XXXIX

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Abrió los ojos con pesadez, se dio cuenta de que el cenizo seguía perdido en el mundo de los sueños. Sonrió con tranquilidad y lo movió solo un poco.

—Kacchan… —susurró, tratando de despertarlo —Kacchan. 

—Sí… —murmuró aun sin despertar, y se movió un poco, terminando casi encima de él.

Izuku soltó una risita. El más bajo renegaba con cada intento que hacía para despertarlo. Era como un niño.

—Abre los ojitos —acunó el rostro del cenizo entre sus manos y lo levantó un poco para mirarlo directamente —No me has curado.

—¿Mmm? —pareció reaccionar, trató de sostenerle la mirada, pero sus párpados estaban pesados, cerrándose lentamente.

—Vale, descansa un poco más —aceptó rendido, no lograría despertarlo.

—No, no —habló, lo escuchaba con algo de claridad.

Después de un rato, tratando de abrir sus párpados, lo logró (no tan satisfactoriamente). Se sentó a su lado y talló, con sus puños, sus ojos. Se estiró, tronando su espalda y observando el alrededor. Todo estaba acomodando, el suelo estaba sucio por la pintura que tiraron, pero todo lo demás estaba levantado.

Gateó hasta su mochila y sacó su bolsita de “primeros auxilios”, regresó a su lugar y le sonrió (aún adormilado) al alfa. Este le devolvió el gesto y lo abrazó con cariño.

—Bájate los pantalones.

—No lo digas así, suena extraño —recargó su espalda en la pared.

—Hazlo —repitió, dejando las cosas a un lado y jalando la prenda, sin permitirle hacerlo por su cuenta —Van bien —comentó después de observar el avance de las heridas —No cerrarán cómo me gustaría, pero al menos así no te entrará infección.

—… —apretó los labios y de vez en cuando se estremecía por el tacto en la zona, levantó la mirada —¿Te lastimé?

—¿Cómo? —detuvo sus movimientos, confundido.

—Ayer.

—¿Por la mamad…?

—¡No, eso no! —le cubrió la boca con una de sus manos, avergonzado, con un sonrojo notable en sus mejillas —Por el empujón.

—Oh —relajó su expresión y siguió con lo suyo —No te preocupes, no fue nada.

—No debí hacerlo —suspiró, notó cómo el pulso del cenizo se hizo tembloroso.

—Está bien, estabas molesto —carraspeó a la vez que sacaba su última gasa de un paquete y la cortaba a la mitad para lograr cubrir ambas heridas.

—Pero no debí hacerlo —sostuvo sus manos con delicadeza para llamar su atención —Lo siento… yo… no sé qué pasó.

—No te preocupes, no dolió —sonrió y desvió su mirada.

—Kacchan… —trató de volverse a colocar en su campo de visión —No estuvo bien, si vuelvo a hacer algo parecido…

—Que no —soltó un pequeño gruñido, de advertencia.

—Kacchan, escucha —lo sostuvo por el rostro —No hay que olvidar que soy un alfa, por naturaleza somos agresivos, si nos dejan libres —llevó una de sus manos hacía su propio cuello —Ya viste lo que pasó.

—¡No! —se echó hacia atrás, con el entrecejo fruncido y una expresión de suma molestia —¡No es su naturaleza, sé que es algo más! —gruñó frustrado —Tal vez, si no les hicieran pensar que son malos, no… estarían predispuestos a eso —trató de explicar su punto de vista —Sé que no lo hiciste con intención.

Sociedad de mierda [DkBk]Where stories live. Discover now