Capitulo 15

5.9K 522 71
                                    

— Ya escucharon a la señorita, liberenlos. — Ibrahim ordenó, mirándola fijamente, recordando el pedido que Hürrem le había hecho.

— Gracias paşa. — susurró por lo bajo, viendo a Sheker y Firial salir, lanzándose a abrazar a la mujer. — ¿Como estas?

Firial no se atrevió a mirarla, se sentía culpable por lo que le había sucedido a la joven.

— Sheker. — Mihrimah le sonrió. — Lamento todo lo que tuviste que pasar.

El desden en su mirada fue claramente dirigido al paşa tras ella, sabia que había hecho todo eso por proteger a alguien, pero no tenia la seguridad de a quien.

— Estoy muy feliz de que esté bien señorita. — susurró Sheker.

— Gracias. — ella le sonrió genuinamente. — Vamos, salgamos de aquí.

Todos abandonaron los calabozos, mientras Sheker tomaba otro camino, yendo directamente hasta la cocina, pues quería preparar un postre especial para la joven, necesitaba agradecerle por haberlo sacado de ese horrible lugar.

— Firial, dame unos minutos, necesito hablar con el paşa. — ella la miró, mientras la mujer asentía, retirándose.

— ¿Que quiere hablar conmigo señorita? — la observó con duda.

— Seré clara, se que usted es cómplice en todo este asunto, se que protege a quien lo hizo. — los brillantes ojos azules de ella se enfocaron en el. — Voy a descubrir quien trato de hacerle daño a mi hijo y creame, haré que el sultan los castigue de la peor manera.

— Me parece que está olvidando con quien habla. — ella le dio una sonrisa llena de soberbia.

— Se lo que le hizo a Firial, la forma en que la trato. — ella hizo una pausa. — Paşa le recomiendo no sobrepase sus limites.

La sonrisa en el rostro de la joven no se borraba, haciendo que la mirada fija e iracunda del hombre se posara en ella.

— No vuelva a tratar a nadie de esa manera y mucho menos a Firial, ella está bajo mi protección ahora.

— Señorita Mihrimah, me parece que ha olvidado su lugar, usted no es mas que una esclava. — el la miró.

— Tengo muy claro quien soy, soy la madre del futuro hijo o hija del sultan. — ella sonrió. — Y no creo que quiera tenerme en su contra, no después de todo esto.

La joven fingió hacer una suave reverencia, marchandose de ahi, dejándolo totalmente furioso y creando un nuevo plan, pues Hürrem tenia razon, Mihrimah los destruiría si no se deshacían de ella.

Fecha: 10 de noviembre de 1522


Mihrimah había sido enviada a unos aposentos nuevos después del incidente, el sultan habia ordenado que le dieran los mas grandes que estuvieran disponibles, haciendo que todas las sultanas sintieran su sangre hervir de la rabia.

También habían puesto a su servicio a distintas criadas y aghas, entre ellos a Gul agha, quien estaba realmente encantado con el cambio, pues en sus propias palabras, ya no soportaba un minuto mas a la sultana Mahidevran.

— Mihrimah, estuvimos muy preocupadas por ti. — la sultana madre había ido a los aposentos de la joven, junto a todas las demás mujeres del sultan y junto a la sultana Hatice.

— Estoy bien sultana. — ella respondió con una sonrisa. — Quien intentó hacerme daño a mi y a mi bebe falló y ahora tendrá que pagar las consecuencias.

Hatice la observó con una sonrisa, la joven tenia carácter, el suficiente para hablarle a la sultana sin insultarla pero con la verdad.

— Nadie intentó envenenarte Mihrimah, la comida estaba en mal estado. — Hafsa negó.

La pelirroja se limitó a no responder, mientras miraba a todas las mujeres ahí, todas ellas estaban tan molestas por verla con vida.

— Descansa ahora. — la sultana Hafsa salió de los aposentos, siendo seguida por las otras mujeres.

Nuray apareció poco tiempo después, corriendo hasta la pelirroja para abrazarla.

— Oh por Allah, estuve tan preocupada. — sonrió. — ¿Como te sientes ahora?

— Estoy bien Nuray y mi futura sultana también lo está. — ella sonrió.

— ¿Como sabes que será una niña? — preguntó con una sonrisa.

— Yo le llamaría instinto maternal. — sonrió.

— Bien, ahora voy a contártelo todo. — Nuray sonrió. — La sultana Hürrem era la mas feliz cuando supo que estabas mal, bueno, en realidad todas lo estaban, de hecho no les agradas ni siquiera un poco a ninguna de ellas.

— Me alegra saberlo. — ella se burló.

— Me agradas a mi, pero no soy sultana, que pena por ti. — ella rió. — Aunque también le agradas a la sultana Hatice.

Ambas comenzaron a reír divertidas, Mihrimah no podía negar que la presencia de Nuray la ayudaba a distraerse en sobremanera.

— Si que te han dado unos aposentos preciosos. — Nuray sonrió. — Son enormes y tienes ventanas.

— Si, son hermosos. — ella le sonrió. — Nuestros aposentos Nuray, quiero que estes aquí conmigo.

— ¿Porque? — ella la miró confundida.

— Eres mi única amiga en este lugar. — se encogió de hombros.

— Diría que no es así para consolarte, pero tienes razón, no le agradas a nadie. — dijo con una sonrisa burlona, abrazándola nuevamente. — Gracias Mihrimah.

— Oye, si sigues así creeré que eres una llorona. — la pelirroja se burló, mientras ambas volvían a reír.

— Si me lo preguntas, tengo tres sospechosas en mente. — Nuray cambió de tema. — Las sultanas Hürrem, Mahidevran y Neylan, ellas serian perjudicadas si dieras a luz a un príncipe, su competencia aumentaría.

Ambas vieron su conversación interrumpida cuando la sultana Hatice entró a los aposentos, dándole una sonrisa a la pelirroja.

— Mihrimah. — sonrió. — Estoy feliz de que tu y mi sobrino estén bien.

— Gracias sultana. — ella sonrió.

— Nuray, ¿puedes traer un poco de té por favor? — pidió la sultana, mientras la joven asentía y sonreía. — Los aposentos que te dio mi hermano son preciosos y estan muy bien equipados.

— Son muy hermosos sultana. — ambas se sentaron.

— Espero que te recuperes muy bien del parto. — ella le sonrió. — Debes comer bien para tener fuerzas, porque debes traer a un hermoso bebe al mundo.

Hatice posó su mano en el vientre de la mujer, dándole una suave sonrisa, sonrisa que pronto comenzó a decaer, Mihrimah pudo notarlo, pero decidió no preguntar, no quería incomodarla.

— ¿Como está el hijo del sultán? — ella volvió a sonreír.

— Está muy bien, aunque sigo creyendo que es una niña, una muy traviesa. — ella sonrió.

— ¿Porque te aterra tanto traer un príncipe al mundo? — Hatice preguntó.

— Me aterra pensar que no podré protegerlo sultana, me aterra creer que alguien podría lastimarlo, creo que tendré mas tranquilidad si doy a luz a una sultana. — ella la miró.

— Estaré ahí y te ayudaré a protegerlo, nadie podrá dañarlo, te lo prometo. — Hatice le sonrió, mientras Mihrimah la observaba agradecida, ella sin duda era una buena mujer y no merecía el futuro que le esperaba.



¡Gracias por leer!❤

Actualización doble porque hoy estoy muy feliz :)

Dynasty ||•Sultan Suleyman•||Where stories live. Discover now