Capítulo 43

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Drix

El rey Dreykha se había mostrado a favor de los mismos ideales de madre hasta el momento, de todas formas les he dado instrucciones detalladas a Irum y Fayks para que así estuvieran cerca de los humanos bajo vigilancia. Podía sentir el fuerte palpitar de mi testaruda presa a kilómetros, estaba nerviosa, aunque trataba de mantenerlo solo para ella, pero no podía esconderse de mí. 

Fue bueno escuchar cómo poco a poco ese golpeteo en su pecho iba minorizando cuando mandé a mis dos cazadores cerca, es curioso en qué momento Irum terminó siendo amistoso con Lizzie, podía oírla parlotear a pesar de la distancia que nos separaba en todo el trayecto. De todas formas, no me molesta que se hayan acercado, conozco a ese cazador desde hace bastante tiempo y sé que puedo confiarle la seguridad de mi presa si algo llega a pasar, así que si además de su lealtad tengo su propia disposición a hacerlo, solo suman a la situación. 

También necesitaba a los otros dos humanos más que protegidos y para aquello podía confiar en Fayks, mis hermanos se preocupaban por ellos y era una cadena de emociones si algo le pasaba a uno de esos tres. La perturbación en la expresión de esos humanos fue notoria al ver llegar a la bestia que el rey había puesto en muestra de concordia entre todos los presentes, mis ojos detallaron a Lizzie cuando probó la carne y sus ojos parecían brillar por lo bien que sabía. 

Cuando sonríe se le dibujan dos hoyuelos y esta fue una de esas veces que salieron a la luz. Casi creí sentir algo que me molestaba en mis escamas por haber sido el rey del Oeste quien consiguiera sacar esa imagen que siempre he visto desde lo lejos y solo una vez fue que pude apreciarlo estando con ella... mi instinto reclama poseer cada faceta suya, pero mi cabeza aún consciente me trae de vuelta a la verdad de que aún no es el momento. 

Pronto. 

Cuando todo esto acabe me aseguraré de enseñarle y envolverla en mis garras como mi única presa hasta que no pueda desear otra cosa más que serlo, me aseguraré de complacer todo y más de lo que necesita para subsistir con tal de tenerla a mi lado y más ahora que sé que mi  pequeña testaruda también lo desea. Aún siento su duda, pero también puedo sentir su curiosidad por simplemente experimentar mis promesas.   

Sus ojos se percataron que miraba en su dirección todo este tiempo en el que solo ella era la protagonista de tantos deseos y cosas que aún parecen ser distantes a lo que era antes. Cambié de posición sin darle gran importancia al rubor que se había formado en sus mejillas mientras su entrecejo se formaba debido a su sorpresa e inquisición de lo que seguramente su revoltosa cabeza estaría tratando de descifrarme. 

Las sensaciones que invaden mi cuerpo al querer recorrer esas mejillas rojizas con mi lengua o volver a probar lo que ya he alcanzado a establecer como mi futura adicción que proviene solamente de ella, eran desconcertantes y a la vez completamente correctas y naturales. Lo que he sido y lo que estoy tratando de descubrir, aún son parte de una interrogante en mi existencia, no he tenido más opción que olvidar aquel detalle hasta que todo lo demás se arregle. 

No volví a mirar hacia donde se encontraba ella hasta que ambos reyes declararon el inicio a la conversación central que nos trajo aquí. Entonces ingresó el Naga que liberó el cosquilleo de mis colmillos por desgarrarle la garganta aquí mismo, Kaie se tensó de la misma forma y sus garras incrementaron su tamaño en respuesta de que muy probablemente querría arrancarle el corazón del pecho. Rheia estaba más pacífica, pero no bajó su fija mirada de ese Naga en lo que ingresaba hasta situarse frente a todos que ahora estábamos los cuatro junto al rey en medio del lugar.

—Lo que hizo mi hijo, Dacaeh, no es algo que pueda ser considerado pasajero —se dirige a madre con una voz que alcanzaba hasta las grietas más pequeñas que existan en el lugar—. Ha ofendido y mucho más a todo tu reino, ha desatado tu pasiva furia que muestras ante mí y fue lamentable que volvamos a vernos después de tantas décadas y lunas atrás de este modo.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora