Capítulo 7

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Kaie

Pelear contra el Snopch, cuidando a la par a mi presa, fue agotador y algo nuevo para mí al tener que pensar en la seguridad de alguien más antes que la mía. Los Naga's cazan solos para poder fortalecerse a sí mismos cuando entrenan, así que estamos acostumbrados a velar por nuestro propio daño y cuando salimos en grupos del clan, como lo es Lambda a la hora de buscar lo necesario para las curaciones, es para cazar bestias que también andan en manadas o son difíciles de sobrellevar como único oponente. Y todavía en esos casos cada uno está únicamente pendiente de enfrentar a su oponente y velar por salir con vida sin ser una carga para el grupo.

Todo fue nuevo entonces, cosas que desconozco de pronto cobraron más sentido de lo que estoy acostumbrado, quedé más asombrado y desconociéndome al cruzarse mi primer pensamiento cuando esa bestia iba a por esta pequeña humana que ahora sé perfectamente qué presa fue desde el principio para mi existencia. «No puede hacerle daño, no voy a permitirlo», fue lo único que pensé en ese momento y con ello muchas dudas cobraron sentido.

Terminé con rasguños que no deberían estar grabados en mi cuerpo, ya que tengo bastante experiencia en combate, pero cuando por fin gané la pelea mis heridas fueron lo que menos me importaban... Mi instinto hacía que mis ojos solo la buscaran a ella y una vez que la localicé, no dudé ni un segundo en asegurarla entre mis brazos hasta que su olor y la calidez de su pequeño cuerpo me tranquilizara. «Te tengo»

Para ese momento ya tenía mis sospechas, una presa cualquiera que desprende ese olor fascinante para los Naga's es en muestra de que sería un festín el comérsela, literalmente, pero que no la trates como tal y vean otras emociones de por medio... Eso tiene otro significado. Nunca creí que encontraría a "mi presa", pensé que solo eran cuentos de los más antiguos hacia los más pequeños en burla de nuestra incapacidad de razonar completamente aún. Historias sin más que unos tantos creían como otros tantos que no.

Eso son, o lo eran hace poco para mí, se supone que nada más se trata de cuentos arraigados a la prueba de valor que tenemos que dar siendo crías para recibir como regalo algo nuevo y necesario al no caer ante las toxinas del campo Radiath. No mentiré que desde que la vi por primera vez, la idea de comérmela fue tentador y estuvo entre mis iniciales pensamientos, pero luego cambié de parecer en tan solo segundos de tenerla conmigo. Al sentir su calidez entre mis fríos brazos y cuando esos llamativos ojos inusuales se conectaron con los míos por un corto tiempo al despertarse.

Había algo en ella que me hacía concentrar mi atención en otras cosas, todo de ella era algo nuevo y único, solamente yo había tocado a una criatura tan débil y suave que pareciera no pertenecer a esta jungla infestada de bestias letales para esos frágiles cuerpos que componen a los de su especie. Pensé que su olor solo significaba la curiosidad que tenía por ella, pero ya era una presa de la cual había perdido el total interés en servirme un festín con su terso y pequeño cuerpo.

Su tacto contra el mío fue otra cosa que me hipnotizaba, toda una vida sin haber tocado algo tan ella... Era simplemente asombroso y que reaccionara a mí lo hacía mucho mejor.

He estado en algo serio con tan solo una hembra Naga en la temporada de encontrar una pareja por designación de madre, como mis tres hermanos mayores, pero ninguna logró ganarse mi interés y lo terminé dejando al aún no estar en la obligación de tener una prometida para el bien del Este y Zikhan. Conozco el cuerpo de las hembras de mi especie y puedo asegurar que nunca sentí esa electricidad que siento al tocar a Gwen, al mínimo roce, como cuando estuve con una de ellas.

Hay un mito en nuestro territorio, ya que es solamente para los del Este, desde pequeños nos cuentan los más viejos y anteriores líderes de los clanes, pero no creía en esas palabras hasta hoy. Pocos lo hacían en realidad, siempre quedó como un simple cuento dicho a las crías recién nacidas, pero es ahora que viene a mí el recuerdo de un yo mucho más pequeño que escuchaba con asombro las palabras de esos viejos Naga's.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora