Capítulo 29

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Kaie

Mis ojos vagan de Gwen a Drix y Rheia, no sé por dónde empezar a contarle todo lo sucedido a madre. Tampoco puedo adivinar cuál será su decisión ante los humanos, ante "mí humana", solo sé que no pienso dejarla sola si así lo decide la misma reina. Me encontraría en una posición demasiado difícil, elegir entre mi reino y mi presa... Siempre la elegiría a ella, por mucho que deshonrara mi posición y todas las promesas que alguna vez me hice.

Estoy dispuesto a llevar esa carga conmigo por el bien de ella y no hay nada que pueda hacerme pensar lo contrario.

—Tras la pelea que tuve con Shaon... —respondo situándome frente a mi madre y sobre todo mi reina en estos momentos. La pérdida de Zahjka aún arde en nuestro interior, pero ha sido calmada un poco ahora que lo hemos despedido en su ida al otro lado y asumimos tras esa ceremonia dejar atrás lo que nos pueda atar al mañana.

Me centro en dejar como segunda prioridad lo que aprendimos desde crías con todo lo que está embargando mi pecho y empiezo a contarle todo lo sucedido, no hay tiempo para seguir alargando lo que tenía que pasar en algún momento. Sea cual fuere el resultado, nada ni nadie me hará desistir de lo que yo quiero y tengo claro, solo me quedaba contar la verdad de los hechos y esperar el desarrollo de las cosas.

—Fue algo inesperado encontrar a estas nuevas criaturas —me acompaña Drix cuando llego al momento de la historia en el que se involucra con todo esto por primera vez—. Son débiles, pero tienen la capacidad de comprender demasiadas cosas como nosotros y...

Su mirada viaja por unos instantes hacia la humana al lado de Gwen, unos ojos tan fríos y de un color que pareciera más espeso que los de madre o los míos en estos momentos.

—Son algo curiosos por seguir descubriendo, por ello apoyé a Kaie y comprendo su sentimiento de haber esperado aún el anunciarlos ante todo el reino.

Esos mismos ojos ahora se sitúan en mí y realmente me sorprendió el que saliera en mi defensa. Drix ha cambiado bastante desde que apareció de la nada en el lugar de tantas lunas atrás que nunca volvimos a estar todos los hermanos juntos tras la pérdida de Takhan. A veces pareciera ser otro, pero es un mínimo de tiempo que se deja ver y... me confunde en muchos aspectos.

—Yo... —La voz de Rheia pareciera perderse en el lugar, pero carraspea con un siseo demandante en su garganta y esta vez sigue las reglas de no bajar la mirada cuando se le habla a la reina.

Es la segunda vez que lo hace a voluntad propia delante de muchos espectadores y agradezco su esfuerzo, ya que con ello está queriendo demostrar a madre lo que realmente piensa sobre todo esto. Mi pequeña hermana también ha cambiado un poco, el corto tiempo que pasamos los tres con esos humanos, antes del desastre, le hizo bajar la guardia y abrirse un poco más. Como su hermano mayor, que ha estado velando para verla de esa forma desde hace tantas lunas, realmente es algo grato de presenciar.

—Salí en busca de mis hermanos para alertarles de lo que pasaba en Zikhan con respecto a Zahjka y el Reino del Oeste, los encontré con esas pequeñas criaturas llamadas humanos —aún le cuesta pronunciar por completo el nombre de su especie, pero ha mejorado—. A pesar de que mis hermanos querían protegerlos de cualquier malentendido, decidieron venir con ellos para apoyar a nuestro hermano mayor.

La mirada de madre no refleja emoción alguna como para diferir si está comprendiendo nuestras decisiones anteriores o solo lo ve como una ofensa por ocultarlo. Nuestra madre podría comprendernos, pero ella no es solo eso, es la reina Irix del Este y con ello tiene otras obligaciones y decisiones que priorizar. Eso es un hecho que todos comprendimos desde crías. Simplemente se queda en su posición, escuchando todo lo que decimos.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora