capítulo 37

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Noviembre 14 2019

Estaba en mi escritorio cuando de repente sonó el teléfono de mi oficina. Me pareció extraño que Greg no me dijera nada.

— Alo — contesté colocando el teléfono en mi oreja mientras lo sostenía con el hombro. Una posición incómoda, pero tenía que seguir trabajando.

— Andy, ven a mi oficina — escuché que dijo Tayler al otro lado de la línea. Tenía una voz nerviosa.

— ¿está todo bien? — pregunté tomando ya ahora si con la mano el teléfono y enderezándome en mi silla.

— Si, solo ven.

Salí de mi oficina y vi todo vacío. ¿Dónde estaban todos?

Cuando pase por la parte donde estaban las escaleras, un hombre como 3 veces más grande que yo me agarró por el cuello y coloco una pistola en mi cabeza.

— Sin gritar preciosa — dijo con una voz ronca y tenebrosa, colocando una de sus manos en mi boca.

Temblaba todo mi cuerpo, mi respiración era acelerada y mi corazón latía como los tambores de la película de jumanji.

Saco una radio de su bolsillo trasero del Jean y presionó uno de los botones que estaba en uno de los lados.

— Código rojo, ya tengo al corderito.

¿Pero qué mierda? ¿la casa de papel parte 1?

Comenzó a arrastrarme por las escaleras arriba.

En el 4 piso vi como todos los trabajadores del área de ingeniería estaban en el suelo y uno de los secuestradores con un rifle vigilando cada movimiento.

Llegamos al sexto piso y entramos a la oficina de Tayler, lo que vi fue espeluznante.

Un Tayler golpeado, atado de las manos con una cuerda a la perilla de la puerta del armario donde se guardaban todos los documentos, estaba con sangre en los labios y un disparo en la pierna derecha. Estaba completamente indefenso.

No pude contener el grito al verlo en ese estado. Grito que fue silenciado con la mano de un sujeto que no tenía muy buena vibra.

— Vaya, vaya, no pensé que Anthony tuviera tan buen gusto — dijo el hombre mirándome a los ojos.

Acaricio mi mejilla con su pulgar, quise alejarme, pero el hombre corpulento aún me tenía entre sus brazos. No tenía escapatoria.
Al notar que quería alejarme me abofeteo en la mejilla dejándome un ardor terrible.

— Eres la novia de Tony ¿verdad?

Me quedé callada, muy bien dicen cuando la policía te captura "todo lo que diga puede ser usado en su contra."
Volvió a bofetearme y esta vez con más fuerza.

— Bien, asumo que sí. Nos vamos. — afirmó el hombre con seguridad y salió.

El hombre que me sujetaba me comenzó a arrastrarme hacia afuera.

— ¡NO ANDY NO! — Escuché que gritó Tayler. — ¿qué es lo que quieren?

El hombre que me callo del grito y me hizo la pregunta se giró a mirar a Tayler con una sonrisa maliciosa.

— Queremos a Tony
— Él no está, fue a Queens para hacer unos negocios — contestó Tayler.
— Esta bien — susurró el hombre agachándose para tomar con su mano la cara de Tayler y dejarlos cara a cara — Dile a Tony cuando vuelva de Queens que tenemos a su novicia.

¿QUE? ¡ESTO ES UN SECUESTRO!

Todo mi cuerpo temblaba, tenía ganas de llorar, estaba muy pero muy asustada.

El hombre siguió jalando hacia afuera y en los parqueaderos del sótano me metió en una camioneta negra. ¿Es acaso una escena de Hollywood y nadie me dijo?

Subió conmigo el hombre que me tenía "atrapada" y en el puesto del frente se sentó el que dirigía el crimen con el conductor.
Las pastas del auto chillaron y huimos a toda velocidad.

— Bueno bonita — comenzó a conversar el hombre que controlaba todo — Para que te hagas idea, yo soy Will y soy el jefe de la banda, no necesitaras saber el de nadie más.

Yo lo miraba con ojos de furia, mi cabello estaba alborotado por todos lados de tanto forcejeo que hice en la oficina para soltarme de los brazos de aquel hombre que me tenía aprisionada. Se que me quedarán moretones en los brazos de lo fuerte Que me apretaba el haré ante mis intentos de escaparme.

— Vamos hulk, destapa la boca de la chica para que hable. — ordenó Will.

Apenas "hulk" quito su grandísima mano de mi boca tome una bocanada de aire enorme. Me sentía ya ahogada.

— ¡MALDITOS DESGRACIADOS SUELTENME! — Fue lo único que mi cerebro pudo expresar.

Will volvió a abofetearme y caí acostada en la banca para después darme un puñetazo en el estómago que me dejo sin aire. — ey, ey, ey... nada de gritos ni de insultos acá — amenazó Will apuntándome con una pistola en mi cabeza — El que tiene la plata pone las condiciones y aquí la tenemos nosotros así que cállese.

— ¿qué quieres? — pregunte con cara de querer fulminarlo con la mirada.

— ¿de ti? Nada querida. Pero tu romeo nos debe esta vida y la otra.

— ¿de qué hablas?

— Lo entenderás luego, estarás en nuestra humilde morada hasta que el vuelva y venga como el príncipe azul a rescatarte.
La camioneta no tenía vidrios así que no tenía ni idea de donde estaba o por donde estaba.

Después de cómo 10 minutos de camino nos detuvimos.

"Hulk" me había esposado con las manos atrás, me había atado de los pies con una cuerda y me había tapado la boca con una cinta gris muy fina.

Al bajarnos me di cuenta que estábamos en la zona casi rural de la ciudad. No había nada a nuestro alrededor. Sólo una carretera vacía y muchos árboles.

¿Me iban a dejar aquí tirada con una cinta en la boca? ¿Me iban a matar y dejar aquí tirada? ¿iban acaso a violarme? Me preguntaba yo al ver que estaba en un lugar remoto con 3 secuestradores.

La camioneta se fue y detrás de ella apareció una casa vieja, que le faltaba pintura y algunos arreglos.

"Hulk" me halo hasta la casa y me empujó hacia adentro.
No sé porque no me sorprendí que estuviera llena de polvo y con telarañas, era una casa antigua y abandonada.

Subimos al segundo piso donde había una habitación diminuta. Solo cabía la cama y al lado un pequeño baño que tenía estrictamente el espacio necesario.
La ventana tenía barrotes de hierro y la puerta también era metálica.

— Aquí te quedaras hasta que marquitos venga por ti y te anticipo: de nada te sirve gritar. No hay población humana en unos 35 kilómetros a la redonda así que perderás tu tiempo. Veremos qué tanta agonía te deja sentir tu chico.

Estaba tan concentrada en las palabras que estaba diciendo Will que no vi cuando el hombre grande tomó una jeringa con un líquido transparente dentro y lo insertó en mi brazo, así como cuando te van a tomar una muestra de sangre.

A los pocos minutos comencé a ver todo borroso y la cabeza a darme vueltas.

Escuché a lo lejos una voz que me decía " buenas noches Andy" y cerré mis ojos al instante.

11:11 [Terminada]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora