Capítulo 23

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—Dave ya está despertando —me alerta Lizzie en lo que regreso con rapidez con la cantimplora en mano.

Me acerco apoyándome de mis rodillas para estar al tanto de la condición en la que se encuentra y darle al instante algo para que beba. Las dos sabemos las tenues secuelas que deja el apenas despertar después de haber sido mordidas con una mínima cantidad del veneno de un Naga corriendo por nuestro organismo. Aún me cuesta un poco calmar el estremecimiento que ocasiona el solo pensar que me vuelva a pasar ese tipo de mordida, no es exactamente de las que se sienten del todo bien.

—¿Sigo vivo? —arruga su frente mientras abre con pesadez los párpados y se fija en nosotras con mirada perdida hasta que al fin sus ojos se enfocan en lo que le rodea.

—Por desgracia. —Lizzie chasquea la lengua y le doy un manotazo en el hombro sin poder ocultar la sonrisa.

—Soy inmortal chicas, ya supérenlo —continúa la broma con su sonrisa Colgate. Le pagarían mucho por promocionar su marca.

Lo ayudo a recomponerse y le paso la cantimplora. Para cuando me lo entrega de vuelta, agradeciendo la acción, aparecen en nuestra visión las tres figuras no humanas en la entrada. Drix está adelante, luego Kaie y al último Rheia. Lizzie se encuentra con la mirada al primero y hace una mueca de desagrado por ello, luego se pone a mirar hacia otro lado como si fuera lo más importante que tiene que hacer en ese momento.

También, no omito el hecho de notar que Dave se pone tenso ante la presencia de los tres hermanos y que sus ojos se quedan observando más tiempo en Rheia, un brillo de curiosidad y algo más que no sabría con exactitud se reflejan en su mirada. Por mi parte, espero hasta que Kaie llegue a mí y no dudo en contemplar cómo su platinado y largo cabello se ve tan brillante bajo los rayos del sol y que esos ojos como el zafiro realzan toda su presencia fija en mí.

—¿Todo está en orden? —me levanto sacudiendo el polvo que cayó por mi ropa cuando sus ojos captan que Dave ya está despierto y parece querer preguntar. Voy hacia él pasando por el lado de Drix, pero él parece tener la cabeza en otra parte.

—No tienes nada de qué preocuparte en relación a mi hermana, mi dulce veneno. —Su confirmación es un peso menos para nosotros y lo dijo en un tono que llegaría perfectamente en el rango de audición de los dos que dejé más atrás. Antes de que pudiera siquiera soltar un respiro despreocupado, me sujeta la cara atrayendo sus labios a mi frente.

Mis ojos se quedan detallándolo otra vez, sintiendo ahora con su cercanía esa suave fragancia que su cuerpo desprende. Cada vez se me hace más atractivo y me inundan unas ganas terribles de querer gritar a los cuatro vientos de que él es mi pareja y que tuve la dicha de encontrarlo. Cuando vuelvo a la realidad y no esa burbuja emocional, me encuentro con los ojos algo inusuales y únicos de su hermana, me tenso de inmediato y raspo mi garganta tratando de disimular.

Me había acostumbrado a la presencia de Drix en cuanto me pusiera cariñosa con Kaie por impulso natural, pero acá está también su hermana ahora... Tengo que dar una buena impresión al menos.

—Voy a presentarlas como se debe —dice Kaie con una media sonrisa cuando nota mi nerviosismo y ve a Rheia a su detrás.

—Hermana, —le ofrece la mano para que se acerque— la humana que tienes en frente se llama Gwen, es mi presa, mi compañera, mi todo y espero puedas comprobarlo de primera la veracidad de mis palabras.

Termina de presentarme y siento las mejillas y el corazón a tope por tan linda forma de hacerlo en mi honor. En serio, me pregunto si todos los Naga's son tan poéticos al momento de referirse a sus parejas o solo es cosa de Kaie, pero sea cual sea la razón, no me quejo.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora