Epílogo

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Los días luego de su reencuentro en el hospital no fueron más fáciles. Separar a Louis de los brazos de Harry cada día, se consideraba algo así como una hazaña épica, por parte de sus amigos y enfermeras.

Louis comprendía que además de su cuerpo, el corazón de Harry también se encontraba demasiado magullado, y le tomaría tiempo y muchos cuidados poder sanarlo. Pero el tenía la voluntad, y todas las ganas de ayudarlo.

Tuvieron que pasar cerca de dos semanas para que finalmente la corte emitiera una sentencia definitiva, y Harry quedará absuelto de todos los crímenes que le habían sido inculpados.

Pero Peter no conforme con la resolución, solicitó además una demanda a nombre de su cliente para exigir una indemnización por daños y perjuicios, por todo el tiempo que estuvo injustamente en la cárcel, y el daño físico y psicológico allí provocado. La cual estaba seguro que terminaría ganando.

Louis tuvo que declarar, aún estando internado en el hospital. Fue difícil repetir cada suceso ocurrido desde el día en que fue capturado por los hombres de Desmond Styles, más aún, tener que relatar con detalle el abuso sufrido, y la triste muerte de Arthur, quien hasta ese momento era un desconocido dentro del caso.

El castaño con autorización de su médico, iba cada día a la habitación de Harry, y lo ayudaba a comer, a limpiarse, y también con su rehabilitación. Louis se veía tranquilo, bien y estable, casi contento, pero en la soledad de la noche era cuando los recuerdos y el miedo lo atormentaban, y comenzaba lentamente a sentir las consecuencias y el trauma que lo dejó su secuestro.

Se mantenía firme frente a Harry, pero sabía que ambos necesitarían pasar mucho tiempo en terapia para poder sanar, y aprender a vivir con la oscuridad que ahora era parte de su pasado.

-Nos vamos a casa bonito...- Louis vociferó con una amplia sonrisa la que fue devuelta por Harry, el día que finalmente fue a buscarlo para salir juntos del hospital.

Ambos anhelaban más que nada retomar algo parecido a una vida normal, pero aún les quedaban muchas cosas por hacer en Londres. Reuniones con Peter, trámites legales, y varios controles médicos.

Harry llevaba aún yeso en una de sus muñecas, y necesitaba muletas para desplazarse con mayor seguridad. Louis por su parte, tenía un inmovilizador en su brazo. Salieron del hospital de la mano, ganándose varias miradas curiosas de gente que los veía caminar lentamente a los estacionamientos. Parecía que hubieran estado en el mismo accidente de tránsito.

Niall los recibió en su casa mientras los días en Londres y los trámites se agotaban lentamente. Mientras Louis ayudaba a Harry a vestirse, y a comer; lo peinaba y besaba su torso mientras acomodaba su camisa, y le sonreía dulcemente para decirle: "tan hermoso como siempre".

Harry disfrutaba cada atención, cada toque, cada mirada. Sin embargo, aún sufría de sobremanera cada vez que Louis lo dejaba solo aunque fuera por breves momentos. No lograba controlar su mente, las ideas de Louis siendo llevado una vez más por la fuerza, siendo lastimado y herido, eran tan irracionales como recurrentes.

Pero Louis entendía su miedo, porque también lo sentía aunque pudiera manejarlo de mejor forma, o simplemente ocultarlo con más facilidad.

Desmond fue condenado a cadena perpetua, y pasaría en la parte más oscura de la cárcel el resto de su vida. Había salvado con vida, y ahora sin un colgajo entre las piernas tendría que sufrir día a día por todo el daño causado, hasta que su vida simplemente se agotara.

Erick recibió una condena treinta años, lo que fue bastante inferior a lo que Peter esperaba. El moreno sin embargo no podría optar a ningún tipo de beneficios, ni reducciones de condena, y eso al menos para Louis se sintió suficiente.

¿Cómo conquistar a un virgen en la primera cita? || L.SWhere stories live. Discover now