11:11 [Terminada]

capítulo 7

Nota:
Holi holi mis lectores.
De antemano quiero darles las gracias por todo el apoyo que he tenido en mi novela. Espero les esté gustando muchísimo.
Tenemos nueva portada, me parece que quedó maravillosa y bueno sin más preámbulos comencemos a pedir deseos..

Andy.

Terminé la conferencia con la coordinadora de recursos humanos de
Seattle que estaba haciendo procesos de ingreso de empleados nuevos. En verdad que era complicado.

Sonó mi teléfono de nuevo y di un largo suspiro. Había sido un día larguísimo de trabajo.

— Si, diga — contesté.

— Andy, si esto no quieres que se vaya para el área de jurídica arregla ya esa liquidación del señor Martínez.

¡Es verdad! Lo había olvidado.

— Ya mismo Santi, dame 2 segundos. — respondí saliendo de mi oficina y entrando a la de Gregory apresurada.

— ¿Y bien?

— Él estaba ocupado así que Lottie me dijo que esta tarde estaba listo. Solo falta la firma del señor Marco — respondió el sin dejarme terminar la pregunta.

— ¿Escuchaste? — pregunté por el teléfono.

— Sí, gracias Andy — respondió el al otro lado de la línea y colgó el teléfono.

— ¿Así que no hablaste con Marco? — pregunté.

— No, creo que estaba ocupado — respondió Greg.

— Bien, gracias Greg, en verdad.

— No hay de que

Me devolví a mi oficina y seguí trabajando normal.

El día transcurrió muy tranquilo y por fin salió la liquidación del señor Martínez lo cual fue una completa bendición para mí.

Ya era aproximadamente las 5 de la tarde cuando sonó mi celular.

— Dime Tayler — respondí enseguida mientras presionaba en enviar a mi último correo del día.

— Te necesito un momento Andy. ¿Podrías subir a mi oficina? — dijo Tayler al otro lado del teléfono.

— Cierro aquí y subo — respondí.

— Ah Andy otra cosa, Greg es canadiense ¿verdad?

— Creo que Artie me dijo que si ¿por qué?

— Que suba también entonces si conoce Canadá y todo eso.
Termine la llamada y busque el número de Greg. Al tercer bip, obtuve su respuesta.

— Dígame señora ... — comenzó a decir — Dime Andy.

— Me causa risa cuando olvidas que detesto que me hablen, así como empezaste.

— Lo siento, la costumbre — Se disculpó de manera cordial.

— Vale, te entiendo. Te tengo una pregunta y dependiendo de la respuesta de la pregunta una tarea. — argumente seria.

— Si claro, dime.

— ¿Conoces Canadá?

— En realidad, soy de Canadá.

— Gracias padre celestial — pronuncié feliz — Ahora necesito que vayas conmigo donde Tayler ya mismo.

— ¿Ya? — preguntó nervioso.

— Si ya mismo en un minuto.

— ¿Hay algo malo?