Capítulo 37

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Gwen

Estábamos listos para iniciar el trayecto directo a la reunión que habrá con el Reino del Oeste, las cosas ya se habían calmado entre los tres humanos que sabemos y debemos aceptar que estamos listos para seguir con la única opción beneficiable para nuestro alocado presente yendo a conocer al terrible o posible buen rey, ojalá sea la segunda opción, del Oeste y así decidan qué hacer con nosotros... 

Con todo ello tan presente en nuestra cabeza, se podría decir que los nervios estaban controlados por el momento, sí. Además, habían varios factores que distraían los problemas futuros por los que suceden justo ahora, como fue el caso de mi querida amiga cuando Drix al fin se mostró cerca en el lugar que estábamos y fue directo a Kaie para lanzar la bomba de una frase diciéndole que se encargara de que no seamos un estorbo, prácticamente, dejando a entender que no llevaría consigo a cierta humana que no miró ni por un segundo en todo este tiempo.

Pude notar el dolor en los ojos de Lizzie, un dolor que trataba de ocultar, pero que a mis sentidos no sería posible por lo bien que la conozco. No comprendo del todo la situación entre esos dos, pero está claro que él está poniendo una barrera porque por más serio e intimidante que era todo el tiempo hasta ahora... lograba acercarse a ella por ser "su presa" y de cierta forma no se mostraba tan "lejos", aunque Lizzie nunca aceptó ello y ahora parece que Drix desistió del intento...

Preferí no involucrarme del todo en la tensa relación de ellos dos, pero no iba a dejarla sin mi apoyo y por eso le pregunté a Kaie si también podría llevar a Lizzie conmigo y, como siempre, él fue complaciente conmigo y aceptó. En todo el transcurso, Kaie fue cuidadoso de no ir tan deprisa como para que salgamos volando de su agarre y pudiéramos disfrutar del paisaje donde siempre hay algo nuevo por asombrar, a pesar de que es una jungla y supone que casi todo es vegetación.

Otra cosa que me inquietaba antes de partir era que me había llegado el periodo en el peor momento posible, pero para mi suerte o no sabría si es algo malo en realidad es que después de unas dos veces cada vez más pequeñas, no volví a sangrar. Aún siento mi estómago algo "distinto" como siempre pasa cada mes, pero era como si estuviera en mi último día de mi periodo. No sé si es por el cambio climático o prácticamente todo de Orlox en comparación a la Tierra, pero mi periodo duró menos de medio día considerando el horario de este planeta.

Por otra parte, hice mi mayor esfuerzo por sacar conversación con Lizzie y también le mandé demasiadas miradas indirectamente directas a Dave para que me ayude con ello, pero no las captaba porque estaba más que rígido y con una posición para nada cómoda en los brazos de Rheia. La mirada de Dave demostraba a la perfección lo incómodo y avergonzado que se encontraba al ser él quien iba cargado y no Rheia, a las justas reposaba su hombro detrás de la curvatura del hombro de ella y llevaba la espalda demasiado recta, hasta sentía algo de compasión por él.

Tuvo la oportunidad y sí que se lo planteó de ir con alguno de los cazadores del clan Dseta, por sus características, que nos acompañaban no muy lejos, eran dos que sus rostros se me hacían algo conocidos al verlos varias veces cerca de Drix para recibir órdenes, pero al verlos de frente creo que se lo pensó mejor y así es como terminó nuevamente en los brazos de Rheia como si fuera una damisela en peligro. En definitiva, es imposible no burlarse de la situación en la que se encuentra Dave siendo tan él con sus ideas de que él es el príncipe azul de toda dama y no viceversa.

Por suerte, al final sus ojos y raciocinio captaron las miles de indirectas que le enviaba y no demoró en unirse a la conversación. Al inicio estaba demasiado concentrado en su propia circunstancia como para pensar en otra cosa y terminó diciendo "y qué tal el día, chicas", no sabía si reírme o llorar por cómo estaba Dave de atrofiado, pero poco a poco se fue relajando y las cosas surgieron de forma más natural. Supongo que le hice un favor a los dos y así fue hasta que llegó la noche y el frío a las afueras en medio de la jungla era mucho más fuerte que en otros lados, ni las capas de pieles que teníamos nos protegían por completo.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora