Capítulo 16: María

142 11 13
                                    

Después de todo lo que pasó el fin de semana no tenía ganas de ir al colegio, además el día lunes era el más pesado de la semana, pero no podía quedarme en casa porque mi madre se daría cuenta de que algo ocultaba.

Mi celular estaba lleno de mensajes de Tom y Antonio. No les había hablado en todo el fin de semana y sabía que hoy me lo iban a reclamar. En cuanto entré al colegio me dirigí a mi casillero. Miré a mi alrededor para buscar a Agustín, pero al parecer todavía no llegaba. Sonó el timbre y me fui rápidamente a clase de economía, pero alguien me gritó de lejos, haciendo que yo me detuviera.

—¡María!

Giré y vi al pelinegro junto a Tom. Traté de que mis pasos fueran más rápidos para llegar al salón antes de que ellos me atraparan, sin embargo, fue en vano porque los chicos ya estaban delante de mí.

—Bebé, ¿Por qué no nos hablaste todo el fin de semana?—Tom tomó mi brazo.

—María Ramos López, espero que tengas una buena explicación—Antonio, habló enojado.

Quería gritarle a Tom, pero no solo a él, sino que también a Antonio, él me había engañado y mi mejor amigo no estaba para ayudarme porque se había ido con Fernanda no sé a dónde.

Tom trato de besarme la mano, pero yo se lo impedí. Estaba tan enojada y triste a la vez. Solo tenía ganas de golpearlo y de hacerle miles de preguntas.

—¿Qué pasa? —Tom soltó mi brazo.

Y pregunta el maldito imbe...

—¿De verdad te da la cara para preguntarme eso Tom?—burlé.

Él me miró confuso.

—¿De qué hablas?—Antonio, preguntó.

—¿De qué hablo?—reí sarcásticamente—. ¡Que éste imbécil anoche se besó con otra mina!—lo apunté con el dedo.

Antonio miró a Tom, su rostro fue confuso. Él tampoco podía creer lo que estaba pasando.

—Bebé, ¿De qué hablas?—se acercó—No estuve con nadie anoche.

—¡No mientas Tom! ¡Me traicionaste! ¡No solo como novio sino como amigo también!—lo empujé.

Él miró a su alrededor, la gente nos miraba mientras nosotros discutíamos.

—María, hablemos de esto después. Estas dando un espectáculo a todo el colegio—susurró.

¿Solo le importa eso?

No me importaba. No me importaba que la gente nos viera. 

—¿Tienes miedo de que todo el mundo se entere de la clase de basura que eres?—enojada—. ¡Eres un miserable!—grité.

—¡Estás loca!—encaró una ceja.

Después de unos minutos mirándome, habló.

—Sí, te engañé—trató de acercarse a mí, pero Antonio lo detuvo.

Lo admitió frente a todos, la gente sorprendida por la actitud de Tom, empezaron hablar en secreto.

¡ERES UNA  ! ¡TOM, COMO PUDISTE¡—golpeé su pecho—. ¡ERES LO PEOR DEL MUNDO, MALDITO! ¡ME DOLIO, MIERDA!—golpeé nuevamente su pecho, pero Antonio me jaló hacia atrás, sin embargo, pude deshacerme de sus jalones. Volví a golpearlo con mas fuerza.

—¡SI TE TRAICIONE PORQUE NO ME DABAS LO QUE NECESITABA, ASI QUE TUVE QUE IR A BUSCARLO EN OTRA PERSONA!—gritó tomándome los brazos.

—¡Ya basta Tom!—Antonio intervino.

Te amaré más allá de las estrellasWhere stories live. Discover now