¿Cómo conquistar a un virgen en la primera cita? || L.S

12- No Tenemos Otra Opción

Ya era de madrugada, y Harry estaba frente a su computadora, sentado solo y a oscuras, en la pequeña mesa de la cocina.

Sin duda no había sido nada fácil llegar a aquel punto. Estaba editando el video que grabó con Louis un par de días atrás; mientras demasiadas ideas y también sentimientos, parecían estar dando batalla en el centro de su ser.

No, no había sido plenamente consciente de sus actos, y ahora podía verlo; Louis tenía razones para sentirse inquieto.

El video no tenía absolutamente nada de lo que él alemán había solicitado, y no importaba cuantos ángulos y tomas pudiera modificar con el sofisticado programa que utilizaba para realizar ediciones; no encontraría mucho más de lo que saltaba a la vista.

Eran solo Louis y él besándose con deseo, con ansias, deshaciéndose en gemidos entre caricias cálidas y delicadas. El castaño jamás mostró el más mínimo indicio de estar sufriendo como quería el cliente; y Harry jamás pareció querer hacer otra cosa que no fuera satisfacerlo y llenar todo su cuerpo de besos y placer.

Muy a su pesar, Harry había tenido que revisar y corregir varias decenas de películas de aquel tipo; y jamás, ni una sola de ellas le había causado la más pequeña emoción, o algo remotamente parecido a lo que estaba sintiendo mientras se observaba tomando a Louis a través de la pantalla.

Era su piel erizada, un calor en el vientre, latidos acelerados, y claro, también una considerable erección en la entrepierna.

Aún así, sentía que había algo diferente en aquella pieza de video. Algo que no suele reflejarse en ninguna otra película de ese tipo; algo que le parecía hermoso. Quizás era Louis gimiendo su nombre por primera vez, o tal vez era poder verse a sí mismo totalmente perdido en el cuerpo del castaño; pero había algo en aquellas imágenes que le parecía digno de admirar, y no de una forma obscena o llena de morbo; sino más bien como un algo que se debe atesorar cuidadosamente.

Y ahora no solo debía esperar a que Schulz se conformara con aquellas escenas. Sino que él también debía intentar conformarse, sabiendo que había alguien más en el mundo disfrutando y excitándose con la imagen de Louis.

-¿Es nuestra película?- La voz suave y algo adormecida de Louis de pronto se escuchó tras la espalda de Harry haciéndolo sobresaltarse.

-Lou, ¿Qué haces despierto a esta hora?- El rizado preguntó intentado disimular lo incómodo de aquella situación.

-Me levanté al baño, y escuché un ruido...- Louis respondió con simpleza, pero también se podía percibir cierto nerviosismo en su voz.

-Bien... si, es nuestra, nuestra película- Harry respondió a la primera pregunta algo inquieto -Estoy trabajando en ella, ediciones y aspectos técnicos...-

-No sabía que eras tú quien hacía esa parte...- Louis agregó con una sonrisa tímida.

-Lo hago solo en algunas ocasiones...- El mayor respondió el gesto mientras
desplazaba suavemente la silla hacia atrás.

-Y... ¿Es-está quedando bien?- Louis preguntó intentado sonar casual. No le resultó.

Harry sonrió de manera insinuante, y carraspeó suavemente. -Está estupenda, ¿Quieres mirar un poco?-

La boca de Louis se abrió sutilmente, pero antes que una palabra pudiera ser enunciada, sintió como Harry tomaba una de sus manos y lo atraía rápidamente hacia su posición. Antes de notarlo estaba sentado sobre el regazo del ojiverde.

-Yo creo que prefiero no mirar...- Louis mucitó con una sonrisa nerviosa cuando sintió como el rostro de Harry se apegaba suavemente al suyo.

-¿Por qué no?. La verdad es que te ves, y te escuchas tan jodidamente bien...- El mayor habló en un murmullo mientras dejaba suaves besos por la garganta del castaño.