Capítulo 14: María

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Tom me vino a buscar a casa a las nueve de la noche para ir a la fiesta que estaba organizando, le dije a mi madre que quizás me quede en la casa de Antonio y ella accedió dejándome ir. Fui con un vestido negro que me hacía resaltar mi silueta, tenía puesto unos botines negros junto con unos accesorios dorados. 

Empezó a llegar la gente, eran las diez de la noche y cada vez se llenaba más y más. Veía como las personas se embriagaban, fumaban y entre otras cosas más. Antonio llegó y fui corriendo a sus brazos para abrazarlo con fuerzas.

—¡Estás fantástica, Marí!— gritó, ya que el sonido de la música estaba fuerte.

—Vos igual—nos soltamos y nos dirigimos hacia la cocina.

—Oye, ¿hoy te quedas en mi casa? Bueno si es que no me quedo borracho por ahí—río.

—Tendré que meterte a la piscina para que despabiles—le dí un golpe suave en su brazo.

Nos quedamos en silencio mirando a la gente que pasaba por delante de nosotros.

—¿Te puedo robar a mi novio por un segundo? —Fernanda, apareció.

—Tranquila, llévatelo y no dejes que tome tanto.

Busqué a Tom por todos lados, pero no tuve suerte. Miré mi celular y ya eran las once de la noche, todo el mundo ya estaba pasado de copas, cada vez llegaban más personas y por un momento creía que la casa iba a explotar de tanta gente. Miré por lo alto de mi hombro para ver si veía a Agustín. No sabía si Tom lo había invitado o si le habían mencionado algo de la fiesta en la casa de los Morrison.

Era la una de la madrugada cuando vi al chico nuevo, se veía tan lindo, se veía perfecto para mi gusto. Tom se acercó antes de que yo pudiera saludar a Agustín.

—Bebé, puedes ponerle hielo por favor—Tom me tendió su vaso.

—Sí, claro—tomé su vaso y coloqué hielo.

—Gracias bebé—me dio un beso y se fue a bailar.

Esperé a que me invitara a bailar con él, pero no lo hizo, solo se fue y me dejó tirada en medio de la cocina. Me fuí a la sala del baile para buscar a Agustín, pero no lo vi, solo me encontré con algunos compañeros de clases y algunos amigos de Tom.

Giré para buscarlo en la piscina, sin embargo, como es de costumbre tropecé con alguien. Miré rápidamente hacia arriba para saber quién era, aunque solo era una chica rubia que no conocía. Su ropa estaba manchada de vodka que le acababa de derramar por el choque. Ella solo hizó un gesto de no tomarle importancia y se fue.

Fui a la piscina aprecié a mi mejor amigo con Fernanda besándose apasionadamente, asi que no quise interrumpir, solo giré sobre mi eje y por fin encontré a Agustín.

Estaba fumando en el patio de la cocina.

—Dicen que fumar hace mal para los pulmones—me acerqué a su lado.

—¿Qué haces Ramos?—me miró.

—Veo como un idiota está arruinando su salud—reí levemente.

No respondió, asi que solo volvi hablar, aunque estaba vez lo hice sin pensar.

—La otra vez vi tu brazo- tartamudeé—¿Te autolesionas?

Me miró indignado y solo arrojó el cigarrillo rápidamente para así tomarme del brazo.

—Eso a ti no te incumbe—su voz fue desagradable.

Perfecto María. La primera vez que tratas de acercarte a él y lo haces de la peor manera.

No me jodas.

Te amaré más allá de las estrellasWhere stories live. Discover now