Capítulo 59

1.7K 199 17
                                    

Rheia

La luz estaba por llegar a su fin cuando vi los primeros rastros de mi cercanía a Zikhan, me topé con algunas bestias de bajo rango y, en mi apuro de solamente esquivarlas para llegar a mi objetivo principal, terminé profundizando mi herida en el abdomen y también me gané unos cuántos rasguños más por partes de esas bestias a lo largo de mis brazos. Pero eso ya no importaba, el dolor no importaba, nuestra especie es altamente tolerante a ello cuando se lo propone y este era uno de esos momentos. 

Lo único que abarca mis pensamientos y prioridades, es llegar con mi hermano y movilizar a los clanes para la guerra que está por darse sin reparos y en la que, mucho antes de que inicie, tenemos que recuperar a tres de los nuestros. Además de no saber el paradero de los reyes, al menos, no por mi parte. El cómo las cosas han cambiado con respecto a lo planeado desde que salí de aquella fosa y me topé con la escena de Dave siendo atacado por Dacaeh... es algo que temo por la intriga de qué es exactamente lo que nos está esperando.  

—¡Quinta pilar! —exclaman dos cazadores del clan Dseta que estaban en vigilancia, llegando a mi lado en menos tiempo del que les podría tomar. 

Mi estado no debe ser el mejor por su expresión y me cuesta un poco moderar mi rostro para no reflejar absolutamente nada de mis temores o noticias que estoy trayendo conmigo. No podemos desatar la desesperación en nuestros Naga's, no sin haber planificado cada movimiento que haremos antes de partir. Pero está demás saber que, aunque no diga nada o refleje algo en mi semblante, por mi condición y la situación que se está presentando ante ellos, es fácil deducir lo que se avecina.

—Llévenme con el tercer pilar y avisen a todos los regentes que vengan a una reunión ahora —asevero recuperando el aliento y los cazadores asienten sin protestar o decir algo más a pesar de que sus dudas están impregnadas en sus miradas.

Soy guiada hasta el lugar dentro de Zikhan donde se dan este tipo de reuniones y me espera Shaon que ya fue alertado de mi llegada y la orden que di para discutir entre todos lo que está pasando entre ambos reinos. Cuando ingreso los cazadores que me acompañaban se fueron del lugar, dejándome solamente con él  y supuse que los regentes estarían esperando la orden no muy lejos de aquí para ingresar una vez terminemos de hablar entre pilares.

—Rheia... pero qué ha pasado hermana —dice apenas sitúa una mirada evaluativa en mi aspecto.

Se acerca sosteniendo mis manos y su preocupación tan notoria me agarra con la guardia baja. Sé que nuestra condición de hermanos y pilares no es la mejor por igual, pero también sé que aún hay un vínculo entre todos nosotros... pero casi nunca Shaon se ha mostrado tan abierto a demostrar lo que realmente piensa. 

—Los tiene... —trato de explicar con complicación en mi respirar, todo está siendo abrumador— el pilar del Oeste los tiene capturados a todos y se ha proclamado el nuevo rey y... la guerra es inevitable.

Shaon me escucha demasiado atento y su sorpresa se combina con su expresión preocupada mientras detalla mis heridas con más profundidad. Me permite expresarme por completo sin interrumpirme al ver mi apuro con ello y le cuento de forma precisa todo lo sucedido en el otro reino y la urgencia con la que tenemos que movernos antes del amanecer. En cada palabra liberada sentía que había cumplido con mi deber, que al fin había hecho algo bien, pero fueron momentos ínfimos para que durara aquella pequeña liberación interna, porque lo abrumador de todo lo que faltaba por llegar seguía muy presente.

—Que ingresen los regentes —ordena al instante de acabar mi noticia y me ayuda a erguirme en mi mejor posición en cuanto ingresaran ellos.

—Rheia, querida... pero qué...

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora