Capítulo 14

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Kaie

Tomó un día y medio de viaje para que al fin pudiera divisar a lo lejos la entrada de Zikhan, justo en el momento que la intensa luz iba desapareciendo del cielo. No conversé nada más con Drix hasta que llegamos y, aunque no me lo dijo directamente, sabía que primero nos presentaríamos ante madre por nuestra llegada. Lo que quedaba por hacer después solo era cosa de esperar al siguiente anochecer para la reunión de siempre.

Ver a Zikhan después del poco tiempo que estuve fuera y que en ese breve lapso pasó mucho más que eso al encontrar a mi dulce presa, siento que este lugar es lejano a lo que solía llamar hogar... El sentimiento es algo distinto ahora, lo que conocía como normal en mi rutina había dado un giro inesperado por la elección que tomé aquel día en que salí de aquí. Pero solo fue en cuestión de segundos tal desconcierto con las emociones que me albergaban ya que pude comprender el porqué de lo que siento, tan rápido que solo podía pensar en esta nueva versión de lo que me estaba transformando sin darme cuenta.

Mi hogar está al lado de Gwen, a donde ella vaya yo también quiero estar presente.

Es increíble la desesperación que tengo por volver a su lado, mi instinto me dice que debo protegerla de cualquier peligro y el que la haya dejado sola no ayuda. Aunque hubiera querido que viniera conmigo, aún no es tiempo de mostrarla ante los demás y esa verdad es como si tuviera un filoso tallo de Mordekben clavado en la parte baja de mi columna. Los problemas actuales tienen que ser solucionados acabando este ciclo lunar y a partir de ese momento correrán las horas hasta que le dé a mi presa el lugar que se merece a mi lado sin importar las demás opiniones.

Puedo encontrar una manera de disuadir a los clanes, pero si mi madre y reina se interpone... No dudaría en abandonar mi antiguo hogar por mi compañera de vida, a pesar de las consecuencias de aquello, dejaría atrás a todo mi reino porque ese pesar solo me atormentaría el poco tiempo en que mi presa se encargara de curar esa herida casi permanente en mi pecho.

Nunca me arrepentiría de haber escogido esa opción, de haberla escogido a ella.

Después de todo, estarían en buenas manos con cualquiera de los pilares que tome el cargo, mi presencia no haría ni más ni menos si las cosas se mantienen en orden. Lo único que cambiaría en esos planes sería la posibilidad de llevarme a Rheia si lo desea, no podría abandonarla como lo hicieron los otros. No lo hice en ese tiempo, mucho menos lo haría ahora.

Esa breve reflexión es lo que me impulsó a mantenerme erguido y con la seguridad de siempre, añadiendo ahora a esa máscara el secreto de mis planes dependiendo del rumbo en que se tornen las cosas. Nunca he deseado nada en particular desde que dejé de ser una cría y todo lo que conllevó la pérdida de Takhan, por lo menos, no para mí. Pero eso había cambiado con la llegada de Gwen, ahora tenía algo en qué desear todo lo que esté a mi alcance, desear su felicidad que complementaría la mía y mantener forjada la vida en la que estaremos juntos.

Ingresamos por la boca de la cueva, el inicio para adentrarnos a Zikhan, solo los del Este conocemos esta entrada escondida a los subterráneos pasadizos en lo que deslumbra nuestro hogar en su interior. Es el núcleo de nuestro reino y está situado en un lugar difícil de encontrar a primera vista para que sea difícil de marcar por otras bestias o por si hubiera algún conflicto con el Oeste. Aunque hace muchísimo tiempo que ambos reinos están en paz, nunca está demás estar protegidos y preparados.

Según nos vamos adentrando la oscuridad gobierna al principio, pero luego todo el camino se va iluminando con los cristales de calor que hay esparcidos por todas partes de los muros que decoran el lugar en una mezcla entre tonos parecidos al cielo de la noche que, en ciertos tiempos, muestra grandes ondas flotantes desplazándose como el agua por él. Mientras seguimos, nos vamos encontrando con los demás habitantes que, por protocolo, salen de las aperturas de sus trabajos u hogares para esperarnos al pasar cerca de ellos con la cabeza gacha en forma de tributo y respeto.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora