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    Jungkook soltó un suspiro y se sentó al fondo del bus, estaba cansado, había estado de pie todo el día. Con el cerebro agotado y el cuerpo hecho trapo, miraba por la ventana mientras el transporte avanzaba por la ciudad. Estaba anocheciendo, el cielo se teñía de un hermoso tono de violeta. La luna llena, grande y rojiza, brillaba en el cielo acompañada de las primeras estrellas que se hacían visibles. Cerró los ojos y apoyó su cabeza en el vidrio de la ventana, ansiaba una ducha. Volvió a abrir los ojos, estaba en la zona residencial. Él había investigado precios para vivir allí, era un lugar tranquilo, pero todo era muy caro y no podía permitírselo.

    Minutos más tarde, terminó su viaje. Se bajó del ómnibus con su mochila colgada en sus hombros. Caminó por las calles de su barrio hasta llegar a su casa. El auto de su madre ya estaba estacionado en el garage, supo entonces que la cena ya estaría lista. Y así fue. Cuando entró a la casa saludó a su madre, la cual estaba en la mesa del comedor junto a su hermana. La mesa estaba servida, disfrutaban de unas milanesas de pollo recién hechas.

    Jungkook dejó la mochila en el respaldo de una silla y fue hasta la cocina a buscar un plato y cubiertos. Después volvió a la silla en la que había colgado su mochila y se sentó. Estiró su brazo hacia el centro de la mesa para alcanzar una milanesa y ponerla en su plato, luego se sirvió un poco de ensalada. Habló con su madre sobre cómo les había ido en el trabajo, nada muy interesante.

    Terminó la cena y fue directo a darse una merecida ducha. Dejó salir un suspiro de placer cuando el agua caliente entró en contacto con su cuerpo. Sentía el estrés del día escurriéndose hacia las tuberías. Salió del baño como renovado, con una toalla atada a la cintura, libre de cansancio. Caminó hacia su cuarto estirando los brazos hacia el techo, se encerró para que nadie lo molestara y se puso unos boxers para dormir.

    Se tiró de espaldas en la cama, haciendo que su cuerpo rebote un poco en el colchón. Tomó su celular y abrió Google. Empezó a buscar precios de alquileres de casas. Sabía que alquilar no le convenía, significaría un gasto mensual para algo que nunca sería suyo, pero quería algo lo antes posible. Además sería solo por un tiempo, hasta que pudiera conseguir algo propio. Estaba empezando a considerar meterse a alguna residencia, de esas con algunas habitaciones compartidas, pero no estaba seguro porque no sabía cómo podría llevarse con la gente con la que le tocara vivir.

    Miraba los precios de una inmobiliaria cuando una llamada a su celular lo interrumpió. Era Jimin, no lo estaba llamando por WhatsApp, lo estaba llamando a su teléfono directo. Extrañado, atendió la llamada.

    —¿Hola?

    —Jungkook... —el chico sonaba agitado, afligido, con la voz entrecortada, se escuchaba el sonido de vehículos pasar como si estuviera en el medio de la calle— Que bueno que atendiste.

    —¿Pasó algo?

    —Mi padrastro... tuve una pelea con él —decía como superponiendo una palabra con otra—. No puedo dormir en casa, me fuí, mis amigos no me atienden el teléfono, no sabía a quién más llamar...

    —Ven a casa —interrumpió Jungkook.

    —¿Seguro que no hay problema?

    —Para nada, ven a casa. Te paso la ubicación por WhatsApp.

    —Gracias, Jungkook, de verdad —Jimin sonaba aliviado, un poco desesperado, como si lo hubiesen rescatado.

    —No es nada —se sonrió—. Nos vemos.

    —Nos vemos...

    Cortaron la llamada. Jungkook miró a su alrededor. Todo estaba ordenado pero podría estarlo más. Se levantó de la cama y se encargó de guardar la ropa que había arriba de una silla dentro del ropero, escondió un par de zapatos debajo de la cama y organizó su mesa de luz. Miraba alrededor, sentía que le faltaba algo. Entonces se miró a sí mismo, estaba en ropa interior. Abrió su armario y se puso un pijama, tampoco quería verse como si se hubiera arreglado demasiado. Fue hasta el cuarto de su madre y le avisó que un "amigo" se iba a quedar en la casa como emergencia. Se retiró del cuarto antes de que su madre le hiciera muchas preguntas, no sabría qué responder. Se dirigió al comedor para ver por la ventana a la espera de Jimin.

Para Siempre [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora