¿Cómo conquistar a un virgen en la primera cita? || L.S

10- Un Nuevo Comienzo

-Harry...- Louis soltó un jadeo cuando sintió como el ojiverde encajaba perfectamente en el interior de su cuerpo.

-Tranquilo, hermoso... tendré cuidado-  Harry interrumpió un cálido beso, para mirar directo a los ojos azules de Louis, y darle algo de tranquilidad.

Louis suspiró y se aferró con fuerzas a la espalda del mayor, sintiendo de pronto como todo parecía dar vueltas a su alrededor. Respiraba con agitación, y es que Harry parecía arrancarle el aire, y también un poco la cordura con cada movimiento.

El ojiazul sabía que no estaba precisamente en un momento adecuado para pensar, ni mucho menos para hacer un análisis completo de lo que estaba ocurriendo entre Harry y él, pero su cabeza no dejaba de formular decenas de ideas.

El menor solo tenía la certeza de lo mucho que Harry le atraía; lo mucho que lo hacía sentir con su simple presencia. Pero realmente no esperaba que fuera mutuo; y mucho menos que el rizado se le declarara con palabras tan lindas y cariñosas.

Se sentía abrumado, pero tan profundamente satisfecho. No podía dejar de pensar que, solo un par de horas atrás él era virgen, y ahora estaba allí, gimiendo y disfrutando de su cuarta follada; delirando en el abismo de placer en el que Harry lo hacía caer, con sus besos, su tacto, y unas profundas embestidas que terminaban por arrancarle fuertes gemidos, y los restos de inocencia que aún conservaba.

-Eres tan jodidamente perfecto, Lou...- Harry murmuró cerca de su oído, disfrutando intensamente de la reacción de Louis, quien parecía retorcerse bajo se cuerpo -No quiero parar nunca de hacerte mío... tan mío-

-Dios, Harry... no puedo, más- Louis gimoteó, mientras enganchaba sus piernas a las caderas del rizado.

Harry se sostuvo sobre sus brazos, para empezar a empujarse con más fuerza, mientras sentía como Louis se tensaba para terminar corriéndose una vez más entre sus dos cuerpos.

El mayor se detuvo al ver a Louis totalmente ruborizado, y clamando por un poco de aire. Besó suavemente su frente, y salió de su cuerpo con toda la delicadeza que le fue posible.

-¿Estás bien?- Harry preguntó mientras se acomodaba tras la espalda de Louis y dejaba pequeños besos sobre uno de sus hombros.

-Creo que morí por unos cuantos segundos, pero ya he vuelto...- Louis respondió sonriendo, pero aún lucía como un completo desastre; y Harry se sentía demasiado complacido de ser él quien lo tuviera en ese estado.

-Tomaré eso como un "bien"...- Harry se abrazó con fuerza a la cintura del menor, y lo acomodó para hacerlo calzar  a la perfección con su cuerpo -Descansa un poco, hermoso...-

Louis asintió, y dejó que el cansancio lo llevara rápidamente a un profundo sueño. Lo último que sintió, fue un suave beso sobre su espalda. Sonrió.

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Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue un hermoso par de ojos verdes. No sabía precisamente cuanto tiempo había dormido, pero sentía que había sido muchísimo.

-Por favor, dime que no estaba roncando...- Louis mencionó algo avergonzado, pero la misma sonrisa con la que se había dormido, continuaba suave en su rostro.

-Suenas como un gatito ronroneando... adorable- Harry también sonreía ampliamente. Una nueva calidez llenando su pecho al ver a Louis despertando alegre junto a él.

Harry estaba encantando y sintiendo tantas cosas nuevas, que ni siquiera tenía tiempo para analizar lo rápido que estaba avanzando con Louis. Era casi algo instintivo, algo que no podía ni deseaba detener. Y sólo esperaba estar dando los pasos correctos, para que el menor no se sintiera agobiado, ni mucho menos asustado.