44- Por ti

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Louis se despertó a eso de las dos madrugada con una extraña sensación embargando su ser. Le tomó sólo unos cuantos segundos sentir la ausencia de Harry a su costado, y sin tomarse un segundo a pensarlo, se puso de pie para ir en su búsqueda.

Esa situación había sido repetitiva durante las últimas noches; Louis despertaba y Harry no estaba en la cama junto a él. Lo encontraba sentado en la sala, bebiendo un vaso de whisky, en absoluto silencio, y al encontrarse con los ojos curiosos y tristes de Louis, seguía manteniendo la misma actitud fría y distante que lo acompañaba durante todo el día.

Louis se sentía triste, él quería saber que estaba ocurriendo en la mente de su novio, se ofrecía a acompañarlo, e incluso permanecía en silencio por algún tiempo, conteniendo todas aquellas preguntas y palabras que rondaban su cabeza. Pero Harry simplemente se mantenía en silencio y con la mirada perdida hasta acabar con su vaso, para luego decir, "vamos a la cama, cariño'.

El castaño nunca había percibido a Harry así, y le resultaba demasiado doloroso. No podía imaginar lo dañado que el mayor debía sentirse para actuar de esa forma, pero también, Louis temía por aquella actitud. La distancia que Harry estaba poniendo entre ambos, a pesar del dolor y los problemas, no era usual, y el ojiazul incluso se veía de pronto analizando la tormentosa posibilidad de que Harry ya no lo quisiera a su lado.

Salió del cuarto y se fue directamente a la sala donde esperaba encontrar a su chico, sin embargo este no estaba allí. Le tomó un par de minutos recorrer todo el departamento y comenzar a sentirse desesperado al no encontrar rastro de Harry.

A la mañana siguiente se llevaría a cabo finalmente la mudanza. Ya todo estaba listo, y Louis no comprendía bajo que circunstancias el ojiverde podría haber desaparecido en plena madrugada.

Pero de pronto, y como un destello de su mente, Louis tuvo una idea. Fue como si su corazón le dijera de forma clara y fuerte donde se encontraba su amor.

Louis abrazó su propio cuerpo cuando la brisa fresca golpeó su rostro y sus brazos desnudos. Había subido a la azotea, la misma donde él y Harry se habían conocido ya largos meses atrás; solo llevaba una sudadera del ojiverde con la cual solía dormir, y solo había alcanzado a ponerse unos pantalones deportivos.

Desde la distancia logró distinguir la figura de Harry, quien estaba sentado exactamente en la misma mesa donde tuvieron su primera reunion juntos, y una bandeja llena de galletas había hecho que el menor quedara encantado, y había dejado a Harry completamente embobado mientras lo observaba comer. El rizado estaba de espaldas, y no se había percatado de la presencia de Louis, quien a paso lento se acercaba junto a él.

-Amor...- Louis mucitó suavemente tras la espalda de Harry, quien no pudo ocultar su sorpresa al oír aquella dulce voz.

-Lou...- El mayor se volteó rápidamente para encontrarse con el rostro preocupado del ojiazul.

-¿Qué ocurre, Hazz?- Louis preguntó directamente, pero su voz salía temblorosa.

Harry estaba nuevamente bebiendo. Una botella de un costoso whisky estaba sobre la mesa, y se podía ver que el rizado ya había bebido al menos la mitad de su contenido. Su mirada estaba roja, y sus ojos vidriosos, y lo que en primera instancia, Louis creyó que era producto de la bebida, muy pronto se mostró como algo completamente diferente cuando notó rodar un par de lágrimas por las mejillas del rizado; Harry estaba llorando.

-Cariño, por favor, dime que está ocurriendo, ¿Por qué lloras?- Louis se acercó lentamente hasta sentarse sobre el regazo de Harry. Sus manos secaron delicadamente las lágrimas, mientras lo observaba con tanto cariño como preocupación. -Amor, sabes que puedes confiar en mi...-

¿Cómo conquistar a un virgen en la primera cita? || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora