III

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Fue el último día de clases y la fiesta de graduación era esa misma tarde. Izuku no se sentía feliz, lo describió más como un sentimiento de calma momentánea, aunque seguía nervioso, tenía que ir a recoger su certificado para asegurar que había acabado la secundaria.

También tenía que prepararse para entrar a la UA, la mejor preparatoria del país a la cual muy pocos podían entrar. También es demasiado cara y él se había esforzado a su máximo para conseguir la mejor calificación posible y poder conseguir una beca de al menos un 60% y así evitar que su madre se estrese por las colegiaturas. Afortunadamente lo consiguió.

Sus manos temblaban mientras se ataba la corbata, su madre lo veía desde la puerta de su habitación y eso lo hacía ponerse aún peor. La señora se acercó y lo ayudó, ella también iría y ya estaba lista.

-No tienes por qué acompañarme, solo iré por el papel y listo.

-Es un día importante, Izuku.

Sinceramente no quería que fuera, tal vez empezarían a burlarse de él y a hacerle bullying como todos los días. Caminaron fuera del departamento y cerraron la puerta con seguro para asegurarse de que ningún desconocido entrara.

Se dirigieron hacia las escaleras para bajar a la planta baja y salir del edificio, así comenzando a caminar para llegar a la secundaria, la ceremonia sería en la cancha de fútbol de la escuela. El viaje era incómodo, ellos nunca salían juntos y aunque lo hicieran, las personas no ayudaban en nada. Mucha gente los veía extraño porque eran un alfa y una omega yendo juntos, aunque se notara el parentesco, aún era extraño.

La gente comenzaba a hacerse ver, todos se dirigían hacia donde ellos iban. Más adelante vio a sus abusadores conversar tranquilamente, riendo e ignorando su existencia. Suspiró y sin darse cuenta aumentó la velocidad de sus pasos, Inko trató de seguirlo pero terminó quedándose atrás por varios metros.

-I-Izuku, espera -el pecoso se había detenido una vez llegó a la cancha -¿Qué pasa?

-Oh, nada -respondió y volvió a avanzar para sentarse en una de las últimas sillas -Llegamos demasiado temprano.

-¿No deberías sentarte más en frente? -se acomodó a su lado -Irán por orden, supongo.

-Sí, iré antes de que empiecen.

No volvieron a hablar, la señora estaba mirando todo su alrededor, pocas veces por no decir que nunca había estado ahí, la escuela no era la mejor. La pintura se caía, los tambos de basura estaban desbordandose de deshechos y las sillas eran poco cómodas.

Izuku estaba atento a sus compañeros, no quería que se acercaran para molestarlo en frente de su mamá. De ser necesario se levantaría e iría hacia ellos para evitar que su madre los viera. Afortunadamente no tuvo que moverse hasta que la ceremonia iba a dar inicio, como Inko dijo, todos los alumnos debían acomodarse en orden para que al pasar por su certificado de secundaría fuera todo más rápido. Katsuki Bakugo estaba un par de asientos enfrente de él, se veía molesto, como siempre.

El cenizo estaba de brazos cruzados, arrugando su saco y camisa, su corbata desatada y su cabello como siempre igual de desordenado. Su postura era "relajada", sus piernas extendidas hacia debajo del asiento de la fila de enfrente y su espalda no estaba recta, podía decirse que se encontraba casi acostado. Su madre lo veía desde atrás, con el ceño fruncido y reprobando su actitud, él lo notaba, sentía esa mirada escarlata clavada en su nuca, juzgando hasta la forma de cómo respira. Aunque no lo parezca... le importaba, y mucho. Sus ojos se sentían calientes y picaban, tragó saliva y frunció aún más el entrecejo para evitar llorar, también presionó su lengua contra su paladar y aguantó hasta disipar esas ganas de romperse en llanto.

Sociedad de mierda [DkBk]Where stories live. Discover now