Capítulo 42: Agustín

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La noche estaba fría. Mis manos estaban temblando por el frío. El lago seguía igual de perfecto, pero no se veía ninguna estrella en la noche, todo estaba oscuro.

Recordé a la chica en el lago, cuando nos encontrábamos completamente desnudos, sentía como su aroma estaba presente y todavía percibía su piel entre mis dedos, su cuerpo junto al mío, abrazado y amandonos.

Limpié las lágrimas que corrían por mis mejillas. Estaba sentado a la orilla del lago. Ahí solo esperando ver a María, pero no estaba. Saqué de mi bolsillo la carta que había escrito María para mí.

Sabía que me  iba a doler. Cada una de sus palabras escritas iba a ser una puñalada en el corazón, pero me armé de valor y la abrí.

"Agustín:
Sé que esto te parecerá la cosa más cursi que  haya hecho en estos tiempos, pero también sé que te encantan los gestos pequeños, porque así eres tú, tan sencillo y perfecto. No eres uno de esos chicos que disfrutan salir a fiestas o que le encanta ir a una cena en un restaurante muy caro. A ti te gusta lo simple y hermoso, y supuse que esto era lo correcto.

Espero que después de que leas esto, vayas a mi casa y me pidas que nos casemos y que nos vayamos lejos de este pueblo ¿De acuerdo?
Sé que solo somos unos adolescentes para decir que eres el gran amor de mi vida, pero sé que te amo y lo haré por siempre, solo quiero que lo recuerdes siempre y no importa si más adelante la vida nos separa, sea cual sea la situación siempre estaré recordándote y amándote más allá de las estrellas y  mucho más allá de la muerte.

Mierda. En este preciso momento estoy llorando por lo feliz que me siento al estar  a tu lado y sí, soy una tarada, una idiota, sin embargo, soy la idiota más feliz del mundo. Llegaste en el momento preciso a mi vida, llegaste cuando ya no sabía quién era en realidad, pero estando a tu lado pude encontrarme nuevamente.

Sé que no te consideras la mejor persona en el mundo y que la gente tiene un mal concepto de ti, pero sé que lograras verlo algún día, sé que un día te sentirás orgulloso de ti mismo porque a pesar de todas las cosas malas en tu vida, decidiste seguir adelante con ella.

Se vos mismo Agustín, y no lo hagas por los demás, hazlo por ti, por sentirte feliz contigo mismo. Yo seré feliz viéndote feliz, aunque suene muy cursi esto, pero tu felicidad es la mía y si caes yo caigo contigo, sin embargo, para ayudar a levantarte, también para ayudarte a encontrar la luz en tu camino y si no tendrás que hacerlo tú mismo porque uno nunca sabe lo que llegue a pasar más adelante, pero no pensemos lo peor y disfrutemos lo increíble que estamos pasando en estos momentos mi pequeño idiota (de manera tierna).

Una vez leí en un libro que decía: "La droga más fuerte de un ser humano es otro ser humano" y creo que tenía razón, pero más que droga diría una Adicción (en el buen sentido) y si, nos puede llevar a la mierda, porque por más que nos alejemos más necesitamos a esa persona en nuestras vidas, eso es lo que me pasó contigo. Necesitaba verte y hablarte, incluso si era con insultos.

¿Te digo algo loco? A mi padre le hubiera encantado conocerte.

Quiero que sepas que el día que te conocí, fue uno de los peores, lleno de insultos, pero a medida que pasaron los días te volviste una pequeña adicción. Cada día que entraba al colegio miraba a mí alrededor para ver si estabas en alguna parte mirándome, necesitaba ver tu hermoso rostro.
¿Te pasaba lo mismo? Espero que sí.

Sabía que me había enamorado completamente ese día en tu cuarto, cuando estaba completamente destrozada y borracha. ¿Linda forma de darme cuenta eh? Había caído a tus pies, para ser más exacta.

Yo te cielo mi amor.

Que loco como la gente dice que del odio al amor existe un solo paso ¿no? Porque a mí me parece que existe más que solo uno. El odio nos ciega de lo que sentimos y si, confundimos mucho los sentimientos y pueden pasar miles de obstáculos, pero por fin uno puede admitir lo que siente por el otro, no obstante, no creo que solo exista un paso, sino que existe un camino y uno largo donde pasan miles de cosas, pero al final encuentras a esa persona y es el amor de tu vida, tu alma gemela y tú eres eso, Agustín eres mi alma gemela.

¿Te acuerdas la vez que te acercaste a burlarte del porque leía? Resulta que ese mismo libro que cerré con rapidez ese día, es el mismo que te daré junto con esta carta. Quiero que leas el libro, y si, es de romance, pero tiene algo en especial, es un romance trágico. Lo escogí para dártelo, ya que existen muchas palabras que marcan nuestras vidas y me encantaría que las recuerdes por si uno de nosotros dos llega a partir antes, si es de viejitos es mucho mejor.

Recuerda que siempre seremos estrellas tratando de brillar, ya que siempre tratamos de no apagarnos. Nosotros seguimos luchando por iluminarnos en medio de la oscuridad.

Te amo completamente, eso incluye todo lo bueno o malo que traigas en tu vida porque sé que siempre tratas de seguir adelante, aunque las personas traten de hacerte mierda. Siempre quieres luchar, cosa que a mí también me dan ganas de hacerlo y por ti.

Gracias por ser quién eres, gracias por llegar a mi vida y por hacerla cada día mejor, gracias por nunca dejarme sola a pesar de todo. Por eso y mucho más gracias, Amor.

Solo para terminar quiero que me prometas algo ¿sí? No te vayas nunca, quédate, aunque parezca difícil, luchemos con esto y contra todo mi pequeño niño ¿sí? Porque Tú le das tranquilidad y amor a este corazón que está en constante guerra por seguir luchando.

Agustín, yo te cielo, por esto y muchas razones más, estando contigo la vida es mucho más fácil, así que espero que seas feliz a mi lado y sigamos luchando, pero luchando juntos hasta el fin de nuestras vidas.
Amor, cuídate y ten un lindo feliz cumpleaños.
Te cielo de aquí y mucho más allá de las estrellas.

Con todo mi amor,
María Ramos López".

Las lágrimas caían por mis heladas mejillas, mi respiración estaba entrecortada, sentía como mi pecho se quemaba por dentro, esta carta dolía más que los golpes de mi padre. Eran un cuchillo que se me clavaba en mi pequeña alma, de una manera lenta y dolorosa.

Miré una y otra vez la carta, las letras de ella y sus oraciones eran perfectas. Miré el cielo y vi una estrella que iluminaba fuertemente, era solo una contra todo el cielo oscuro y fue ahí cuando recordé que ella siempre quiso salir adelante, no quería rendirse, así que debía cumplir lo que ella no pudo, debía cumplir con lo que ella me había pedido, ser valiente y seguir adelante, aunque sea solo.

La estrella era una señal de que ella me veía, donde sea que estuviera ella seguía conmigo, y ahí estaba iluminada, por fin ella pudo ser una de esas estrellas que tanto mirábamos brillar. Ella alcanzó a brillar entremedio de todo ese montón de oscuridad del cielo.


—Te cielo—hablé mirando al cielo.

Te amaré más allá de las estrellasWhere stories live. Discover now