Renacidos en Orlox

Capítulo 63

Gwen

—¿Por qué ningún Naga tiene el cabello corto? 

Recuerdo con tanta claridad el día que hice esa pregunta. Fue cuando aún no sabíamos que las cosas se complicarían de esta forma, cuando aún éramos solo los dos, solamente Kaie y Gwen, y mi única preocupación era hacerme más fuerte para encontrar a Lizzie y a los demás tripulantes con vida en medio de este vasto mundo desconocido denominado "Orlox". 

Sin duda, a veces el tiempo se escapa por completo de tus manos y pasan tantas cosas que ni siquiera podrías haberlas esperado. Aquel día solo era un buen recuerdo en mi memoria, un día muy lejano que se había tornado doloroso en estos precisos instantes por lo que estaba pasando. 

—Mantener el cabello largo es una muestra de poder, virilidad, fuerza, orgullo —explicó en ese entonces, atrayendo mi cuerpo hacia el suyo. 

Aún puedo sentir la calidez que sentí en ese momento, la imagen de ambos está perfectamente instalada en mi piel. Kaie estaba acostado en una gran piedra absorbiendo directamente los fuertes rayos del sol y yo me acosté en su cálido pecho disfrutando del resonar de su voz bajo mi piel mientras respondía a mis preguntas. 

—Así como nuestras cicatrices que representan grandes luchas porque no cualquiera puede quedar grabada en nuestros cuerpos y esto, —sujetó uno de sus largos mechones plateados que brillaban hermosamente bajo la luz del día y que yo tantas veces jugueteaba con ellos— refleja la vida que hemos llevado hasta el momento, nos recuerda los posibles errores que hemos cometido y a la vez lo que hemos aprendido de ellos. Es todo lo que somos ahora, es como un juramento con nosotros mismos.

Aquel recuerdo se esfuma con el eco de esas últimas palabras rompiéndose en añicos con lo que veo. Dacaeh tiene retenido a Kaie con su cola y en una rápida maniobra cortó su largo cabello, las lágrimas salieron sin esfuerzo como si fueran derramadas por su propia alma mientras observaba desde mi posición escondida la desgarradora escena, porque sabía más que bien lo destrozado que debía sentirse Kaie justo ahora, porque él mismo me explicó con tanto orgullo lo que eso era para su especie. 

No podía quedarme solo mirando y llorando por él. Teníamos un plan, solo haría unos cuántos ajustes a ello.

—Espera, Gwen —susurra con apuro Dave, pero no me detengo y me deshago de la pequeña armadura que Rheia y Shaon nos habían conseguido amoldando las suyas a nuestra medida.

Lograban cubrirnos el pecho y la espalda, por lo menos era mejor ir sin nada a una batalla bestial literalmente. Nos colocamos encima esa mezcla lodosa para que nuestro olor humano no sea percibido por más que al estar acompañados de grandes Naga's ninguna bestia se atrevería a acercarse en lo que nos dirigimos hacia donde estaba Dacaeh y su grupo. Rheia con otros rastreadores se encargaron de dar con el punto exacto en el que estaban, aún no habían llegado al clan Sigma y ya veo qué los tenía tan concentrados.

—Alisten todo, yo daré el aviso —pido con ruego a Rheia y también veo a Shaon que está a su lado, no pienso detenerme y no sé si estaría cometiendo una gran falta de respeto por darles indicaciones sin querer esperar su respuesta. No me importaba, no ahora que tenía que llegar a Kaie.

Me sequé las lágrimas con las palmas, traté de regular mi respiración para controlar el latir de mi corazón que podía delatarme, mi alma lloraba por la suya y mi lado protector me exigía ir a por él. Me puse una máscara interna ante todo lo que sentía en cuestión de segundos en los que me tomó correr y aminorar el paso como si no pasara nada hasta llegar a la escena que me hizo moverme sin pensarlo más y entonces lo vi, lo sentí.

Kaie...

—Rey Dacaeh, —llamé arrojando todo el aire que tenía retenido y procurando sonar consistente porque era ahora o nunca— tengo una propuesta que hacerle si me permite dirigirme a usted justo ahora que el tiempo está a nuestro favor.