Capítulo X - Sentimientos agridulces

160 20 3
                                    

El dragón sabía el peso de las palabras que Briel le había dicho en ese entonces, según los estándares humanos; el coraje y la fortaleza que se requerían eran dignas de una hazaña, y aún más pensando el hecho de que el chico se le había declarado a una bestia casi considerada como un ancestral, sin embargo, era imposible deshacerse de las dudas que años y años de experiencia se habían forjado en su mente y corazón, por lo que creía que simplemente el pelinegro estaba confundido, pues el sentir cariño y amabilidad por parte de otro ser después de mucho tiempo en un mundo desconocido, provocaron tal reacción difusa en su pequeño corazón humano.

Después de aquel momento, Ryu pensaba recurrentemente mientras veía a Briel ponerse todo nervioso ante cualquier provocación que él ejercía...

"Ah~, el ser humano es egoísta por naturaleza, y fácil de manipular si se le muestra cierta amabilidad, aunque, debo de admitir que él es extraño, así que tal vez por eso me gusta que me sonría, pero, no puedo confiar en que sus sentimientos sean reales, tal vez su alma está confundida por la calidez de mis palabras, solo es un dulce espejismo"

No obstante, como era de esperarse, ese pensamiento comenzó a agrietarse poco a poco cuando vió la valentía y disposición del pelinegro durante la junta en la manzana. Su fuerza se sentía en cada palabra que dirigía al comandante Turdus, por lo que tal parecía que el humano no temía poner en riesgo su vida al querer proteger a "unas bestias", seres que ni siquiera eran de su propia raza; era algo curioso para el dragón, pues usualmente ningún humano aguantaría el maná tan pesado en ese lugar lleno de criaturas de alto rango sin morir por contaminación del alma o locura por la presión causada.

Al ver que el chico salía con tal calma de un lugar tan peligroso, se preocupó.

"¿Por qué aguantas tanto y ni siquiera volteas a verme para pedir mi ayuda?"... Pensaba intranquilo el peliblanco.

Era obvio que su aura asesina inundaba la sala de reuniones, así que Alice tuvo que actuar rápidamente o algo malo ocurriría.

Cruzó sus piernas y simplemente levantó un poco la voz.

-Me parece una falta de respeto que insulten de esa manera a mi preciado consejero de comercio, quien además de todo es parte de mi familia, ahora, ¿qué harán al respecto?

Una elegante frialdad proveniente de esa mujer se hizo presente ante todos. Asustados y mostrando una visible ansiedad, los alados intentaron arreglar la situación.

Repentinamente, una mujer de fuerte carácter tomó por el cuello bruscamente al comandante Turdus, y lo azotó contra la mesa central con tal fuerza que la agrietó de un solo golpe.

-Rogamos su perdón a todos los presentes. -Al pronunciar esa frase, cada uno de los alados hicieron una reverencia a la vez. – Sabemos que no es una excusa, pero el comandante Turdus se pone a la defensiva ante cualquier humano, ya saben su pasado, pero... eso no escuda su comportamiento desagradable, enserio permítanos arreglar todo, denos hasta mañana para solucionar cada inconveniente, y preparar una disculpa adecuada con ustedes, y principalmente con el consejero Briel, queremos establecer fuertes lazos con nuestras tierras hermanas.

Al escuchar tales palabras, Ryu les dedicó una mirada que mataría a cualquiera que resistiera verla directamente.

El terror inundó la sala.

-Si él no los perdona, no piensen en volver a pisar nuestro reino, o los mataré.

Cerró la puerta de un golpe, y al controlar su maná desbordado, se dió cuenta que el espíritu de Briel ya no se percibía, así que recuerdos terribles comenzaron a brotar de su mente.

La desesperación de Ryu comenzó a hacerse presente, su respiración comenzó a cortarse, y su pecho se sentía pesado. Al salir corriendo por los pasillos principales de la manzana, un olor dulce lo hizo detenerse de golpe. El hombre sintió más fuertemente la presencia, y al acercarse, se dió cuenta  que en el suelo habían pequeñas gotas de sangre que creaban una especie de camino...

El amante del dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora