XXVI

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Izuku realmente estuvo preocupado, todo el día o al menos al inicio.

El asiento vacío frente a él estaba haciendo que su mente se carcomiera a sí misma con ideas pesimistas respecto a la salud del cenizo. Lo último que supo es que lo llevaron al hospital casi inconsciente y muy débil. No tenía idea alguna de qué pudo haberle sucedido para que de repente se pusiera en ese estado.

Los minutos pasaban y el cenizo no llegaba, incluso las clases dieron inicio y el omega no daba indicios de aparecer. La ansiedad de no ver la cabellera ceniza frente a él lo estaba matando, de verdad.

Sus piernas se movían sin parar, mordía sus uñas y llegó a arrancarse algún pedacito de piel. No podía creer que perder de vista al oji rubí lo pusiera de esa forma tan inestable.

Sero, quién se sentaba a un lado de él, lo notó después de dos clases. Le parecía extraño que estuviera tan… ¿Hiperactivo?

Cuando el profesor se distrajo, se estiró para tocar su hombro y llamar su atención.

-¿Qué te pasa? -preguntó, aunque, claramente todos lo sabían.

-N-Nada -negó con la cabeza y devolvió su vista al frente.

-¿Es por Bakugo? -obvio que era por él.

-Es que… -dudó si hablar con él, no habían tenido muchas conversaciones más que de la escuela y las cosas personales no eran algo que haya tratado con el azabache -Tú no viste cómo terminó ayer, estaba muy mal.

-Mándale mensaje -se encogió de hombros, como si fuera tan sencillo como eso -No creo que sea tan malo.

Izuku, extrañamente, se sintió demasiado enfadado con su comentario. Sabía que lo dijo para ayudarlo pero estaba tan irritado que cualquier cosa que le dijeran lo iba a molestar sin razón aparente.

Hasta que fue hora de receso, donde todos salieron al aire libre, pudo calmarse un poco. Sacó su teléfono y vio el contacto en su pantalla, no sabía cómo iniciar la conversación.

Las últimas interacciones que tuvieron daban a entender que ya había la suficiente confianza como para dejar ver su preocupación por él, pero no estaba seguro de cómo hacerlo. No tenía idea de cuál era el límite de Katsuki debido a lo mucho que se distanciaron.

Tecleó el primer mensaje, lo borró, lo reformuló, lo volvió a borrar y así en repetidas ocasiones. Hasta que tuvo un mensaje medianamente decente para la relación que tenían.


Katsuki
¿Qué te pasó?¿Ya estás mejor?

Siguió mordiéndose las uñas, esperando una respuesta por parte del omega. Un par de minutos después, una notificación se escuchó, con desesperación, sacó su teléfono del bolsillo para ver si era Katsuki.

Kats💥
Sí, nerd, mañana regreso 🙄

Sonrió ante la respuesta, se alegró al recibir un mensaje de él. Antes no se podría imaginar siquiera tenerlo de contacto, y que ahora ni lo insulte por mensaje era muy alentador. Sí, porque para él, "nerd" no era un insulto.


Me alegro, pero ¿Qué te pasó?

Era momento de volver a tantear el terreno. Si seguía contestando de una forma no tan agresiva o si sólo lo dejaba en visto, para él estaba bastante bien. Al menos podía calmarse, estaría tranquilo al saber que el cenizo estaba bien.

Kats 💥
Oh, que le valga riata.

Abrió los ojos con sorpresa, la respuesta fue al instante y no percibía ninguna amenaza a pesar de… literalmente todo el texto. Cree que podría haber sido mucho más despectivo y cortante si le molestaba.

Sociedad de mierda [DkBk]Where stories live. Discover now