posible—habló Antonio.

Ya eran las cinco y diez minutos de la tarde, el show ya estaba por empezar, la gente gritaba con desesperación. Apagaron las luces y escuché como la gente gritó tan fuerte,  que sentí mi cabeza estallar. Se escuchaba como sonaba una pequeña introducción de la música. Miré a Agustín emocionada, cogí su mano y la entrelacé con la mía, luego miré a Antonio y le sonreí con ternura.

Los chicos salieron al escenario, la gente gritó emocionada, comenzaron a tocar su primera canción: Smells like teen spirit. Canté con fuerza la canción mientras el castaño también cantaba junto al ritmo de la canción. Él chico estaba detrás de mí y sentí como sus manos rodearon mi cintura, me atrajo hacia él y comenzamos a bailar.

Dieron las siete de la tarde, le tocaba cantar a Coldplay. Miré a mí alrededor y vi el lugar estaba completamente lleno, por suerte nosotros estábamos en la tercera fila.

—¿Como la estás pasando Mari?—el pelinegro preguntó.

—Excelente, de verdad gracias—miré a los dos chicos—. Son los mejores—me acerqué para abrazarlos.

Comenzaron a cantar y nos separamos, miramos como la banda salía del costado del escenario. Iniciaron con Yellow, una de las canciones que me encantaba bastante.

—Look at the stars, look how they shine for you—el castaño cantaba mientras me miraba fijamente.

—Oh yeah, your skin and bones, turn into something beautiful, you know, ¡you know I love you so!—canté junto con él.

La gente cantaba y bailaba. Antonio bailó con una chica que acababa de conocer, no sabíamos quién era, sin embargo, no pareció impórtale, desvié mi mirada y la dirigí hacia el castaño que se encontraba cantando a todo pulmón, sonreí al verlo tan feliz, tan relajado.

Inmediatamente arrancó otra canción. Agustín y yo nos miramos al instante.

—Nuestra canción querida—tomó mi mano.

—Si amor—me acerqué a él.

Era la primera vez que lo llamaba de tal manera, era un sobrenombre tan fuerte y siempre me limité a usarlo por miedo a su expresión, sin embargo, vi cómo se le formaba una pequeña sonrisa, sus mejillas estaban rojas y sus manos temblaron. Es tan dulce cuando está avergonzado.

Llevé mis brazos hacia su cuello para abrazarlo, él llevo sus manos a mi cintura y comenzamos a bailar lentamente.

—My heart is yours, It's you that I hold on to—Agustín cantaba mientras me miraba.

—Desde que te conocí has sido mi ancla para seguir en esta vida—dije acercándome a su oído.

—Y yo desde que te conocí ya no me han dado ganas de querer morir.

Vi es sus ojos un brillo tan hermoso y único. Solo deseé que esta noche nunca se acabara.