Fecha: 04 de noviembre de 1524
— Mihrimah, necesito hablar contigo. — Suleyman se acercó a ella lentamente.
— ¿De que desea hablar su majestad? — soltó con indiferencia.
— No irás a Manisa, te quedaras en el palacio. — el la miró con una sonrisa discreta, notando como ella giraba los ojos fastidiada.
— ¿Es una orden? — preguntó sin mirarlo.
— No, es una petición Mihrimah, es una súplica. — el tomó su mano llamando su atención. — Voy a reconquistarte mi amado sol, haré que me ames nuevamente.
— ¿Y como lo hará? ¿Llamando a más mujeres a sus aposentos? ¿O es que se le ha ocurrido una nueva idea de humillarme? — soltó con molestia. — Dígame ya si es que me tengo que preparar para una nueva humillación su majestad, porque realmente ya no se como usted podría sorprenderme.
— Mi amor, tienes razones para estar molesta conmigo, yo mismo te he dado cada una de ellas. — el la miró a los ojos. — Mi palabra ya no vale para ti, pero te prometo que jamás volveré a humillarte de ninguna manera mi luna hermosa, jamás volveré a faltarte al respeto y mucho menos permitiré que nadie más lo haga, es una promesa de un sultán y de un hombre completamente enamorado de ti.
Mihrimah entonces recordó las palabras de Hatice, asintiendo para si misma, debía ceder un poco, no demasiado, solo lo suficiente para seguir teniendo al sultán a sus pies.
— Me quedaré aquí unos días su majestad. — respondió ella de forma orgullosa, haciendo sonreír al sultán. — No porque lo desee, sino porque mi hijo nacerá en cualquier momento, no puedo exponerme a que algo le suceda en el viaje.
Mehmed entonces comenzó a reír, aplaudiendo, haciendo sonreír a ambos.
— ¿Ves? Mehmed está complacido con tu decisión.
— Imagino que si. — Mihrimah no pudo evitar sonreír divertida.
Fecha: 08 de noviembre de 1524
Las sultanas Beyhan y Yenişah habían llegado al palacio para la boda de su hermana, la sultana Hatice con Iskender paşa, causando con ello un revuelo en el palacio.
— Sultana, el sultán desea verla en sus aposentos, ha pedido que lleve a sus hijos. — Afife la miró.
— Bien, solo por esta vez cederé, iré en un momento Afife. — Mihrimah asintió, observando a su pequeño Mehmed aplaudir. — No vas a manipularme con tus aplausos y tu hermosa sonrisa pequeño engendro.
La pelirroja se acercó hasta el sonriendo mientras lo levantaba en brazos, haciéndolo reír.
— Nuray. — llamó a la joven. — Por favor toma a Selim, dile a Fakria que se encargue de traer a Şahnaz y que Nilufer tome a Cihangir, vamos a ir a los aposentos del sultán.
— Como ordene. — asintió la joven, cumpliendo inmediatamente la orden.
Mihrimah sonrió, entrando a los aposentos de Suleyman, quien sonrió complacido al verla.
— Mi sol y mi luna, la sultana de mi alma. — se acercó a ella, besando su frente.
— Su majestad, la señorita Afife dijo que quería verme. — la pelirroja sonrió, mientras el asentía.
— Estaba deseoso de ver tu bello rostro y quería compartir un poco de tiempo con mis hijos. — el sonrió. — He ordenado que traigan esos postres que tanto te gustan, Sheker los preparará especialmente para ti.
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Dynasty ||•Sultan Suleyman•||
Historical FictionDesde el primer momento en que te vi supe que había algo más que belleza en ti... ~ • Eres mi alma y mi mente, eres mi preciosa joya, eres mi alegría y felicidad en este vasto mundo. Eres mi derrota y mi victoria, eres mi compañera y mi alma gemela...