capítulo 23

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Tayler.

Dentro de una hora aterriza mi madre y mis hermanas en la ciudad.

Lucía y Gabriela son los seres humanos en esta tierra más relajados que he conocido. Se que no tendrán problema en lo que concierne la identidad de Marco.

Mi mamá será un lío al explicarle todo. Para ella todo lo que ocurre tiene que tener un porque y la verdad por qué Marco esconde su verdadera identidad es bastante complejo de explicar y comprender completamente.

Ellas llegarán más o menos en el vuelo del medio día, así que estoy aquí parado junto a mi auto frente al aeropuerto esperando ver dos jóvenes con cabello castaño y una señora de pelo blanco con labial rosa y maleta de flores.

Observo mi reloj de muñeca y son las 12:15 del mediodía cuando van saliendo por la puerta de llegadas nacionales.

La primera que me ve es Lucía, quien después de gritar muy fuerte mi nombre y que todo el mundo se detuviera a mirarla, dejara su equipaje tirado y saliera a mi encuentro corriendo para abrazarme.

— Oh Tay Tay, me encanta verte — susurró en mi oído mientras seguía rodeándome el cuello con sus brazos.

— A mí también lulu — respondí con una sonrisa de boca cerrada. Todos le decíamos lulu de cariño.

Después se acercaron Gabriela y mi madre.

— Cuanto has crecido Tay Tay — dijo Gaby abrazándome también después de que Lucía se corriera a un lado.

— Que chistosa eres — respondí poniendo mis ojos en blanco y abrazándola también.

Es cierto, hace muchísimo tiempo no veía a Gaby ¿3 o 4 años tal vez?

Por fin llegó el momento de abrazarte a mi madre.

Hacía más o menos 3 años que no la veía. Ya comenzaba a notarse algunas arrugas en su piel, pero seguí teniendo esa sonrisa tan acogedora que siempre la ha caracterizado.

—  Mi muchacho — pronunció ella con la voz entrecortada y los ojos llorosos.

— Ven aquí mamá — me acerque a ella y la abrace tan fuerte como pude.

— Antonella extraña a su tío favorito — pronunció Lucía cruzando sus brazos.

— Dile que en verano iré a visitarla.

Lamentablemente Lucía y su esposo, se habían separado hace algunos meses y esta navidad Antonella debía pasar con su padre según lo acordado con la ley.

Gabriela, por otra parte, había contraído matrimonio hace 3 años con un canadiense y por ahora solo se dedicaba a su trabajo y a viajar por el mundo.

— Bien, ahora. Tay, estamos completamente a tu disposición — comentó mi madre esperando a que le diera indicaciones.

— Bien. Podrían ayudarle a Verónica con las compras de la cena de navidad mientras yo termino algunas cosas en la oficina y después vamos a cenar en algún restaurante —propuse.

— Perfecto. invitaste a Andy ¿verdad? — preguntó Lucía mientras subíamos al auto.

— Por supuesto — afirmé cuando ya todos estábamos en el auto.

Arranque el motor y nos pusimos en marcha hacia mi casa.

11:11 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora