capítulo 5

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VIERNES 19 DE ENERO DE 2018.

Ya iba a reunirme con Tayler para entregarle las hojas de vida de los nuevos empleados, sin embargo, me latía que debía ver a Marco.

Frente a la puerta de la oficina de Marco, me pongo a pensar que estoy haciendo ahí parada como una estúpida mirando una puerta.

Me decido a tocar y escucho un 'si, pase' del otro lado.

Abro la puerta con cuidado y me asomo un poco.

— ¿todo en orden? — pregunté ajustándome las gafas.

— Justo te necesitaba — contestó Marco poniéndose de pie. — Ven acá.

Termine de abrir la puerta y entre, cerré y me pare frente al escritorio de Marco.

— No hay una coherencia entre las personas que trabajan aquí y la nómina.

Coloqué una expresión de asombro con preocupación en ese momento.

— ¿cómo dices? — pregunté cruzándome de brazos.

Marco abre una de las carpetas que tiene sobre su escritorio y la gira para que yo pueda visualizarla.

— La cantidad de nóminas pagadas en marzo y abril es mayor a la cantidad de personas que trabajan aquí y tienen un contrato — y señala los apuntes de la carpeta.

Observé con atención, pero no entiendo nada.

— Marco la verdad no entiendo nada de esto, Tayler es quien se encarga de esto con Alexandra. ¿estás seguro?

— Completamente — aseguró Marco.
Sin pensarlo 2 veces tomo el teléfono del escritorio de Marco y escribí la extensión 459.

— Mónica, comunicarme a Tayler.

— ¿qué pasa Andy? — pregunta Tayler al otro lado de la línea.

— Ven a la oficina de Marco ya — y colgué el teléfono.

A los pocos segundos aparece Tayler en la oficina mientras Marco y yo observamos papeles.

— Las finanzas no están equilibradas.

— ¿de qué hablas Andy?

— Según este registro en marzo y abril se pagaron más nominas que la cantidad de contratos legales que hay acá — y le extendí con brusquedad el documento.

— Estas no son las cifras que le pase a Alexa — respondió Tayler confundido luego de fijarse en el documento.

— ¿qué? — pregunté incrédula ante la respuesta de Tayler.

— No, yo pasé las cifras correctas. La revise con Angela en mi despacho la nómina de cada empleado y se las pase a Alexandra.

— Puede que Alexandra haya puesto en la nómina amigos o familiares de ella para pasarles nómina y ellos no trabajen aquí. Suele pasar en empresas donde hay tantas personas a las que hay que pagarles nómina — apuntó Marco en medio de la conversación.

Tayler y yo nos miramos de manera fija y como si las miradas hablaran Tayler toma el teléfono de marcos y marca la extensión 712 que es la extensión del área de cartera.

— Espera bro, no puedes acusarla de buenas a primeras. Tenemos que mirar primero que cuentas son las que no están en las nóminas normales.

— Revisa Marco. — comente seria y cruzada de brazos.

En menos de 1 minuto Marco ingresó al sistema de finanza y verificó las nóminas según el contrato que tenía cada empleado.

— Efectivamente Bro, aquí vemos la cifra asignada por Rosa con 527 empleados en nómina en el mes de agosto y septiembre, contando las bonificaciones, aquí está el documento donde queda constancia que lo verificaste y aparecen estas dos cuentas más dentro de la lista que ya tenía Alexandra las cuales no están dentro de la nómina general.

Tayler y yo nos miramos de nuevo y ahora si marco la extensión de cartera.
Al otro lado contesta una dulce joven llamada Alicia.

— Dígame señor Marco.

— Dígale a Alexandra Hoyos que suba ya mismo a la oficina de Marco — dijo Tayler en un tono sumamente serio. Se podía notar a kilómetros la furia que tenía.

— Como diga — contestó Alicia al otro lado del teléfono.

Tayler colgó y se asomó al ventanal que tenía la oficina de Marco con vista a la ciudad repleta de edificios.

— ¿la vas a despedir aquí? — pregunté con cara de sorpresa.

— No soporto un ladrón más — contestó de manera seca.

Miré a Marco con cara de pánico y vergüenza.

Alexandra tocó la puerta 3 veces y tuve que ser yo la que diera la autorización para que pasara.

Alexandra entró un poco tímida a la oficina de Marco y acomodó su falda.

— Siéntate Ale por favor — le indique con amabilidad, aunque por dentro quería asesinarla. Tanta confianza le teníamos a ella para que saliera con esto.

— Alexandra, hemos visto que hay dos cuentas a las que depositaste dinero y esas cuentas no están dentro de la nómina general. La única respuesta que tenemos a este fraude es que son cuentas fantasmas que tu creaste o agregaste al sistema — informó Tayler en un tono serio y seco.

— ¿yo? ¿Robar? Sería una completa locura señor Tayler — se defendió Alexandra con voz temerosa lo cual delata su mentira.

— Veras Alexandra, aquí en el sistema esta registrado que al momento de tu trasferir el dinero a cada empleado sumaste dos salarios mas a empleados fantasmas. El sistema es claro — apunto Marco enseñándole las cifras en el sistema.

Tayler no se resiste más y se acerca a ella violando la distancia personal de las personas.

— ¡Y encima de todo me mientes! — gritó de tal forma que Marco y yo nos estremecimos.

— Tayler, el tono por favor, esto es una oficina, no un campo militar — apunté seriamente desde el lado del ventanal de la oficina.

— Los documentos que dejo Rosa fueron verificados y aprobados por Tayler y Ángela, tu tenías la labor de pasar esa cifra tal cual la habían pasado ellos, pero al parecer, sumaste dos cuentas bancarias más que no están en la nómina de la empresa. Como directora de recursos humanos, teniendo en cuenta que ya tenías dos llamados de atención no queda otra alternativa que la terminación de contrato por justa causa.

Veo como la expresión de Alexandra se torna en tristeza profunda y observa a Marco de Reojo con cara de pocos amigos.

— Ni se te ocurra culparlo. ¡Recoge tus cosas y te largas! —  exclamó Tayler, que salió de la oficina dando un portazo.

Alexandra salió con los ojos rojos y se nota que después de cerrar la puerta de la oficina de Marco comienza un mar de lágrimas.

— ¿tenía llamados de atención antes?

— preguntó Marco en su silla giratoria.

— Yo ya le había hecho algunos descargos algunos años atrás — respondí suspirando.

— ¡Vaya! Nunca lo pensé de Alexandra, aunque la conocía poco, tiene cara de ser buena muchacha.

— Bueno pues, bien lo dicen: caras vemos, corazones no sabemos.

Marco me miró y yo lo miré, sus hermosos ojos me dejaron anonadada, en verdad era muy pero muy apuesto, cualquiera caería a sus pies.

— Bien, te dejo seguir trabajando y muchas gracias por avisarnos de esto.

Personalmente siendo que eres un aliado para Tayler y para mí — dije saliendo de la oficina de Marco dándole una sonrisa.

Marco también sonrió y asintió con la cabeza — Solo quiero ser mi mejor versión.

11:11 [Terminada]Where stories live. Discover now