Capítulo 36🎻

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Raven

Enciendo las últimas dos velas sobre la mesa y verifico mi aspecto. La simple falda rosa combinada con el top blanco es suficiente para llamar la atención de Krestel, aunque él me encontraría atractiva incluso si estuviera vestida con un costal de papas.

Preparé la cena perfecta y llené un cáliz con mi sangre. Acordamos que todo está bien entre nosotros, pero no es suficiente. Él me dijo cosas hirientes y yo actué sin darle importancia a sus sentimientos. Tenemos que mejorar nuestra comunicación o nada saldrá bien de esto.

Necesitamos recordar que somos un equipo antes de enfrentar a una de las misiones más difíciles. Nuestra confianza hacia el otro estará a prueba y ruego que no me rompa el corazón. Le suplico a los dioses que mi pesadilla no se haga realidad. No podría vivir con eso.

—Todo huele muy bien—entona una voz a mi espalda—. La sangre, sin dudas, es mi favorita.

Me giro para contemplar la figura de Krestel. Su presencia provoca un revoloteo en mi estómago y le tiendo una pequeña sonrisa. La camisa negra deja al descubierto su pecho hasta su ombligo. El deseo calienta mis entrañas, pero me niego a ceder. Esta vez no rogaré por su toque.

—Aún no hemos terminado —Señalo la silla—. Espero que la cena sea de tu agrado. Por favor, siéntate.

Arquea la ceja, pero me toma la palabra y se sienta. Lo primero que escoge es el cáliz con mi sangre tal y como lo esperaba. Bebe un sorbo, saboreando y cerrando los ojos. Hay algo en el gesto que provoca un cosquilleo en mi estómago. Es íntimo, personal. Mi sangre es un elixir único y puro en Arkos. Nada lo podría satisfacer del mismo modo. Nunca.

—Mmm... dulce —ronronea—. Lo preparaste con mucho amor.

—Es solo sangre.

La boca de Krestel se curva en una sonrisa.

—No es solo sangre—corrige él—. Es tu sangre. Mataría a cualquiera por una gota.

—Harías cualquier cosa por mí.

No duda.

—Sí.

Aquí es cuando regresan las mismas inseguridades. ¿Qué podría ser más fuerte que nuestros sentimientos? ¿La sombra del pasado? ¿Mis miedos? ¿Su odio?

—Dime lo que estás pensando—susurra Krestel.

Miro la tarta de arándanos y corto una porción, evitando la intensidad de sus ojos.

—Tengo miedo de fracasar—admito—. Nuestras vidas estarán en riesgo y las probabilidades de que perdamos son muy altas.

—No vamos a fracasar.

Lo enfrento.

—¿Cómo puedes asegurarlo? Los entrenamientos no serán suficiente ese día —sostengo—. Se trata de confianza y trabajo en equipo. Cada uno enfrentará sus peores miedos. ¿Cuál es tu peor miedo, Krestel?

Todo su ser se tensa.

—Ya lo sabes.

Me hizo prometer que nunca lo abandonaría, pero no soy capaz de cumplir mi palabra si él me traiciona.

—Tú sabes cuál es el mío —murmuro.

Toma una larga bocanada de aire. Lo escucho en su voz, tensa como una cuerda a punto de romperse.

—¿Qué quieres de mí, Raven? Solo pídelo y será tuyo.

—Ya sabes lo que quiero y necesito que me lo des por voluntad propia. Porque me consideras digna.

Una Melodía MortalWhere stories live. Discover now