¿Cómo conquistar a un virgen en la primera cita? || L.S

14- La Decisión De Harry

-Buenos días, cariño...-

Harry sonrió cuando escuchó la suave voz de Louis susurrarle cerca de su oído, mientras dejaba varios pequeños besos sobre su mejillas.

-Buenos días, hermoso... ¿Cómo has dormido?-  El mayor respondió buscando con sus manos la cintura del castaño para atraerlo más hacia su cuerpo.

-No es como que me hayas dejado dormir mucho la verdad, pero no me quejo...- Louis sonrió, y dejó que su cabeza reposara suavemente sobre el torso cálido del rizado.

-Siento ser tan... cariñoso- Harry soltó una pequeña carcajada -Pero no puedo resistirme cuando te tengo así de cerca-

Había pasado ya más de una semana desde que Louis había aceptado ser novio de Harry; y realmente las cosas no podían ir mejor.

El menor y su hermano habían vuelto a su casa un par de días atrás, y se habían encontrado con una muy grata sorpresa. Harry no había querido remodelar todo el lugar como pensó hacerlo en primera instancia, por miedo a incomodar al castaño; sino más bien, repuso todas las cosas que Louis y Elliot habían perdido en el incómodo incidente, y solo se preocupó de conseguir algunos juguetes extras y un televisor más grande y moderno para su pequeño cuñado.

Pero lo esencial de todo, y el motivo por el cual Louis y su hermano tuvieron que estar tantos días fuera de su casa, era porque Harry se encargó de contratar e instalar algunos servicios de seguridad.

Nuevas cerraduras, puertas y ventanas reforzadas, alarmas de emergencia, cámaras de vigilancia en la entrada, e incluso detectores de humo. Todo lo que creyó necesario para hacer sentir a Louis más seguro.

Pero finalmente todo aquello quedó un poco en el olvido, puesto que Elliot aparentemente ya no quería dejar el departamento de Harry, y cuando lo habían convencido de ir hasta su casa, terminó invitando al ojiverde a quedarse con ellos.

Louis era pura felicidad al ver como rápidamente Harry se había ganado el corazón de su hermano, y se la pasaban jugando y riendo; viendo a Elliot por primera vez tener tanta cercanía con alguien que no fuera él.

Sus miedos iban quedando atrás, y poco a poco la relación con el rizado se tornaba más cercana, y la confianza iba ganando terreno.

Harry por su parte se sentía perdido en una sensación de plenitud que jamás había experimentado, y que por lo demás nunca soñó con tener. Sentir como Louis día a día se acercaba un poco más a él, y comenzaba lentamente a mostrarse más afectuoso y complacido con sus detalles, le generaba una calidez que rebosaba su pecho.

Se hacía cada día un poco más adicto a Louis, a su presencia. No quería dejar de perderse en el azul de sus ojos, de disfrutar de su hermosa sonrisa y llenar su alma de su singular dulzura. Así que se empeñaba en disfrutar de todo momento; llevarlo y recogerlo en su trabajo, acompañarlo a ir por Elliot a la escuela, y luego pasar divertidas y calidas tardes escapando del frío en la casa de alguno de los dos. Y por supuesto, dormir juntos por que obviamente Elliot insistía en que Harry se quedara.

-Iré a preparar el desayuno...- Louis se sentó sobre la cama, y dejó un pequeño beso sobre los labios del ojiverde.

-Yo puedo acompañarte, dame un minuto para vestirme y te alcanzo...-

-No, quédate aquí... hace mucho frío para que te levantes tan pronto- Louis agregó sonriendo, mientras buscaba algo más de ropa para cubrirse.

-Una razón más para acompañarte, no quiero que estés pasando frío solo en la cocina mientras yo sigo en la cama...- Harry frunció levemente el ceño, pero cuando se disponía a levantarse las manos de Louis sobre su pecho se lo impidieron.