Prólogo 🎻

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Raven

Si hay algo que aprendí cuando era una niña es que no todas las princesas están destinadas a ser felices para siempre con el príncipe encantador. Muchas deben usar la espada, sufrir, sangrar y pelear sus propias batallas. Es un error esperar a que sean salvadas por el caballero de brillante armadura.

Los cuentos de hadas no siempre tienen un final feliz.

Hay historias narradas con sangre, tragedias y sufrimiento.

Mamá y yo lo sabemos más que nadie.

—Había una vez un reino llamado Arkos. Era gobernado por el demonio más poderoso y cruel. Se llamaba Dimitri Markovic —sonríe mamá mientras la observo atenta y fascinada. Me encanta escuchar cuentos antes de dormir—. Era solitario y cruel. Su mundo cambió cuando se enamoró de una hermosa hada que lo hechizó completamente. Fueron muy felices juntos los siguientes años. Tuvieron un precioso hijo que sería el futuro heredero al trono de sangre.

Frunzo el ceño.

—¿Trono de sangre?

—Sí —los ojos marrones de mamá resplandecen —. El rey Dimitri y su familia no eran normales como los humanos. Eran respetados, pero también muy temidos por las habilidades que los hacían poderosos. Muchos estaban asustados de ellos, sobre todo, del príncipe tirano.

Puedo sentir a mi corazón palpitar ante la mención del príncipe.

—¿Qué significa tirano?

Mamá me regala una pequeña sonrisa dulce. Su cabello rojo está suelto y sus mejillas más brillantes. El embarazo le sienta muy bien. Quiero conocer a mi hermanita lo antes posible. Ava será muy amada, consentida y protegida.

—Una persona egoísta que no respeta a la justicia —responde —. Alguien cruel que no tiene en cuenta los deseos de su pueblo.

De acuerdo. La palabra tirano me provoca un gusto amargo en la boca.

—¿Por qué el príncipe era considerado un tirano?

Mi madre toca la punta de mi nariz.

—Le gustaba alimentarse de las hadas. No respetaba a quienes eran inferiores a él y dicen que por su culpa empezó una dictadura en Arkos. El resto del Consejo no querían que alguien como él se siente en el trono de sangre. Implicaba el fin de toda una raza debido a sus poderes oscuros.

La escucho asombrada y un poco asustada. El poder del príncipe no era como los de mi tía Arianne. Él lastimaba a las personas si no cumplían su voluntad.

—Oh.

—Entonces un día el pueblo de Arkos se puso de acuerdo para sacar al rey Dimitri del trono. El Consejo le exigió que su hijo sea despojado del título, pero él ignoró todas las advertencias.

—¿Qué sucedió después?

—Fue asesinado con su amada esposa —murmura. Su voz es un sonido frío mientras los escalofríos me recorren la piel —. Su propio pueblo le dio la espalda.

Mi mente evoca imágenes del rey Dimitri cubierto de sangre y su esposa gritando en busca de ayuda. Nadie acudió a su auxilio. El pueblo los quería muertos como al niño que era una mezcla de ambas razas.

El príncipe que todos temían.

El príncipe sediento de venganza.

—Después de esa masacre, el reino de Arkos no volvió a ser el mismo. Conocieron la ira del príncipe y sufrieron consecuencias terribles que no te gustaría escuchar. Él se convirtió en alguien desalmado, cruel y sanguinario. Un futuro rey que no tendría piedad con ningún arkano, ni siquiera con su familia.

Me aferro al edredón, el miedo invadiéndome mientras pienso en el príncipe. Su corazón murió con sus padres y él prometió vengarse. Juró que no cometería los mismos errores que su familia.

Juró que permanecería en el trono el resto de su existencia.

Su objetivo era poner de rodillas a cada persona que desafiaba sus órdenes.

No habría más bondad y felicidad en Arkos.

Solo crueldad.

—Yo no creo que sea malo —musito suavemente —. Los habitantes de Arkos lo juzgaron antes de tiempo. Estaban asustados de su poder. Él era... diferente.

—Lo diferente asusta —dice mamá.

—Sí —concuerdo —. Estoy segura de que alguien demostrará lo contrario. No puede ser tan malo.

Su sonrisa de respuesta no llega a sus ojos.

—Según la leyenda, solo una hermosa chica de cabello rojo logró derretir su frío corazón.

Miro las puntas de mi cabello e imagino que yo podría ser esa chica. Sonrío ante la imagen.

—¿Qué más?

Una profunda tristeza se refleja en la expresión de mamá.

—Se enamoraron, pero el final fue trágico.

El dolor se arraiga en mi corazón porque puedo saber cuánto sufrió la chica. Ella se perdió a sí misma por querer salvarlo.

—Roy está buscándote —Papá ingresa a mi habitación y observa a mamá —. Él también pide un beso de buenas noches.

Mamá me abraza antes de levantarse lentamente. Pone una mano en su estómago dónde mi hermanita descansa. Me gusta hablarle a Ava y hacerle saber que ella es muy querida.

—Iré en un minuto, amor. Debo decirle algo más a nuestra pequeña.

—¿Mmm? —inquiero. Mi padre permanece en la puerta y niega con la cabeza.

A él no le agrada que mi madre me cuente historias con finales tristes, pero a mí me encantan. La Cenicienta y Blancanieves me aburrieron.

—Recuerda que solo tú tienes el poder de terminar tu historia —sonríe —. Buenas noches, Raven.

Me guiña un ojo como si supiera un secreto.

Yo también lo sé.

La chica llegó al reino para quedarse y nadie la derrotaría.

Ni siquiera el príncipe tirano.

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Una Melodía MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora