18- Malas Intenciones

2K 286 82
                                    

Harry abrió los ojos cuando sintió la calidez de unos tibios rayos de sol posarse sobre su rostro. Se encontró de inmediato con el profundo azul de los ojos de Louis, que lo miraban con una entrañable calma.

-¿Cómo te sientes, Hazz?- La suave voz del castaño se dejó oír suave y melódica como de costumbre.

A Harry le tomó largos segundos reaccionar, y poder caer en cuenta la realidad en la que estaba amaneciendo. Por un breve segundo, llegó a pensar que la conversación con Louis no había sido más que un sueño.

Haber podido sacar de su pecho aquella verdad que parecía quemarle las entrañas, y no recibir por parte del ojiazul otra cosa que comprensión; le parecía casi una fantasía. El miedo y la angustia parecían por fin querer darle tregua.

-Creo, que bien...- Harry respondió con voz grave, y algo entrecortada.

Louis sonrió, y dejó una vez más un pequeño beso sobre la nariz del rizado. Y Harry volvió a sonreír; una sonrisa profunda y tan clara como sus sentimientos hacia el castaño.

-Bien, eso me gusta...- Louis acarició suavemente el rostro del ojiverde, mientras contemplaba con algo de nostalgia las marcadas ojeras que le hacían sombra bajo sus ojos. -Iré a preparar el desayuno, y despertaré a Elliot para llevarlo a la escuela...-

Louis dio un último beso, esta vez sobre la frente del rizado, y se dispuso a salir rápidamente de la cama. Sin embargo, antes de lograr ponerse de pie, sintió como Harry lo sostenía de uno de sus antebrazos, impidiéndole alejarse.

-Amor, eh... yo, quiero saber...- El mayor habló con cierto grado de preocupación y nerviosismo. Miró a Louis a los ojos, y sintió como las palabras y la lógica abandonaban su mente por un instante. -Entonces, tú y yo... estamos bien, ¿verdad?-

Louis dejó escapar un suspiro. Responder aquella pregunta parecía ser mucho más complejo de lo que pretendía.

El castaño aún tenía decenas de ideas y preguntas rondando en su cabeza. Pero a pesar de todo, había decidido confiar una vez más en Harry, y en el inmenso y devoto amor que le demostraba cada día.

Luego de terminar su conversación durante la madrugada, fue bastante complicado lograr que el mayor se tranquilizara. Se durmió repitiendo "lo siento" una y otra vez; y Louis solo se dedicó a consolarlo entre caricias y pequeños besos.

Pero para el ojiazul no fue tan sencillo conciliar el sueño. Las imágenes que se creaba en su cabeza en donde veía a su novio sufriendo un terrible dolor y estando físicamente con otra persona, se sentían como una real tortura. Entonces era cuando se daba cuenta, que en aquel torbellino de pensamientos y emociones, no había ni una sola pizca de celos.

Y es que Louis no podía dejar de cuestionarse, ¿Podría considerarse una infidelidad lo que Harry cometió?, cuando estaba más que claro que en aquel encuentro no hubo nada más que un consentimiento de trabajo. Jamás hubo placer, ni siquiera deseo, y por el contrario, aquella experiencia no le había dejado a Harry nada más que remordimiento, dolor y probablemente el inicio de un trauma.

Harry se había dejado maltratar solo con la intención de protegerlo. Y si, al final de cuentas el mayor le había mentido y eso podía parecer no tener ninguna justificación. Pero Louis era consciente que de haberle dicho la verdad, quizás solo se habrían complicado más las cosas.

Louis no habría permitido que Harry grabara por él; nunca. Y de seguro hubiera sugerido que volvieran a grabar juntos de una mejor forma. Pero luego de ver las marcas en el cuerpo del ojiverde, podía comprender que ninguno de los dos hubiera sido capaz de llegar a ese punto, y de cumplir con lo que el asqueroso cliente exigía.

¿Cómo conquistar a un virgen en la primera cita? || L.SWhere stories live. Discover now