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    El papel estaba doblado dos veces sobre sí mismo, al parecer estaba escrito de los dos lados. La letra había sido escrita a mano, con lapicera negra. Jungkook tocó la carta con las puntas de sus dedos, sintiendo el relieve. Sin lugar a dudas, era de parte de Jimin. Miró atrás, Taehyung estaba recostado con las manos detrás de la nuca y los ojos cerrados: Jungkook sentía que no podía leerla en ese momento, que debía ser un secreto, sin saber muy bien la razón, le parecía incorrecto. Volvió a la carta. Mordió su labio inferior pensando en lo que sería mejor. Se tragó su curiosidad y pasó el folio, encontrándose con el disco que estaba buscando. Sacó el disco del sobre y cerró el cierre del porta discos. Volteó con el dedo índice metido adentro del orificio del disco, mostrándole a Taehyung la portada. Era un disco rojo que tenía escrito "sonidos prohibidos" en marcador permanente. Taehyung abrió los ojos y se sonrió al reconocer el disco.

    —El mítico —rió. Era un disco que habían grabado juntos, por años, recopilando todas las canciones que serían ideales para momentos como el que iban a tener. Empezó siendo una broma y de a poco se convirtió en una ardua y fina búsqueda musical.

    Jungkook se contagió de su sonrisa por unos instantes y abrió el lector de CD de la radio y puso el disco, cerró la tapa y le dio play. Empezó a sonar Perdón de Camila. Miró a Taehyung a los ojos, él, con un gesto atrevido, se sentó descansando su espalda en la pared. Jungkook caminó al ritmo de la música hasta la cama. Su cuerpo estaba ahí, su mente estaba en Narnia. Creía que lo ocultaba bien, ponía las caras más sensualmente porno que conocía mientras se tocaba el torso por encima de la ropa. Sus dedos llegaron al borde de la remera y lo elevó para quitarse la prenda. La lanzo hacia la cara de Taehyung, él la agarró divertido. 

    Se subió a la cama, de rodillas. Taehyung le hizo un gesto con el dedo índice para que se acercara. Jungkook empezó a gatear hacia el mayor, los músculos de sus hombros se marcaban en cada paso. Cuando estuvieron cerca, Jungkook se volvió a enderezar. Sin apartar la mirada de los grandes ojos del contrario, tomó las manos del chico y las llevó a sus caderas para que le bajara el pantalón. El más bajo, seducido, lo hizo. Jungkook pasó a sentarse a horcajadas sobre los muslos de Taehyung, quien pasó una mano subiendo por todo su costado hasta llegar a su cara. Allí acarició su labio inferior con su dedo pulgar, haciendo que estos se entreabrieran, para después besarlo con pasión. Jungkook correspondió al beso rodeando el cuello del chico con sus brazos. El beso escaló. Las manos de Taehyung recorrían el cuerpo de Jungkook con seguridad y sed. De un movimiento rápido, cambiaron posiciones haciendo que Jungkook quedara con la espalda contra el colchón.
Los besos volvieron; Jimin besaba diferente. 
Taehyung descendió su contacto por el cuello de Jungkook. Después fue al pecho, a sus abdominales. Llegó al borde de la ropa interior del menor. Mordió el elástico del bóxer y se ayudó con sus manos para bajarlo.
Sus miradas se encontraron; Jimin miraba diferente.
Taehyung cerró sus ojos. Jungkook arqueó la espalda al sentir placer en la zona baja. Miró hacia el frente. Detrás de la cabeza de Taehyung estaba el mueble del televisor, estaba la carta. Jungkook respiró de forma sonora. Aferró sus puños a las sábanas. Las posibles combinaciones de palabras que podría haber en aquel papel lo atormentaban. Los húmedos sonidos que emitía la boca de Taehyung no lo excitaban. La música no le ayudaba a concentrarse. Necesitaba saber lo que decía esa carta.

    —Tae, para —tomó al otro por sorpresa, apoyándose en sus codos para sentarse—. No puedo.

    Jungkook estiró su mano hacia la mesa de luz y abrió el primer cajón.

    —¿Hice algo mal? —preguntó Taehyung, preocupado, viendo cómo Jungkook sacaba una punta de porro y un encendedor.

    Jungkook negó con la cabeza. No era la primera vez que pasaba. Se puso la tuca entre los labios y la prendió con el encendedor frunciendo el ceño. Dio una pitada e inhaló, lo sostuvo unos segundos y exhaló. Le tendió el porro a Taehyung, él lo rechazó haciendo una seña negativa con su mano. En consecuencia, Jungkook dio otra pitada.

Para Siempre [Kookmin]Where stories live. Discover now