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capítulo 39

MARCO.

Ese día, Mónica se quedó con Tayler en el hospital como acompañante.
Vero se quedó en casa de Andy y mía, con Michael para no quedarse sola.

Estaba en mi despacho mirando por la ventana que tenía una hermosa vista a la ciudad.

Me preguntaba cómo estaba Andy, necesitaba encontrarla lo más pronto posible, la vida se me estaba yendo sin ella aquí a mi lado.

— Tony — dijo Vero desde la puerta de mi despacho.

Las únicas personas que sabían mi verdadero nombre eran Tyler y Verónica, para el resto del mundo era Marco Jensen

— Se que te preocupas por ella, pero esta tarde y debes dormir. Ha sido un largo día para ti.

— ¿Como puedo dormir Vero si no sé cómo esta ella, no sé si duerme o está muerta o.?

— Shhh — me silencio acariciándome el pelo con suavidad — Ella está bien.

— Iré mañana temprano, no soporto no sentirla a mi lado.

Vero salió de mi despacho y escuche cuando cerró la puerta de la habitación que le había dejado con Michael.

de repente sonó mi teléfono. era el número de Andy.

pareció por inercia que conteste.

— Andy, cariño.

— Vaya, vaya Tony, hasta que di contigo eh — respondió Will al otro lado del teléfono.

— ¿qué quieres? grandísimo imbécil, me las pagaras a un precio muy alto. — replique furioso.

— Haber, el que tiene deudas aquí eres tú, me debes la vida de mi Raquel.

— ¿quieres dejar de lado eso de una vez por todas?

— No, no, no a mi Raquel no la deja de lado nadie, estas pagando tus acciones. ¿me quitaste a mi chica? te quito a la tuya.

— ¿quieres dejarme hablar con ella? — suplique.

tenía que escucharla, me volvería loco si no la escuchaba al menos un hola, sería suficiente para poder dormir algo hoy.

pasaron unos cuantos segundos en silencio.

— ¿Marco? — escuche su voz quebrada, se notaba que estuvo llorando y estaba mal.

— Andy, cariño, tranquila iré por ti. no te preocupes, todo estará bien.

— Marco tengo miedo — dijo ella llorando.

era un momento horrible, lagrimas salieron de mis ojos también al escucharla a ella tan indefensa.

— ¿dónde estás Andy? — pregunte bajando la voz.

— No lo sé, solo veo edificios viejos y abandonados a mi alrededor. hay una vaya de sopa en lata en frente — dijo ella en un tono casi inaudible.

— ¿qué demonios le estas diciendo? — grito Will detrás de ella.

— Tranquila cariño, todo estará bien. iré por ti, lo prometo — le jure, que por encima de cualquier cosa iría por ella.

— ¡ay! que romántico. me recuerda a como era yo con Raquel — interrumpió el momento Will. — Pero bueno, no soy un asesino como tú. solo tu querida novia se quedará aquí unos días y ya después quizás te la devuelva.

— Sobre mi cadáver te vas a quedar con ella idiota, me la devuelves ya y punto, deja todo atrás ¿quieres?

— ¡NO!, se queda aquí conmigo hasta que yo quiera y punto. — colgó la llamada.