Capítulo 40 🎻

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Raven

Ajusto las correas de mi capa mientras nos sumergimos en la profundidad de la cueva. Ava sostiene el faro sin preocuparse por la amenaza que nos espera más allá de la oscuridad. He deseado volver a verla y asegurarme de que esa conexión es real. Que ella es mi guardiana y mi aliada. Mi corazón se sacude en mi pecho y sonrío. Anoche Kiva estaba más que dispuesta a defenderme cuando sintió mis emociones. Estamos unidas y me quiere cerca. Ha vagado sola durante siglos por las tierras de Arkos. No ha considerado a nadie digno de su confianza hasta que aparecí yo.

Un fervor renovado recorre mi cuerpo mientras Ava y yo nos detenemos para contemplar a la hermosa criatura. Sus ojos azules están amplios y suelta un ronroneo. Se encuentra en su habitual posición, boca abajo y envuelta como un capullo en sus alas blancas membranosas. Se ve tranquila, relajada, sin señales de que va a atacarnos. Ella confía en nosotras.

—Benditos dioses supremos—dice Ava y el faro en su mano titila por el ruidoso bostezo de Kiva—. Es impresionante.

—Lo es—concuerdo sin acercarme a Kiva. Quiero que ella se sienta segura y dé el primer paso. Todo tiene que hacerse a su manera. Nada de forzar las cosas o hacerle creer que no hay opción—. Es más vieja que Skar.

—Eso la hace mucho más sabia y peligrosa. Ella solo responderá a ti a partir de ahora. Cualquier extraño que intente montarla estará muerto.

Krestel me ha contado la historia de que Nikov intentó ser su jinete y fue rechazado. No porque él sea malvado o desagradable. Simplemente Kiva no confía en el sexo opuesto. Ni siquiera en su misma especie. Por la misma razón Skar está trabajando muy duro para ganarla. Trata de conquistarla con mucha comida y protección. Todo un caballero. Sus crías serán adorables, imponentes y poderosos.

—El día que pueda volar sobre ella me sentiré como la reina del mundo—admito con una sonrisa.

Kiva levanta las orejas, Ava trata de no pisar algunas cabras muertas en la cueva. Esta nocturna tiene el mismo apetito que un dragón.

—Eres una reina, Raven. Kiva será tu protectora en esta guerra. Solo espera el momento adecuado para darte sus alas.

Ese hecho me tiene muy emocionada. Cuando era una niña mi madre me contaba historias sobre una princesa que luchaba para ganarse su corona de reina. Y en el camino recibió ayuda de sus servidores que la respaldaban. No contaba con la protección de una nocturna. Volar con Kiva se ha convertido otros de mis sueños. Estoy segura de que podré tocar el cielo el día que suceda.

—Esperaré con ansias—Le sonrío a la nocturna blanca y hago una reverencia como muestra de respeto. Recibo un ronroneo a cambio—. Nos vemos pronto, amiga. Estaré cerca si decides buscarme.

🐇

Desenredo las riendas de Bruma antes de subir a su espalda. Ava no está feliz con mi decisión, pero la apoya y guía a su propio caballo. Les prometí que iría a verlos lo antes posible y cumpliré con mi palabra. Deben estar desesperados y quiero darles un poco de calma. Recordarles que no los abandonaré. Cuando tenga la corona sobre mi cabeza crearé un nuevo orden. Uno dónde los licántropos serán finalmente libres.

—Definitivamente no es una buena idea, pero cuentas conmigo.

—Gracias por tu apoyo, hermanita—Le guiño un ojo—. Valdrá la pena.

Estos últimos meses me he sentido más intrépida. Establecerme en Arkos me enseñó a no temerle a nada. El único obstáculo soy yo misma. Aprendí a que no hay límites si callo las voces en mi cabeza. Cuando me propongo algo lo consigo.

Una Melodía Mortalحيث تعيش القصص. اكتشف الآن