Todos estaban hablando entre sí. Una chica se me acercó y me preguntó si iría a la fiesta que organizó Tom. Respondí que no me habían invitado, sin embargo, sonó mi celular, era la invitación. Estaba invitado hoy a las nueve de la noche en su casa. No me gustan muchos las fiestas, odiaba ver a la gente bailar una estúpida canción a puros saltos, pero necesitaba despejarme, tenía que disfrutar, aunque sea una vez mi adolescencia.
Sabía que ser adolescente era difícil, nunca imaginé que tanto. Nadie nos da una señal de como enfrentar la vida, como superar el sufrimiento, o ser suficiente para seguir luchando. Nadie nos dijo que seriamos unos chicos llenos de problemas, tristezas y soledad, porque sí, ser adolescente, es ser un pequeño ser de mierda que la sociedad nos hace aun cada vez más jodido.
Gracias maldita sociedad.
Finalizó la jornada de clases y me fui a casa, llamé a Alan para que me acompañara hoy a la fiesta, pero estaba ocupado en un asunto familiar. Papá no llegó a dormir ayer y hoy tampoco creo que lo haga. No sé cómo puedo seguir llamándolo papá, será porque aún lo quiero a pesar de que me trate como una mierda, será porque él nunca me abandonó como esa señora que me tuvo.
Me dirigí a mi habitación para cambiarme de ropa, me puse unos vaqueros de color negro, una polera negra de Nirvana, zapatos blancos y por último un polerón ancho. Saqué plata para comprar una cajetilla de cigarros y me fui, tomé el auto de papá y fui hasta la casa de Tom.
YOU ARE READING
Te amaré más allá de las estrellas
Teen FictionAgustín y María son dos adolescentes que tienen el corazón destrozado, aunque sus vidas conectan en medio del caos. Entre el odio y el deseo intentan de avanzar para darle sentido a sus vidas. ¿Pero, que pasará con ellos? ¿Encontraran la manera de...
