Capítulo 35

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Kaie

Toda la conversación que tuve con Gwen me dejó en total asombro. Toda ella siempre me fascina de una u otra manera, es imposible que deje de hacerlo algún día porque siempre hay algo nuevo por aprender de las cosas que más te importan y eso es lo que las convierte en algo irremplazable. Fue divertido ver su reacción cuando le expliqué más sobre el ciclo de celo, aún faltan dos ciclos lunares para que eso ocurra, pero realmente me gustaría pasarlo con ella. 

Pasar mi ciclo por primera vez con mi presa de solo pensarlo hace que mis escamas cosquilleen por la anticipación de lo que simbolizaría. Pensar en el futuro con Gwen es algo que quiero mantener seguro y haré todo lo posible para que así sea dentro de poco. Quiero experimentar a su lado todo lo que ella desconoce de mí y al mismo tiempo lo que aún desconozco de ella. 

Con nuestra reciente conversación nos enteramos de varias cosas, quiero que más situaciones así se repitan, el simple hecho de compartir de manera tan sencilla tantas cosas hace que sienta de cierta forma una tranquilidad que no sabría clasificarla, aunque aún hay algo que sé que mi pequeña presa trata de ignorar u ocultar de su pasado. Solo me queda esperar a que decida contarme de ello y ver qué es lo que podría hacer yo para hacerla feliz y que deje atrás todo aquello que la atormenta de su anterior mundo. 

Apenas volvimos a mi refugio, la ayudé dando forma a mi muda acorde a su cuerpo con una nueva prenda pequeña como la que tenía en un inicio para tapar su parte inferior, aún me parece extraño lo que su especie llama como "ropa", pero he llegado a entender que es su forma de protegerse en muchos sentidos y ahora que lo sé no permitiría que nadie viera ni un centímetro de su tierna piel. Solo yo podría hacerlo con mi presa. Me llenaba de orgullo el verla tan contenta por portar algo que señala que me pertenece a cualquiera que la vea, tal vez debería portar algo de ella también en mí, aunque no sé lo que podría ser. 

También conseguí algo parecido al "algodón" que según ella nombró por sus características para no manchar sus prendas con lo que llama ser su... ¿desgarro interior que la hace sangrar? Aún es extraño ese acontecimiento para mí, las hembras Naga's no lo hacen. Al final, dejé a Gwen con Lizzie que acababa de llegar y podía sentir que algo no iba bien con esa pequeña amiga humana de mi presa, pero no pude quedarme mucho tiempo para analizarla ya que tenía que obedecer al llamado de madre para la reunión.

No tardo mucho en llegar al lugar habitual donde realizamos este tipo de situaciones, como siempre, cada muro y sobre todo en el techo se mantienen atados todo tipo de cristales que se unen en uno solo para iluminar el lugar con su blanco color. En esta ocasión hay más Naga's de lo habitual, por obvias razones. Me sitúo al lado de Shaon y Rheia, la posición que me corresponde como cuarto pilar, mientras que Drix está al otro lado de Shaon al ser el segundo. 

Me es inevitable intuir algo en Drix que hace que mis ojos vaguen de rato en rato hacia él. Parece extraño, más tenso y serio de lo normal cuando algo no va como quiere que sea; por su apariencia diría que su ciclo de muda también llegó más antes que de costumbre. En algún momento mi mirada se desvía al primer sitio al lado de Drix y se hace presencia con un vacío notorio, el recuerdo y realidad de Zahjka vuelve a presentar todo su peso sobre mis hombros y me gustaría que no fuera así, pero desear algo no cambia lo que has recibido hasta ahora.

Por otra parte, no he hablado mucho con Shaon desde que llegamos, pero no lo veo como una amenaza por la indiferencia que ha mostrado ante los humanos, simplemente ha priorizado lo demás y por el momento eso está bien. Frente a nosotros están los regentes de cada clan y la expresión de todos es indescifrable, pero el sentimiento es el mismo al caer sus ojos en el lugar ahora vacío junto al segundo pilar del reino.

—Bien, —ingresa madre, colocándose en la cabeza en medio de todos— comencemos con las cosas por resolver —anuncia girando sus manos hacia nosotros en muestra de escuchar lo que tengamos que decir sin perder ningún segundo.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora