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capítulo 24

MARCO.

25 DE DICIMEBRE DE 2018

Ya era 25 de diciembre. Se supone que debo pasar por Andy en su apartamento dentro de diez minutos y nos iremos en mi auto hasta la casa de Tayler.

Decidí colocarme una camisa manga larga negra con un skinny Jean y unos zapatos que quedaban a juego.

Retoqué un poco mi cabello con gomina y envié los últimos correos que debía enviar.
Por suerte en Velavente teníamos vacaciones colectivas, porque es típico que sacas vacaciones y aun así te llaman a preguntarte cosas.

Estaba sentado en el borde de mi cama cuando sonó mi celular que estaba en el nochero del otro lado.
Me tiré en la cama y estiré mi mano para tomarlo y contestar.

— Hola cariño, ¿cómo vas? — preguntó Andy al otro lado de la línea.

— Todo listo amor — contesté volviendo a incorporarme sobre la cama.

— Perfecto, yo también ya estoy lista.

— Ya voy por ti entonces princesa.

— Bueno mi amor, te adoro. — su dulce voz era lo mejor que podía escuchar.

— Yo más mi amor. — y colgamos al mismo tiempo.

En verdad adoro a esta mujer, he llegado a desarrollar un amor por ella inexplicable. La tierra entera se paraliza cuando estamos juntos.

Salí de mi departamento y subí a mi auto. Conducí con toda la tranquilidad
Mientras ligeros copos de nieve caen en el parabrisas.

Me estacionó frente a la puerta del edificio de Andy y entonces la veo: igual de espectacular mente hermosa, elegante y arreglada.

Con un busocon cuello alto de color negro con un jean clásico ajustado, un abrigo también negro en su brazo, unos tacones plateados mate y un bolso pequeño que quedaba a juego.

—  ¿qué tal? — preguntó ella antes de montarse en el auto.

— Tu hasta en pijama te ves hermosa princesa mía — aseguré mirándola de arriba a abajo.

— Que exagerado — comentó ella riéndose y subiendo en el asiento del copiloto.

Tomé su rostro en mis manos y le planté un beso cariñoso en sus labios. — Feliz navidad cariño.

— Feliz navidad — respondió ella con amor.

Llegamos a la casa de Tayler y Andy sujetó mi mano cuando tocamos el timbre.

En ese momento comencé a ponerme nervioso. Cuando todo lo que tienes depende de las acciones de otra persona, temes por todo tu futuro.

Abrió la puerta la señora Julia con una gran sonrisa.

—¡Andrea! — gritó ella eufórica dándole un gran abrazo a mi chica.

— Señora Julia, que gusto volverla a ver — dijo Andy abrazándola también — Él es mi novio, Marco Jensen — me presentó Andy haciendo un gesto con sus manos.

Julia se quedo congelada, como si hubiese visto un fantasma, analizando cada expresión de mi rostro.

— Marco, que gusto conocerte — comenzó a decir Julia — Tayler nos ha contado algunas cosas de ti. Eres muy importante para él.

— Un gusto señora — me limité a decir. Al parecer Julia está haciendo como si no supiera quien soy. Espero que sus hermanas también me hagan ese favor.

— Por favor entren, no se queden ahí en la puerta que está helando — nos invitó la madre de Tayler.

Dentro estaba Verónica con sus padres quienes saludaron amablemente.