capítulo 8.

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MARCO.

El vuelo Nueva York- Toronto aterrizó exactamente a las 11:11 de la mañana.
Eran principios de marzo y sí que estaba comenzando a llegar la primavera, no estaba haciendo tanto frio como en diciembre o enero, pero seguía soplando una brisa fría.
Nos quedamos en la casa de la familia de Gregory por tanta insistencia de Greg en no pagar hotel.

La casa de la familia Adams era realmente hermosa, May y Liam, los padres de Greg adecuaron uno de los cuartos para Andy y para mí.
Ella, como siempre, estaba preciosa. con un abrigo negro largo que la hacía lucir perfecta, única, en verdad que era hermosa.

— Gracias señora Adams por recibirnos en su casa — dijo ella con esa voz encantadora que tiene.

—No tiene nada que agradecer señorita Dawson, dejare que se pongan cómodos. pronto estará la cena — contestó el padre de Greg.

Andy cerró la puerta y echó un vistazo a la habitación.

La casa quedaba en las afueras de la ciudad. Parecía más bien como una casa de campo.

Era echa con troncos de madera de manera horizontal, el concepto rustico lo tenía aplicado hasta en el más mínimo detalle de la casa.

—Me encanta esta vida — apuntó Andy sentándose en una de las camas dobles que había en la habitación.

—¿De tener un trabajo en el que tengas que viajar? — pregunté.

— No, eso no — río como con tristeza — Siempre me ha gustado el campo, aunque pase muy poco tiempo en él.
La mire con extrañeza al saber ese nuevo gusto.

—Bueno en realidad nunca paso en el campo, pero …— comenzó a observar a través de la ventana — Siento que es una vida tan tranquila y pacífica, es el único lugar donde siento que estoy conmigo misma sin nada más al rededor que pueda hacer venir abajo mi felicidad.

Comencé a imaginarme una vida así: en el campo con ella, viéndola sonreír todos los días de su vida y yo poder disfrutar de esa calidad sonrisa cada segundo del día.

Tendríamos caballos y montaríamos en ellos por toda la graja mientras el viento del otoño revolvía nuestros cabellos.

Sería una vida genial, una vida soñada.
—¿Prefieres ciudad o campo? — preguntó ella observando de manera curiosa mientras yo salía de mis alucinaciones.

—Bueno en realidad me gustan ambas. concuerdo en lo que dices de que el campo es tranquilo y te relaja, pero siento que a veces haría falta la ciudad con su ruido matutino del tren o de los autos. soy alguien que no le gusta sentirse solo durante mucho tiempo y le gusta la compañía de la genta, aun así, no la conozca, se siente la vibra humana.

Andy pensaba. como si estuviese analizando lo que acabo de decir.

— Completamente cierto, seria genial tener un departamento en medio de la gran manzana y en las vacaciones pasar en la granja.

Sonreí, todo lo que ella pensara estaría siempre genial para mí.

¡DIOS! En verdad estaba jodidamente enamorado de ella.

Tocaron la puerta y ambos miramos en dirección a ella.

—Si pase — dijo Andy.

La perilla se abrió un poco y se asomó la cabeza de Greg.

— Ya está lista la cena.

—Gracias Greg, bajamos en un momento — contestó ella con amabilidad.

De las mil cosas que amaba de Andy, creo que el número uno era su amabilidad.

Andy nunca trata mal a nadie, jamás alzo la voz para ninguna situación y siempre maneja todo con calma y amabilidad.

Detestaba los tratos especiales, solo quiere respeto. nunca le gusta que la trate como superior y ella jamás trata a su equipo como inferior ni como menos. siempre los trata campo si fueran de su mismo nivel y eso ... eso en verdad me encanta de ella. su sencillez, su amabilidad con los demás, su carisma y todo de ella es mi vida.
Ella abrió su maleta y saco unas pantuflas rosas que se calzo para quitarse las botas negras que tenía puestas.

Realicé la misma acción, saqué de mi equipaje unas pantuflas negras y la seguí escaleras abajo.

Cuando llegamos a la primera planta la mesa estaba llena de ingredientes para preparar tacos mexicanos: tortillas de maíz pollo, carne, guacamole, maíz dulce, queso, lechuga, tomate, salsas, tocineta.

—Greg nos contó que les gustaba la comida mexicana — habló la madre de Greg saliendo de la cocina con un delantal verde de flores.

— esto se ve exquisito señora Adams — dije con amabilidad y entusiasmo.

— Bueno, me alegra que les guste. a comer chicos — dijo ella haciéndonos una seña para que pasáramos a la mesa.

Andy y yo nos sentamos uno al lado del otro, Greg se sentó en frente, la señora Parker al lado de Andy y el señor Parker a mi lado mirándose de frente.

cada uno tomo una tortilla y comenzó a rellenarla con lo que quisiera.

—Así que Andy, mi pequeño Greg es tu asistente ¿correcto? — pregunto May.

— Mamá, es mi jefe — protestó Greg en voz baja observando a su madre.

—No te preocupes Greg, todos sin excepción me pueden llamar Andy — se pronunció ella dedicándole una sonrisa relajada y de confianza a Greg la cual no me gusto para nada, tal vez estaría celoso.

— Así es señora Adams...

—No hija, no te molestes. Liam y May para estar más cómodos — corrigió la madre de Greg.

Andy sonrió para ella y levantó sus manos a la altura de sus hombros haciendo un gesto de que le daría la razón a ella.

—Como guste. así es señora May, Greg es más que mi asistente, es como mi agenda personal. al tanto de todo y sin dejar escapar el más mínimo detalle.

—Me alegro, desde que entro en la universidad siempre le dijimos lo mismo "puedes ser lo que quieras, pero recuerda ser siempre ser el mejor en lo que haces"

—  Oh y claro que lo es. Es el mejor de todos.

— Y tu muchacho ¿a qué te dedicas? — preguntó el señor Parker.

aclaré un poco mi garganta y comencé a hablar.

— Soy el gerente de finanzas en la empresa, me encargo de todo lo que tiene que ver con el dinero y las finanzas de la empresa: salarios, ventas, cobros.

—¿y son pareja verdad? Andy y tu — señalo la señora Parker.

Greg se había quedado petrificado ante la pregunta que había hecho su madre.
Sentí como si estuviera cayendo de la nube más alta del cielo, una explosión en mis neuromas.

Deseaba con todas mis fuerzas decir que sí, pero la realidad era otra.

—No, no, para nada — respondimos Andy y yo al mismo tiempo y nos miramos.

Había un brillo en los ojos de Andy y algo muy dentro de mí, sintió que ella también quería decir lo mismo que yo estaba pensando, pero no estabas seguro.

11:11 [Terminada]Where stories live. Discover now